Celebrado en Logroño los días 4 y 5 de mayo, bajo la organización de la Asociación Española de la Carretera (AEC)
El V Congreso Nacional de Seguridad Vial reivindica la aplicación de la Directiva de Seguridad en toda la red de carreteras
La oportunidad de la transposición de la Directiva 2008/96/CE ofrece un amplio campo de actuación para incorporar a las carreteras los procedimientos más avanzados en materia de seguridad vial. En el caso de las redes convenciones, que son las que requieren un mayor esfuerzo desde el punto de vista de la mejora de la seguridad, esto implica un gran reto; los expertos congregados en Logroño han señalado las inspecciones de seguridad y la identificación de tramos susceptibles de mejora como las herramientas de la Directiva que deberían aplicarse en este tipo de vías.
En este contexto, se plantea un nuevo escenario técnico en el que se precisa un alto nivel de formación y cualificación para aplicar estas metodologías, tanto por parte de los técnicos de las administraciones responsables de las carreteras, como de los especialistas de las empresas consultoras.
Los problemas de accidentalidad en las travesías y aquellos que afectan de forma especial a los usuarios más vulnerables de las vías (peatones, ciclistas y motociclistas) han sido también objeto de análisis por parte de los profesionales participantes en el V Congreso Nacional de Seguridad Vial. Tanto es así que, durante la ceremonia de clausura, el consejero de Vivienda y Obras Públicas del Gobierno de La Rioja, Antonino Burgos, se comprometió a prestar atención preferente a dichos problemas.
El titular de Obras Públicas del Gobierno Regional lamentó el incremento de la siniestralidad de los motoristas, tanto en carreteras estatales como en las de competencia exclusiva autonómica, lo que “debe motivarnos a todos para buscar, encontrar e implantar de forma prioritaria elementos que salvaguarden su seguridad”.
Burgos señaló, además, que la seguridad del peatón “debe estar por encima de cualquier otro criterio circulatorio”. La instalación de elementos reductores de velocidad, la ampliación de los espacios destinados a los peatones, la mejora de la señalización vertical y horizontal, así como la adecuación de la iluminación “son factores esenciales a la hora de actuar en una travesía”. Lograr la integración de estas travesías en el viario urbano de las localidades por las que discurren y conciliar el tráfico peatonal con el rodado son dos intereses que deben ser abordados a la hora de analizar la funcionalidad y mejora de estas vías pertenecientes a la red local de carreteras, añadió el consejero en sintonía con las conclusiones técnicas alcanzadas durante las sesiones de trabajo del congreso.
Priorizar el esfuerzo económico
"Aunque nos hallemos en un período de crisis, debemos priorizar y dedicar nuestros esfuerzos económicos a mejorar en la medida de lo posible las condiciones que el conductor encuentra en nuestras carreteras, unas vías seguras en las que se pueda transitar sin peligro de tener un accidente", afirmaba el presidente del Gobierno de La Rioja, Pedro Sanz Alonso, en la inauguración del V Congreso Nacional de Seguridad Vial.
Sanz aplaudió en su discurso inaugural la existencia de congresos de esta naturaleza, que analizan la normativa y ponen en valor la reciente decisión de crear la figura del auditor de seguridad vial para que se lleven a cabo medidas que desemboquen en carreteras más seguras. “Me parece vital y está en concordancia con el mensaje de confianza y de seguridad que debemos transmitir a nuestros conductores, sin olvidar que también ellos tienen una responsabilidad y han de ser prudentes. Pero en nuestra mano está poner los medios necesarios para que esto sea posible”.
Por su parte, el presidente de la Asociación Española de la Carretera (AEC), Miguel Mª Muñoz, en declaraciones a los medios de comunicación, se felicitó en la apertura del encuentro por la progresiva reducción de la mortalidad por accidente de tráfico que se viene registrando durante los últimos dos años en las carreteras españolas, algo que "confirma la consolidación de la red viaria de altas prestaciones desde el punto de vista de la seguridad".
El presidente de la AEC advirtió de que “los problemas actuales de inseguridad y accidentalidad están localizados fundamentalmente en la red convencional de carreteras, tal y como vienen a corroborar -una vez más- las cifras de siniestros registradas durante las vacaciones de Semana Santa”.
A su juicio, "las carreteras de segundo orden o convencionales requieren actuaciones urgentes, y así lo viene reclamando desde hace tiempo la Asociación Española de la Carretera: mejoras de trazado, reconstrucción de un buen número de kilómetros, equipamiento de última generación… Medidas que introducen el concepto de carretera clemente en las vías convencionales: es decir, carreteras que evitan el error humano o que mitigan las fatales consecuencias del mismo, caso de producirse". Para Muñoz, es en este tipo de infraestructura, por tanto, donde reside el reto de la mejora de la seguridad vial en España durante los próximos años.
Miguel Mª Muñoz recordó también que el contexto actual de reducción sistemática de la inversión en carreteras plantea un “escenario preocupante” para la materialización de estas medias y la aplicación efectiva del Real Decreto por el que se traspone la Directiva de Seguridad en Infraestructuras a la legislación viaria española.
Logroño, capital de la seguridad vial
La primera edición del congreso se celebró en Logroño en 2004, así como la tercera y la cuarta convocatorias, celebradas en 2007 y 2009, lo que convierte a esta ciudad en la capital española de la seguridad vial.
Desde sus comienzos, este foro nacional ha reunido a más de un millar de expertos que han debatido todos y cada uno de los claroscuros de esta importante área del sector viario, y siempre bajo la bajo la batuta técnica del director general de Carreteras y Transportes del Gobierno de La Rioja, Antonio García Cuadra, que ha actuado como ponente general también en esta ocasión.
Conclusiones
Los aspectos más destacados de este V Congreso Nacional de Seguridad Vial, celebrado en Logroño los días 4 y 5 de mayo de 2011, se pueden resumir en los siguientes puntos.
- La oportunidad de la transposición de la Directiva 2008/96/CE supone un nuevo campo de actuación para incorporar a las carreteras del país los procedimientos más avanzados en materia de seguridad vial. Lo que representa, además, un importante reto en aras de conseguir una adaptación óptima a las exigencias y necesidades de las redes convencionales.
- Entre las herramientas que ofrece esta Directiva, las inspecciones de seguridad para carreteras en servicio y la identificación de tramos con alta potencialidad de mejora son las que se perfilan como de mayor aplicabilidad en las carreteras convencionales.
- Asimismo, se abre un nuevo escenario en el que se pone de manifiesto la necesidad de establecer una estrategia de formación de alto nivel que permita disponer de profesionales cualificados para la aplicación de las metodologías recogidas en la Directiva, tanto por parte de los técnicos de las administraciones competentes en materia viaria, como los especialistas de las empresas consultoras.
- Se sigue manifestando como un problema que requiere propuestas más ambiciosas los aspectos referentes a la gestión de accesos a las vías principales, tales como el diseño y explotación de intersecciones, donde sigue apareciendo un importante porcentaje de los accidentes de tráfico del país.
- Asimismo, se ha puesto de relieve la creciente sensibilidad de todos los profesionales que trabajan en el sector de la carretera con respecto a los usuarios vulnerables de las infraestructuras viarias, tanto peatones como ciclistas y motociclistas.
- Por último, se debe destacar los significativos avances que se están registrando en cuanto al diseño, adecuación y conservación de travesías, zonas de especial peligrosidad desde el punto de vista de la accidentalidad tal y como se viene señalando sistemáticamente en estos congresos.
En resumen, podemos concluir con dos consideraciones finales:
- La necesidad de apostar por la aplicación exhaustiva de las herramientas contenidas en la Directiva de Seguridad de Infraestructuras Viarias a la totalidad de las carreteras del país.
- Y la máxima según la cual, en general, lo nuevo tiende a funcionar bien, en tanto que los problemas se mantienen en los diseños antiguos, donde, sin duda, hay que centrar todos los esfuerzos futuros.