Entrevista a Gabino de Diego, director de Desarrollo de Negocio en Torsa
El Mining and Minerals Hall (MMH), cuya cuarta edición se ha celebrado en Fibes (Sevilla) del 18 al 20 de octubre, ha supuesto un extraordinario escaparate para que la empresa malagueña Torsa presente sus últimos desarrollos tecnológicos en materia de IoT para el sector minero. Aprovechamos la presencia en la feria de su director de Desarrollo de Negocio, Gabino de Diego, para profundizar en las ventajas que pueden ofrecer sus innovadoras soluciones.
¿Podría presentarnos brevemente qué es Torsa? ¿Cuál es la historia de la compañía? ¿Qué actividades desarrolla?
Torsa es una empresa malagueña que atesora una experiencia de más de 25 años desarrollando tecnología. Comenzó su actividad en el campo de las energías renovables, más concretamente en parques eólicos, y ahora hemos puesto el foco en el Internet de las Cosas (IoT). Nuestros principales casos de éxito están actualmente en dos sectores: la minería y la logística.
Como bien sabe, el IoT es un campo amplísimo. ¿En qué desarrollos se ha especializado Torsa?
En el caso concreto de la minería estamos sensorizando la operación, la extracción de los minerales (no el procesamiento). Toda la información que proporcionan nuestros sensores la mandamos a nuestros servidores y con nuestra plataforma Torsa Cloud se la presentamos al cliente de una forma ágil y sencilla. En definitiva, le acompañamos y le ayudamos a optimizar su operación minera.
Por resumir, Torsa ofrece hoy dos grandes productos a partir de datos: en primer lugar, un sistema anticolisión que detecta las interacciones de vehículo a vehículo, avisando si hay un riesgo de accidente; y también un sistema de monitor de vibraciones con el que el cliente puede controlar las vibraciones a las que están sometidos los operarios en su maquinaria y alertar, de forma preventiva, de posibles riesgos para la salud en las cervicales o en la parte baja de la espalda.
Entiendo entonces que sus soluciones van más enfocadas a la salud laboral y a la prevención de accidentes que a la búsqueda de mayor eficiencia o rendimiento operativo, ¿no es así?
Sí, pero esto es como todo en el IoT. Lo importante son los datos. Y una vez los tengas, puedes hacer lo que quieras con ellos. Me explico. Con la implantación de nuestras soluciones tenemos beneficios de segundo orden. Por ejemplo, con los datos de vibración se pueden hacer mapas calientes: intensidad de las vibraciones, cuándo se han producido estas (a través de un reloj en tiempo real), dónde se han originado (gracias a un GPS), etc. Puede ser, por ejemplo, que pasen por ese tramo muchas máquinas y que solo se detecte exceso de vibración en una de ellas. Está claro que algo pasará con esa máquina. Puede ser, por ejemplo, por una mala operativa del conductor (habrá que formarle convenientemente para evitarlo) o por un desgaste excesivo de las ruedas, que requiera de una sustitución. Es decir, nuestros datos también pueden ayudar a mejorar el mantenimiento preventivo de los vehículos.
¿Y qué pasaría si todos los equipos arrojan datos de excesiva vibración en un tramo? Que el problema no estaría en los vehículos sino en la superficie por la que circulan. Estos datos llevarían a reacondicionar el terreno no solo para mejorar la salud de los trabajadores sino también para reducir el desgaste de los neumáticos y minimizar así los costes operativos y de mantenimiento.
Tenemos estudios que demuestran cómo el uso de las ruedas, por mantenimiento preventivo de las pistas, se puede incrementar hasta en un 50%. Pueden pasar de 3.000 a 4.500 horas de servicio. Además de reducir con estas actuaciones hasta en un 80% las bajas de los operarios.
Presentación de las soluciones Torsa realizada por Gabino de Diego a un grupo de profesionales de la minería encabezado por Luis Vega, director facultativo de Cobre Las Cruces y presidente de Aminer (primero por la izquierda).
¿Y con el sistema anticolisión también detectan alguna ventaja colateral?
Sí, lo más evidente es que reduces las paradas. Un choque entre vehículos supone una investigación, posibles averías, tiempos de inactividad… Y eso, para una mina, es mucho dinero.
¿Tienen implementadas sus soluciones en alguna explotación minera de Andalucía?
Sí, en Cobre Las Cruces ya hay varios vehículos que están trabajando con nuestro sistema de monitor de vibraciones.
Imagino que Torsa se ocupa de la instalación y puesta en marcha de estos sistemas, ¿no es así?
Torsa, como fabricante de hardware y software, ofrece un servicio integral, controlando al 100% la calidad de nuestros sistemas. Al cliente le hacemos desde el diseño de la solución hasta su instalación, incluyendo su mantenimiento. Por ejemplo, nuestra filial de Perú tiene técnicos trabajando en la mina las 24 horas de los siete días de la semana para dar respaldo en todo momento al cliente.
El IoT sigue originando mucha controversia en el sentido de la propiedad de los datos: ¿a quién le pertenece la información que extraen sus sensores? ¿Cómo actúa Torsa en este sentido?
Los datos son propiedad intelectual del cliente, son suyos al 100%. Aunque es cierto que hay algunos que nos facilitan el acceso a esos datos para optimizar el mantenimiento. La plataforma web Torsa Cloud, que no requiere ninguna instalación, permite al usuario acceder rápidamente a la información, elaborar informes, analizar vehículos y tramos, etc. Una vez que le hacemos la instalación, nos sentamos con los clientes y realizamos una labor de consultoría para que puedan sacar el máximo provecho a nuestras soluciones.
Pero en esta línea que comenta hay otro factor que también hay que tener en cuenta, la ciberseguridad, la protección de esa información para que no se la roben. Y en este sentido prefieren tener el servidor en sus instalaciones y no en la nube, porque aunque esta te ofrece mayor flexibilidad, lo ven como un riesgo.
¿Tienen ya algún caso de éxito con su sistema anticolisión en mina subterránea?
Estamos empezando ahora con esta solución, haciendo pruebas piloto en Chile. Nuestro objetivo es poder lanzarlo en el primer trimestre de 2023. Y en superficie, por ponerle un ejemplo, en la explotación de la Compañía Minera Antamina (Perú) hemos logrado reducir significativamente las colisiones con la implantación de este sistema.
Cuando se habla de seguridad y de conexiones inalámbricas siempre surge el miedo al qué pasará si se interrumpen las comunicaciones. ¿Tienen esto solventado de alguna forma en Torsa?
Nuestro sistema opera en local, no podemos basarnos en mandar la información a un servidor para que luego sea este el que tome las decisiones. Tenemos capacidad para recibir la información de todos los sensores y tomar las decisiones de forma local. Sí es cierto que para el volcado de los datos hace falta conectividad pero tenemos memoria en todos los elementos del sistema para guardar esa información temporalmente y transmitirla cuando se recupere la conexión, en caso de que se haya visto interrumpida. La fiabilidad del sistema es del 100%.
De cara al futuro más inmediato, ¿están trabajando en alguna otra solución que nos pueda adelantar?
Tenemos un piloto, también en Chile, para aplicaciones de fundición, donde hay otro tipo de equipamiento como puentes grúa, toros, etc. que requieren una solución específica. En realidad ya se podría aplicar el sistema anticolisión que ya tenemos en el mercado pero no termina de ser rentable para equipos que son mucho más económicos. No es lo mismo aplicar un sistema Lidar a una pala que vale 12 millones de euros que a una pequeña carretilla elevadora, por ejemplo. En nuestro roadmap está crear una familia de sistemas anticolisión de menor a mayor coste para atacar los diferentes mercados. De hecho, ya tenemos una versión más económica para los vehículos más ligeros (pick up, camioneta…) que circulan por la mina.
Por último, y ya que estamos en el MMH, ¿qué expectativas se han creado con su presencia en este salón?
La verdad es que este es un foro espectacular para dar a conocer nuestras tecnologías, de las que estamos muy orgullosos que se hagan en Málaga. La idea es salir del Salón con el objetivo que Torsa sea aún más conocida y evidenciar que en España hay también empresas desarrolladoras de tecnología muy buenas.