“En el VICNA vais a encontrar una profunda convicción: ser parte de la solución para muchos de los objetivos que nos hemos propuesto a nivel global gracias a los ODS”
La divulgación del compromiso del sector con la sociedad y la extracción de áridos, situar al sector dentro de las políticas contra el cambio climático, impulsar los áridos 4.0, mostrar las líneas de avance del sector en Europa, entre otras, serán algunas de los principales objetivos de este VI Congreso Nacional de Áridos. Hablamos con Ramón Ruberte, presidente de la FdA y de Anefa, para darnos todas las claves de esta edición 2022 del Congreso Nacional de Áridos que se presenta con más ganas que nunca.
- ¿Qué vamos a encontrar en esta VI edición del Congreso Nacional de Áridos? ¿Qué novedades llegan de cara a ediciones pasadas?
Lo que os vais a encontrar primero, y, antes que nada, es un montón de gente tremendamente ilusionada, preparada y con ganas de trabajar y mejorar para que, juntos, podamos construir un futuro sostenible para nuestro sector, un sector que es estratégico y fundamental para nuestra sociedad. Además de esto vais a encontrar una profunda convicción: ser parte de la solución para gran parte de los objetivos que nos hemos propuesto a nivel global gracias a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Somos pioneros en la economía circular, en la restauración, en seguridad y salud en el trabajo, en calidad y normalización, en biodiversidad… y también en innovación y digitalización, algo fundamental para la minería del futuro.
Precisamente será alrededor de estos principios alrededor de los cuales llegarán las novedades que mostraremos en el VICNA: el Plan Estratégico Áridos 2030, la Declaración Ambiental de Producto, digitalización en canteras, vamos a tener 180 comunicaciones y conferencias sobre temas que innovadores que nos ayudarán a mejorar como industria.
- Tras la última edición de 2018 parece que el sector llega con ganas de un nuevo congreso. ¿Qué habéis percibido de los profesionales del sector? ¿Cuáles son vuestras sensaciones?
Nuestras sensaciones son muy buenas respecto a las ganas que tenemos de reencontrarnos. Es cierto que hay asuntos preocupantes como la compleja coyuntura en la que nos encontramos por el impacto de la pandemia, la huelga del transporte, guerra, los costes de la energía y suministros, las dificultades para aplicarlos a la cadena de valor…Desafíos muy importantes ante los que nos encontramos. Pero ante esta situación tenemos que actuar con responsabilidad, unidos como colectivo para no solo superarlos sino, además, intentar mejorar nuestra situación y nuestros resultados empresariales. Esto nos lleva a otra sensación: la esperanza. Llevamos trabajando muchos años preparándonos como sector para el futuro que nos viene, tratando de ser más sostenibles, circulares, innovadores. Por ejemplo, la nueva llamada de atención de la ONU sobre lo que llaman “la crisis de la arena”, formulada a través del UNEP, nos ha encontrado, en Europa, muy preparados y con todos los deberes hechos. Tratar de estar siempre por delante y en la vanguardia, ese es uno de nuestros objetivos como asociaciones empresariales.
- En cuanto al extenso programa técnico que han organizado este año, ¿qué destacaría?
Es difícil destacar algo en concreto en este sentido… son muchas las áreas en las que se está trabajando al mismo tiempo como mencionaba antes. De cualquier manera, algunas de las comunicaciones que me vienen a la cabeza ahora tienen que ver con temas como la biodiversidad en canteras y graveras, la digitalización y eficiencia como el proyecto Digiecoquarry, financiado por la Comisión Europea y liderado por ANEFA, la seguridad y la salud laboral encarnado en otro proyecto europeo como Ageing@Work o los trabajos sobre la sílice cristalina respirable, la aparición de nuevos materiales, pero también temas legislativos muy importantes, la valorización de residuos, el reciclaje, la normalización, y un largo etcétera.
- Uno de los lemas del VI Congreso Nacional de Áridos es el de los “Áridos para la transición ecológica”. ¿Está España preparada para esa transición?
Como país y como sector nos encontramos en una buena posición para evolucionar y llevar a cabo esa transición. Pero tanto la Comisión Europea como el Gobierno tienen que acompasar sus exigencias y objetivos a la disponibilidad tecnológica que los haga posibles. No olvidemos que este y la mayoría de sectores estamos integrados por PYMEs que tenemos que poder programar nuestras inversiones de forma acorde a nuestras capacidades financieras. Y eso es un proceso a medio y largo plazo, siendo realistas. Por eso, a todas las industrias nos queda mucho aún por realizar. Pero es indudable que vamos a tener que transitar por esa ruta. Hoy hemos conocido que Europa se ha comprometido a no comprar más petróleo de Rusia, y todo apunta a que lo mismo sucederá con el gas. El cambio climático y sus consecuencias están encima de la mesa. Nosotros queremos ser, y somos, un actor fundamental para esta nueva economía que se está fraguando. Somos un sector estratégico para las infraestructuras y la edificación eficiente y sostenible que se quiere desarrollar y, desde luego, para el crecimiento económico. En el sector de los áridos tenemos la convicción de que tenemos que acompañar esa transición tecnológica.
- ¿Qué previsión de visitantes y profesionales se prevé alcanzar en esta edición 2022 del CNA?
Actualmente tenemos unas previsiones de inscritos que se acercan a las 700 personas, 50 expositores, más de 50 colaboradores, 15 sesiones técnicas, 12 mesas redondas, 180 comunicaciones, 250 artículos publicados, 15 países representados… La puesta de largo de Áridos 2030, un seminario sobre balasto a cargo de Adif, la entrega de los Premios Nacionales FdA de Desarrollo Sostenible, un acto de Woman in Mining, la presentación de la Fundación Minería y Vida… Siempre perseguimos que el VI Congreso Nacional de Áridos se convierta en un gran nexo, un nódulo de intercambio, comunicación y conocimiento y lo hemos conseguido. Hemos puesto todo nuestro esfuerzo e ilusión en ello.
“Llevamos trabajando muchos años preparándonos como sector para el futuro que nos viene, tratando de ser más sostenibles, circulares, innovadores”
- ¿Cuál ha sido la implicación institucional (de las administraciones tanto central como autonómicas y local) en esta edición del congreso?
Muy importante. Todo el mundo nos ha acogido con los brazos abiertos. De hecho, a la ya conocida aceptación de la presidencia de honor por parte de Su Majestad el Rey Felipe VI, se suman otras de muy importante significado. Entre estas se cuentan la presencia en la Sesión de Apertura Institucional de Sara Aagesen Muñoz, secretaria de estado de Energía del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico; la de Adrián Barbón Rodríguez, presidente del Principado de Asturias y la del alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli Fernández. Pero no acaba ahí, el apoyo también incluye la presencia de otros cargos como el vicepresidente del Principado de Asturias y consejero de Administración Autonómica, Medio Ambiente y Cambio Climático, Juan Cofiño González; la del consejero de Industria, Empleo y Promoción Económica de la misma comunidad autónoma, Enrique Fernández Rodríguez; la del concejal de Gobierno de Hostelería, Turismo y Congresos del Ayuntamiento de Oviedo, Alfredo García Quintana; la de la diputada portavoz adjunta de la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico del Congreso de los Diputados, Paloma Gázquez Collado, además de la asistencia de otras autoridades representantes de la Comisión Europea y de las administraciones mineras de Portugal y de Marruecos.
Además, María Belarmina Díaz Aguado, directora general de Energía, Minería y Reactivación del Principado de Asturias encabezará como anfitriona la representación de los más de diez directores generales competentes en minería, además de varios subdirectores y un número importante de jefes de servicio de Minas.
Como ves el nivel de representación es de primer nivel, algo que nos afianza en nuestra convicción de que este congreso es fundamental para el sector.
- Acercar la actividad de la industria y el trabajo que realiza a la sociedad ha sido uno de los puntos en los que el sector lleva trabajando tiempo. ¿Cómo valora el trabajo realizado hasta ahora y los resultados obtenidos a día de hoy? ¿En qué medida han notado la implicación de los responsables políticos y de la opinión pública?
Desde luego que es uno de nuestros objetivos principales tanto del congreso como de la Federación de Áridos. De hecho, esta materia responde a uno de los seis ejes principales de nuestro Plan Estratégico Áridos 2030 que presentaremos durante el congreso. El trabajo que han realizado las empresas, según sus posibilidades, ha sido muy importante, prestando atención a la responsabilidad social, a la recuperación de canteras y graveras, atendiendo a la biodiversidad, incluso poniendo en valor restos arqueológicos… Pensamos que debemos gestionar la comunicación como un vía estratégica para nuestra actividad y consolidar otros temas que tienen relación con ella como las políticas de prevención y riesgos laborales donde el esfuerzo está siendo muy grande.
Lo que sí notamos es que, cuando alguien nos presta atención y analiza los datos que ponemos encima de la mesa, nuestro trabajo de recuperación, nuestro compromiso fundamental con el desarrollo sostenible, esa persona percibe de inmediato nuestra labor de una manera totalmente diferente. Como digo, el paso imprescindible es progresar como industria en RSC para luego poder comunicar sobre bases sólidas y reales y, a partir de ahí, intentar trasladar los logros a la sociedad para convencer de que somos una actividad imprescindible y sostenible. Tenemos que ser capaces de llegar a unos ciudadanos que, por otra parte, están saturados de informaciones. Buscar un mensaje que les llegue es un reto enorme.
“En consumo por habitante de áridos en Europa todavía somos el 38 país de los 42 de los que la UEPG dispone de datos y estamos considerablemente por debajo de la media de los países de nuestro entorno”
- La actual situación de crisis derivada por la guerra en Ucrania está generando una infinidad de consecuencias para la economía española, entre otras. Tras la pandemia, ¿cómo llega el sector en este sentido? ¿Qué retos tiene España por delante?
El momento es crítico, desde luego. Pienso que vivimos unos días en los que muchos cambios que parecían sucederse lentamente van a adelantarse y acelerarse. El sector llega preocupado y aún tocado de la crisis que vivimos todos hace 15 años, una situación de la que aún no nos hemos recuperado del todo. Es una situación convulsa debida a la superposición de una serie de circunstancias aparentemente sin conexión entre sí: pandemia de COVID 19, cambio acelerado del modelo energético por la aplicación de políticas de neutralidad climática, crisis de las cadenas logísticas y de transporte, desabastecimiento de materias primas, gastos financieros crecientes… Todo esto ha generado un escenario de inflación e incremento generalizado de costes de la energía y otros suministros a lo largo de 2021, una situación que la invasión rusa de Ucrania ha empeorado, o acelerado exponencialmente ya en 2022. Las materias primas estamos en el centro de muchos de estos puntos de fricción.
Estas circunstancias vuelven a comprometer seriamente el futuro de nuestras empresas. Y se superponen a la avalancha de nuevas políticas vinculadas al Pacto Verde Europeo y su desarrollo nacional y autonómico, que va a cambiar drásticamente la forma de operar de nuestras empresas para siempre.
España tiene ante sí, igual que Europa en su conjunto, un horizonte de desafíos entre los que se cuentan la energía, la innovación, el desarrollo sostenible, la economía circular, los modelos de consumo y transporte… En este cambio profundo del modelo de negocio, requiere de una importante adaptación y ahí de nuevo, tenemos que mencionar nuestro Plan Estratégico Áridos 2030 que se presentará en el congreso.
- La Federación de Áridos ejerce la representación oficial del sector español de los áridos a través de la Unión Europea de Productores de Áridos. ¿En qué está trabajando ahora mismo la organización a nivel comunitario?
La UEPG es un organismo que nos impulsa enormemente y que nosotros, a nuestra vez, contribuimos a impulsar con nuestro trabajo. Nuestras líneas de trabajo y las suyas están plenamente identificadas. A todos nos preocupa lo mismo y trabajamos por lo mismo. Además, este año se celebra el 35 aniversario y todos estamos muy ilusionados ante un año lleno de retos.
Para nosotros es nuestra vía para participar no solo en todo lo relativo al sector en la Unión Europa si no a nivel global. La UEPG es vital para mejorar la percepción que las Instituciones europeas tienen de las industrias extractivas, para lograr su comprensión y apoyo, para iniciar proyectos europeos de innovación del sector como el DIGIECOQUARRY, para la normalización, impulsar la economía circular…
- El consumo de áridos es un indicador básico de buena salud económica para un país. En este sentido, ¿qué trabajo le queda por hacer a España con respecto a otros países europeos? ¿Qué media de consumo se pretende alcanzar y qué previsiones tienen para alcanzarla?
Desde luego que el consumo de áridos es un indicador de la buena salud económica de un país, tienes toda la razón. Es un indicador de las infraestructuras que se construyen, carreteras, puentes, vías férreas, de los edificios de servicios públicos, de las viviendas… De acuerdo con los datos elaborados por ANEFA y la Federación de Áridos, el año 2021 se cerró con un crecimiento del 10,8%, para un consumo total de áridos naturales para la construcción de 136,9 millones de toneladas, recuperando y superando ligeramente los valores del año previo a la pandemia por COVID-19. A esta cantidad hay que añadir unos 3,5 Mt de áridos reciclados y en el entorno de 1,7 Mt de áridos artificiales.
Pero de acuerdo con los valores medios de consumo por habitante de áridos en Europa, todavía somo el 38 país de los 42 de los que la UEPG dispone de datos y estamos considerablemente por debajo de la media de los países de nuestro entorno. Si aplicáramos ese valor medio de unas 5,5 toneladas por habitante y año a la población española tendríamos que consumir unos 250 millones de toneladas anuales, 115 millones más que en 2021.
Creemos que el impacto de las subvenciones NGEU en la producción de 2022 será moderado tanto en lo que respecta a la obra civil, como a la edificación. Varias convocatorias NGEU de 2021 no han sido todavía lanzadas por las CCAA, lo que anticipa un retraso hasta 2023 de su impacto económico, al igual que las convocatorias a realizar de 2022. Las previsiones del consenso económico para la inversión en construcción en 2022 son demasiado optimistas (la CE prevé un +7,6%) al estar, por un lado, sobreponderando el impacto del programa NGEU, que se dilatará a 2023, y por otro no recogiendo el impacto en la actividad de la inflación en los precios o el de la huelga de transporte de hace unas semanas.
Hacer frente a esta situación de debilidad de la demanda requerirá mayores capacidades técnicas y económicas por parte de las empresas y una mayor capacidad de defensa del sector por parte de las asociaciones. Tenemos que trabajar sobre la rentabilidad y la eficiencia de nuestras empresas, no sobre el volumen de consumo, pues nosotros somos un sector suministrador, sin ninguna capacidad de poder actuar sobre el vector demanda.