La carrera de fondo hacia la igualdad
Según el Índice ClosinGap que elabora PwC España, la pandemia habría estrechado el objetivo de paridad de género en cuatro puntos durante el periodo 2015 – 2020 en España
Con la irrupción de la pandemia muchas han sido las consecuencias que se han sucedido a lo largo de estos dos años. Sin embargo, hay ciertos indicadores que reflejan que dichas consecuencias inciden en mayor o menor medida en según qué aspectos. Según los datos que recoge el Índice ClosinGap que elabora PwC España, la pandemia habría alejado hasta tres años el objetivo de paridad de género en nuestro país estrechándose en cuatro puntos en el periodo 2015 – 2020.
Así, si se mantiene la tendencia de estos últimos cinco años, “España no alcanzará la paridad de género hasta el año 2055”. Una brecha de género que si bien hace un año se situaba en el 64,1% en España, hoy en día los datos que se muestran son menos esperanzadores.
Por tanto, en el contexto en el que nos rodeamos es necesario tener en cuenta lo que este problema supone para la prosperidad económica de nuestro país: la brecha entre hombres y mujeres suponen un impacto negativo y un coste de oportunidad para la economía. Según los indicadores que se recogen en el Índice ClosinGap (educación, empleo, conciliación, digitalización, salud y bienestar) éstos inciden directa o indirectamente en el PIB a través del mercado laboral.
Bien es cierto que en los últimos años se ha puesto en el centro del debate público el tema de la brecha de género y son muchas las empresas y organizaciones que prestan una especial preocupación en lo que a la desigualdad de género respecta.
A tal efecto, para conocer en profundidad la situación actual, se postula como uno de los objetivos principales el identificar y dar a conocer los avances, atendiendo a los indicadores de género que evalúan el grado de inclusión y adaptación de las medidas que son tomadas. En cuanto a estas iniciativas tomadas en la industria minera, las empresas del sector han ido desarrollado un conjunto de estrategias para responder adecuadamente a las demandas sociales impuestas por la sociedad.
El empoderamiento femenino dentro de la industria extractiva ha crecido también de manera significativa en los últimos años y en la actualidad, aunque de forma tímida todavía, el peso de la mujer dentro del sector va siendo mayor.
En esta línea, la Responsable Mining Foundation (RMF) ha presentado el Informe Responsable Mining Index 2022 (RMI 2022) en el que se analizan, atendiendo a distintos indicadores, la capacidad de las empresas y organizaciones para mediar y solucionar distintas cuestiones.
Estos indicadores de género evalúan el grado en que las empresas abordan las cuestiones de la igualdad de género con medidas específicas a diferentes niveles.
En lo que tiene que ver con la igualdad de género dentro del sector minero, el principal objetivo es el de alcanzar un desarrollo sostenible, la incorporación y permanencia de la mujer en la minería y en el mercado laboral y que estas actuaciones perduren en el tiempo.
Según se traduce en el estudio RMI 2022, las mujeres suelen estar en desventaja en comparación con los hombres para acceder a según qué situaciones (por ejemplo, a través del empleo).Sin embargo, aunque es evidente que son cada vez más las empresas que están dispuestas a poner el foco y a cambiar esta dinámica, el estudio asegura que todavía no se ha llegado al punto que se esperaría: “Las prácticas con conciencia de género siguen estando muy por detrás de la narrativa global sobre la desigualdad en la minería. Sin embargo, colectivamente, las empresas muestran que una mejora significativa está a su alcance”.
El estudio añade además la complejidad que conlleva la medición y evaluación de estas acciones por parte de las compañías, sobre todo en un largo plazo.
Como parte de la solución, y en aras de defender la igualdad de oportunidades, entidades como Women in Mining & Industry in Spain (WIM Spain) han emergido para acompañar en este camino tan importante para la sociedad a las empresas a conseguir esta inclusión real.
Según datos aportados por WIM Spain, las mujeres representan un 16% de los trabajadores en la industria en el mundo. Las cifras en España son incluso más bajas siendo un 9% las mujeres que trabajan en la industria en nuestro país.
Desde WIM Spain proporcionan una red que favorecen el intercambio de conocimiento y el crecimiento profesional poniendo de manifiesto los retos y oportunidades que las mujeres aportan en el sector de tal forma que se logre llegar a una igualdad real y efectiva dentro de la industria minera.
Diversidad como garantía de futuro
La educación es un pilar fundamental que se debe tener en cuenta en este tipo de estudios. Según concluye el Índice ConsinGap elaborado por PwC España, se puede concluir que en términos generales las mujeres tienen más estudios y mayor preparación académica: “El ratio de mujeres con educación terciaria supera a la de los hombres; la tasa de abandono escolar femenina es inferior; y, en su etapa adulta, las mujeres se forman de manera continua en mayor medida que los hombres”.
Sin embargo, es llamativo que, a pesar de que estos datos pueden sugerir una brecha favorable para las mujeres, todavía queda una asignatura pendiente muy relevante a la hora de conseguir avanzar hacia la total paridad de género en la educación. De hecho, en los últimos cinco años la brecha de género en educación se ha incrementado debido al bajo acceso de las mujeres a las carreras de Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés). La inmensa mayoría de los matriculados a estos grados, que son el presente y futuro del mundo laboral, siguen siendo hombres.
El problema de los referentes femeninos dentro del sector ha sido uno de los aspectos que ha hecho incrementar esta distancia. Aunque dentro del sector son muchas las mujeres que realizan una labor impecable cada día, el problema viene cuando esos referentes no llegan a tener la visibilidad que debieran para inspirar a más mujeres, sobre todo a las más jóvenes. Como solución a este problema es vital incentivar, desde las escuelas y universidades, a que las jóvenes estudien carreras técnicas, animar a las mujeres a que se adentren en este sector visibilizando la presencia de mujeres en la industria y acentuando los referentes femeninos.
No solo es importante el género si no también la edad, la cultura…todo ello en su conjunto es lo que aporta el valor añadido en un mundo globalizado como es en el que vivimos.