Reunión de AEPA-Albacete para analizar la situación del sector
La Agrupación de empresarios de áridos de Albacete (AEPA-Albacete), vinculados a la Asociación de Empresas Productoras de Áridos de Castilla-La Mancha (AEPA Castilla-La Mancha), acaban de celebrar un encuentro para analizar la situación del sector en la provincia. Entre otros asuntos se habló de las reuniones mantenidas con los correspondientes directores generales de la Consejería de Industria, Energía y Minas. Además se expusieron las nuevas iniciativas que AEPA Castilla-La Mancha promueve en la provincia.
Asimismo, se hizo referencia a las inspecciones iniciadas por el Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona), a instancias del fiscal jefe de Castilla-La Mancha, y cuyas conclusiones se encuentran en fase de preparación.
El comportamiento del sector de los áridos en el año 2008 registra caídas inferiores con respecto a los indicadores de consumo de cemento (42,7%) y hormigón preparado (28%). Así, el consumo de áridos en Castilla-La Mancha alcanzó, en el año de referencia, los 31,3 millones de toneladas, con lo que el consumo medio para el conjunto de la comunidad autónoma se sitúa en 15,3 toneladas por habitante y año, un 50% por encima de la media nacional.
Las empresas cuya red de clientes destinan, mayoritariamente, el árido a la fabricación de productos en los que interviene el cemento (morteros, hormigones y prefabricados) se han visto afectadas en mayor medida por el desplome de la edificación. Sin embargo, aquellas empresas que suministran áridos para la construcción de obras civiles, en determinadas comunidades autónomas, han mantenido las ventas y el empleo.
La situación de la economía se ha dejado notar también en los precios aplicados a estos productos, y es en la pequeña y mediana empresa donde los ajustes han sido más severos (entre el 25 y el 35%), al no tener más campos de negocio. El plazo medio de cobro de las empresas del sector aumentó, en el año 2008, hasta situarse en torno a los 240 días, demora que lastra la liquidez en la pequeña y mediana empresa, aumentando el riesgo de quiebra económica de las mismas.