La industria náutica analiza los desafíos del reciclaje de embarcaciones
La industria náutica ha experimentado un crecimiento constante en las últimas décadas, lo que ha llevado a un aumento en la cantidad de embarcaciones obsoletas y en desuso. Estas embarcaciones, si no se gestionan adecuadamente, pueden convertirse en una amenaza para el medio ambiente y la salud humana. Desde barcos de pesca hasta yates de lujo, su desmantelamiento y reciclaje responsables son esenciales para evitar la contaminación de los océanos y maximizar el uso de materiales.
El reciclaje de embarcaciones náuticas presenta desafíos únicos en comparación con otros sectores industriales. Estos desafíos incluyen la presencia de materiales tóxicos, como el amianto y el plomo, la variabilidad en el tamaño y diseño de las embarcaciones, y la falta de infraestructura especializada. Además, la falta de regulaciones y estándares internacionales ha dificultado la implementación de prácticas de reciclaje adecuadas.
A pesar de ello, varios países y organizaciones están trabajando para abordar el problema del reciclaje de embarcaciones de manera más sostenible.
Reciclaje más seguro
Para un reciclaje más seguro, las embarcaciones deben desmantelarse en instalaciones especializadas y autorizadas, donde se pueden gestionar de manera adecuada los residuos peligrosos y se puede maximizar la recuperación de materiales valiosos.
Debe tenerse en cuenta también la recuperación de materiales. Los barcos contienen una amplia gama de materiales valiosos, como acero, aluminio, cobre y otros metales. El reciclaje adecuado permite recuperar y reutilizar estos materiales, reduciendo la necesidad de extraer recursos naturales.
Por otro lado, los barcos suelen contener sustancias tóxicas, como aceites, pinturas y productos químicos. Un manejo adecuado de estos residuos garantiza que no contaminen los océanos y evita riesgos para la salud humana.
Además, la industria de la construcción naval ya está trabajando en el desarrollo de embarcaciones más sostenibles desde el principio, utilizando materiales reciclables y evitando sustancias dañinas.
Incentivos y regulaciones
Para promover el reciclaje adecuado de embarcaciones náuticas, es necesario establecer incentivos y regulaciones sólidas. Algunos países ya han implementado programas de incentivos fiscales para fomentar el reciclaje responsable. Además, se necesitan estándares internacionales claros para garantizar que las embarcaciones se reciclen de manera adecuada y segura en cualquier parte del mundo.
Hoja de ruta
Con el fin de apostar por un reciclaje sostenible de las embarcaciones de recreo, la European Boating Industry (EBI) ha elaborado una hoja de ruta para resolver los obstáculos para el reciclaje de embarcaciones al final de su vida útil, que establece objetivos ambiciosos para el período hasta 2030.
“Estamos convencidos de que la hoja de ruta, una vez implementada por todos los actores, tiene el potencial de liderar la transformación hacia una industria náutica circular y abordar de manera integral el problema de la navegación recreativa al final de su vida útil. barcos Estamos pasando de las palabras a la acción y nuestro objetivo es resolver los principales obstáculos para finales de la década. También nos ayudará a fortalecer el enfoque intersectorial en el que ya estamos trabajando con las industrias de compuestos, energía eólica, cemento y otros sectores clave”, señala Philip Easthill, secretario general de EBI.
Detectando los desafíos
Según indica EBI en su hoja de ruta, se calcula que hay más de 6,5 millones de barcos en aguas europeas, la mayoría de eslora inferior a 7,5 m. La mayor parte de la flota está compuesta por lanchas a motor, seguidas de veleros y neumáticas. Además, el registro de la flota pesquera de la UE incluye 81.167 embarcaciones activas, de las cuales 51.861 se encuentran en una categoría de eslora de 0 a 8 m.
Otros estudios y un documento sobre el turismo náutico han indicado que cada año entre el 1 y el 2% de todos los barcos probablemente lleguen al final de su vida útil, lo que equivale a alrededor de 65.000 a 130.000 barcos al año en la Unión Europea.
Según estudios, el objetivo inicial del sistema francés APER era desmantelar entre 20.000 y 25.000 embarcaciones en el período 2019 - 2023, pero las estimaciones teóricas actuales se ubican entre 10.000 y 15.000 embarcaciones para finales de este año.
Teniendo esto en cuenta, EBI estima que el número real que llega al final de su vida útil cada año, y está disponible para desmantelar, sería de alrededor de 30 a 40.000 barcos en la UE en 2030.
Uno de los principales desafíos que enfrenta el desguace de estas embarcaciones es la escasez de puntos en los que deshacerse de materiales empleados en su construcción, como los compuestos.
Tal y como se indica en el documento publicado por EBI, dentro del mercado europeo de compuestos, la marina (incluida la comercial) utilizó alrededor de 72 kilotones de compuestos en 2019, lo que representa alrededor del 2-3% del total del sector de compuestos en Europa.
Haciendo una estimación del volumen potencial de residuos compuestos de los barcos al final de su vida útil, según APER, el volumen medio de residuos compuestos por barco desguazado es de 0,77 toneladas. Esto daría como resultado 23,1000 – 30,800 toneladas por año a nivel europeo. La perspectiva es que esta cifra crezca en un 1-2% cada año, con una mayor conciencia entre los navegantes y más sitios de desmantelamiento disponibles.
Financiación
Otro elemento a destacar por EBI en el desguace de embarcaciones náuticas es la financiación. En este sentido, se destaca la implementación de un sistema de financiación que permita establecer una estructura y un fondo permanentes para recoger, tratar y desmantelar las embarcaciones al final de su vida útil.
Con el fin de facilitar y economizar la tarea de desguace a los propietarios de las embarcaciones, se proponen diversas opciones de financiación, entre las que se encuentran un Régimen de Responsabilidad Ampliada del Productor con una contribución ecológica de las empresas que ponen el barco en el mercado y subsidios de las tasas o impuestos de registro específicos del sector existentes.
Otras opciones podrían ser subsidios públicos durante todo el año o basados en campañas específicas, la inclusión en primas de seguros o en tarifas de marina o el establecimiento de un sistema privado con pago por parte del propietario final, puerto deportivo o autoridad local.
En cualquier caso, EBI aboga por tener en cuentas las particularidades de cada Estado miembro en relación a su número de barcos, sus características geográficas o la madurez del mercado, entre otros factores.
Desmontaje y transporte
El desmontaje y transporte de las embarcaciones al final de su vida útil es un factor fundamental para poder llevarse a cabo un desguace de manera más sencilla.
Según informa EBI, el coste del desmantelamiento aumenta con el tamaño del barco. Así, se ha cotizado a 15 €/metro para barcos de menos de 6 metros de eslora. Según APER, los costes de desmantelamiento por embarcación rondan un promedio de 600 €, con una variación de 120 € a 6000 € para embarcaciones más grandes.
Otro factor a considerar es el transporte, que varía según la distancia a la que haya que desplazarse para el desguace, la longitud de la embarcación y la necesidad de transporte excepcional y permisos especiales. En Francia, la ley AGEC (anti-residuos y economía circular) establece que, a partir de 2023, los sectores cubiertos por el esquema EPR deben organizar y financiar no solo la deconstrucción, sino también la recolección y el transporte de residuos a los centros de tratamiento. El costo del transporte es tan alto como el coste de la deconstrucción y, por lo tanto, la nueva obligación conduce a una duplicación de los costes unitarios por embarcación, lo que pone en riesgo el equilibrio económico del sistema APER.
Una solución propuesta para evitar los altos costes derivados de esta actividad es el uso de unidades de desguace móviles, que puedan acceder a los astilleros o puertos deportivos para el desmantelamiento directo en el sitio. Dichas ubicaciones deberían poder solicitar una licencia basada en protocolos adecuados.
Por otro lado, surgen dudas respecto a las actuaciones en barcos abandonados. Tal y como apunta EBI, un enfoque que se está discutiendo en España es que, en caso de barcos abandonados en puertos deportivos, un notario pueda declarar el barco abandonado y retirar los derechos de propiedad.
Una vez hecha esta declaración notarial, el puerto deportivo u otro sitio puede vender el barco o iniciar el procedimiento de desguace.
Reciclaje
Con el objetivo de convertir estas embarcaciones en nuevos materiales y productos para la fabricación de nuevos compuestos, el reciclaje supone un paso importante en el desmantelamiento de los barcos de recreo.
Pese a ello, lleva consigo un importante desafío: hacer frente a los grandes costes energéticos que ello requiere.
Según marca la hoja de ruta de EBI, el coprocesamiento en hornos de cemento, aunque costoso, es la tecnología de tratamiento que ya está disponible y que podría usarse cada vez más en los próximos años para hacer la transición al enfoque de economía circular.
Dada su disponibilidad inmediata y la necesidad del sector del cemento de reemplazar la arena y reducir las emisiones de GEI, el coprocesamiento del cemento puede actuar como una tecnología de reciclaje para los residuos compuestos y seguir utilizándose junto con otras tecnologías.
Además, se han desarrollado otras soluciones de reciclaje, como el reciclaje de compuestos mecánicos y químicos. Si bien se ha demostrado que tiene éxito a escala piloto, la ampliación y la comercialización son clave en los próximos años.
Como indica EBI, la industria de la navegación recreativa por sí sola puede considerarse demasiado pequeña e insuficientemente segura para producir el flujo estable de residuos compuestos y crear un mercado de reciclaje. Así, debe trabajar con otras industrias como la energía eólica, la construcción y la automoción para encontrar soluciones comunes a escala industrial. Un sistema de reciclaje independiente para embarcaciones de recreo al final de su vida útil no es factible.
Por otro lado, se incide en fomento de la reutilización de embarcaciones, de manera que se eviten las acciones de desguace.
Investigación e innovación
Además, con el fin de garantizar un futuro más sostenible, se considera indispensable la identificación de nuevas fibras y resinas que sean sostenibles. El basalto, el lino y el cáñamo son algunas de las que se están probando, siendo posibles candidatas en la futura construcción de embarcaciones de recreo.
Si bien todavía se encuentran en la fase inicial de adopción, estos pueden ser parte de la solución para reducir el impacto ambiental y reducir las emisiones de CO2. Otras innovaciones, como la impresión 3D, también pueden contribuir a configurar un enfoque circular.