Carrera de larga distancia en las antípodas con Liqui Moly
14 de enero de 2013
Bathurst se encuentra al Este de Australia, a unas tres horas de automóvil desde Sydney. El recorrido de la prueba es en muchos aspectos inusual. Existe ya una larga tradición, pues el Grand Prix australiano se celebró aquí ya en 1938. También cuenta el hecho de que se trata de una ruta en carretera, o mejor dicho, un recorrido por el que pasa el único camino a las casas de algunos vecinos. El trazado de la ruta combina rectas largas con curvas estrechas. Y está además el perfil de alturas, que ofrece una distancia vertical de 174 metros entre el punto más alto y el más bajo del tramo. Todo esto hace de la ruta, sobre todo en carreras de larga distancia, un desafío especial para los conductores.
Los derechos sobre el nombre de la ‘Bathurst 12 Hours’ estarán en posesión de Liqui Moly durante 3 años. “Hasta la fecha ésta es nuestra mayor inversión en marketing en el continente“, según Baumann. “Pero el hecho de patrocinar el nombre de la prueba no mejora nuestras posibilidades en ella. Al contrario: Es un auténtico punto culminante de la temporada australiana, en el que los corredores locales darán lo mejor de sí”.
Tener un sitio en el podio para el equipo propio sería bonito, pero no es el objetivo primordial del compromiso. “Queremos convencer a los australianos de la calidad ‘made in Germany’ y continuar con nuestro historial de éxitos en Australia”. El éxito se basa, entre otras cosas, en una red de distribución en constante crecimiento. Liqui Moly se distribuye en Australia a través de los talleres y a través del comercio minorista.