Tecniberia analiza con expertos del sector sanitario los principales retos en la actualización y el desarrollo de nuevas infraestructuras
El sistema sanitario español, y por ende su capacidad hospitalaria y de atención primaria, está siendo puesto a prueba por la emergencia causada por la pandemia del COVID-19 y está evidenciado la necesidad de que este avance hacia una reformulación y una mayor complementariedad del sector público y privado con un modelo consensuado de actuación. Sobre este eje ha versado la mesa redonda 'La ingeniería y las infraestructuras hospitalarias: un reto de actualización', organizada recientemente por Tecniberia.
“Cuestiones como la alta especialización del personal sanitario, la descentralización de los servicios, la flexibilidad para aumentar la capacidad de atención, la industrialización de la construcción sanitaria, la dotación de equipos y el desarrollo de infraestructura hospitalaria adecuada, hacen que el mundo de la técnica, la ingeniería y arquitectura, quieran contribuir en la búsqueda de soluciones”, así lo destacó Joan Franco, presidente de la Comisión de Edificación y Agenda Urbana de Tecniberia, en el arranque del evento.
En la primera mesa de infraestructuras hospitalarias públicas Alejo Joaquín Miranda, director general de Infraestructuras Sanitarias del Sermas de la Comunidad de Madrid puso de relieve el importante papel que ha tenido la ingeniería y la arquitectura en la crisis sanitaria, liderando el reacondicionamiento de hospitales madrileños para adaptarlos a las nuevas necesidades, quien además declaró que “se han venido tomando decisiones muy rápidas en los últimos meses y actualmente se avanza en el desarrollo de nuevas infraestructuras de soporte sanitario, pero siempre con la base de la experiencia, agilidad y conocimiento de la ingeniería”.
En la segunda mesa de infraestructuras hospitalarias privadas Ignacio Narváez, jefe de Ingeniería del Grupo Vithas, destacó que “haría falta reforzar la coordinación global público-privada, y para ello una buena herramienta son los conciertos o convenios. Y que la sanidad privada dispone de mayor flexibilidad de actuación al no estar supeditada a la LCSP.”
A lo largo de la jornada se apeló por la necesidad de planificar y elevar la inversión en infraestructuras hospitalarias resilientes y sostenibles que permitan dar soluciones a largo plazo, algo que sería sin duda más económico que el coste que se ha tenido que afrontar en la actual crisis sanitaria. Asimismo, se constató que resulta fundamental mejorar la coordinación entre el sector sanitario público y privado, pasando por contar con un sólido plan de reindustrialización y una cartera de proyectos que permita fijar sus prioridades y abordar mejor los retos del futuro.
Asimismo, se insistió en que la nueva infraestructura hospitalaria va a precisar aún más de la integración de elementos como la digitalización, el big data, metodología BIM, la sostenibilidad y eficiencia energética, como ejes de innovación en la era post-COVID-19. A tal respecto, se ha señalado el papel fundamental de la ingeniería y la arquitectura basado en su capacidad y experiencia para alinearse a las nuevas tipologías de infraestructuras hospitalarias que se demandan y que requieren flexibilidad, adaptabilidad al cambio y mayor tecnología, por citar algunos, así como la consideración de un modelo de infraestructura que pueda hacer frente al carácter accidental asociada a las pandemias.
Finalmente, Araceli García Nombela, secretaria general de Tecniberia, concluyó las siguientes reflexiones en la línea de lo apuntado a lo largo de la jornada:
- Las obras hospitalarias son inversiones, no gastos, con un claro retorno a la sociedad.
- Es necesario disponer de una biblioteca de proyectos que permita pensar y consensuar con todos los actores intervinientes en la concepción, ejecución y explotación de la infraestructura hospitalaria.
- El coste del proyecto hospitalario es muy bajo frente a la inversión total a acometer en la ejecución y la explotación y piedra angular del futuro éxito de la misma.
Las mesas redondas contaron además con las empresas de ingeniería Ayesa, BAC, Fhecor, Typsa, y los estudios de arquitectura Argola y Pinearq, todas ellas con amplia experiencia en la concepción, diseño y ejecución de infraestructuras hospitalarias en todo el mundo.