Hormigón inteligente, la solución que evita las grietas
El hormigón es uno de los materiales más utilizados en la construcción mundialmente, pero el tiempo y los cambios de temperatura producen inminentes roturas que deben repararse rápidamente.
Un grupo de científicos holandeses han creado un compuesto de bacterias que se agregan al cemento para que este se autorrepare. Este tipo de hormigón supone un gran paso para la construcción sostenible debido a los beneficios que esto supone.
Biohormigón
El hormigón inteligente o Biohormigón es un compuesto formado por cemento calizo con material biológico y un nutriente a base de calcio conocido como “lactato cálcico”.
Cuando se forman grietas en el concreto y el agua ingresa por esas fisuras, las bacterias germinan ante el contacto con el líquido, se multiplican y se alimentan del lactato. Esto forma piedra caliza, que se solidifica, se sella y permite cerrar las rajaduras.
Este tipo de hormigón podría utilizarse para construir en zonas de inclemencias climáticas; ayudaría a reducir los costos de mantenimiento y el impacto ambiental que provoca la producción de hormigón y, a su vez, aumentaría la vida útil de las estructuras.
Hasta ahora, la única limitación que presenta es el elevado precio dado el corte de la fabricación y agregado del material biológico, aunque los investigadores explican que este precio se solventará con el ahorro que luego supondrá la reducción de gastos en el mantenimiento.