Advanced Factories nombra Castilla y León como Región Industrial Europea de su octava edición
Valladolid se convirtió el pasado 7 de marzo en punto de encuentro para el sector industrial para debatir y analizar el papel de la automatización, la robótica y la digitalización en la mejora de la productividad, así como la implementación de estas tecnologías por parte de las pymes industriales castellanoleonesas, en una jornada organizada por Advanced Factories. El evento especializado en automatización y robótica industrial del sur de Europa ha nombrado Castilla y León como Región Industrial Europea de su octava edición, que tendrá lugar del 9 al 11 de abril en Barcelona.
En palabras de Mariano Veganzones, Consejero de Industria, Comercio y Empleo de la Junta de Castilla y León, “desde que llegamos al gobierno de Castila y León nos propusimos poner a la industria por encima de cualquier cosa, ya que es clave en el liderazgo de la comunidad. Contamos con 11.000 empresas industriales, con una facturación de 42.000 millones de euros y un VAB de 12.000 millones. Son cifras que nos hacen pensar que la industria de Castilla y León necesitaba un reconocimiento”.
Albert Planas, director general de Advanced Factories, explica: “Contar con Castilla y León como Región Industrial Europea de esta nueva edición es un honor, ya que la región es un referente en el sector industrial. Por eso, queremos brindar la oportunidad a la industria de Castilla y León de dar a conocer sus proyectos en Advanced Factories, donde se reúne la mayor comunidad industrial del país, y mostrar que es un territorio donde invertir e instalar nuevas empresas y plantas de producción”.
Automatización y talento, el binomio para mejorar la productividad industrial
En los últimos años, la automatización y la robótica ha supuesto una reinvención para el sector industrial. Una transformación de procesos en la industria que ha ido de la mano con una reinvención de los puestos de trabajo y del talento. “La automatización es un camino que debe seguir toda la industria para aumentar la productividad”, señala Borja Temiño, de ABB, durante la jornada celebrada en Valladolid. Ahora bien, para implementar esta tecnología de manera exitosa, el talento es clave. “Tenemos mucha tecnología a nuestro alcance, pero debemos saber incorporarla en nuestros procesos y el personal debe estar formado para utilizarla”, apunta Esther Porras, de Aciturri. En este sentido, la industria de Castilla y León es puntera gracias al “talento y a la buena formación y a su compromiso con la productividad gracias a la automatización”, añade Temiño.
La automatización industrial no solo mejora la productividad, sino que contribuye a la reindustrialización de nuestro país. “Antes, cuando hablábamos de grandes producciones, salía más a cuenta ir a otros países con un coste de producción más barato. Ahora, con la tecnología y la flexibilidad que ofrece la automatización, somos capaces de adquirir nuevos proyectos que de otra manera se irían a otro lugar”, sostiene Jaume Albareda, de HP. Y es que la automatización permite estandarizar procesos, ganar tiempo y optimizar. En este punto coincide Ángel García, director general de Industrias Maxi: “La automatización permite que una tarea compleja y que requiere un gran esfuerzo, se consiga de forma más fácil”. Es por ello que, como bien dice Albareda, “no invertir en automatización sería un error”. “El ecosistema nos exige ya estar conectados y digitalizados, no hay otro camino posible”, añade Miguel Lechón, de Michelín.
La transformación desde fábricas conectadas, a inteligentes y autónomas
La fabricación avanzada ha pasado por diferentes etapas en los últimos años. Primero hablábamos de fábricas conectadas, gracias a conectar máquinas con sensores y tecnología IoT. Después, gracias a la recopilación de estos datos y a la IA y Machine Learning, pasamos a las fábricas inteligentes, que permite mejorar la toma de decisiones. “Ahora mismo creo que ya estamos en esta fase de fabricas inteligentes, que nos permiten tener datos en tiempo real para hacer un control de calidad, conocer como están funcionando los procesos y ver como podemos optimizarlos”, destaca Carmen Iglesias, CEO de Keylan. Ahora, el siguiente paso es avanzar hacia las fábricas autónomas, es decir, que las máquinas funcionen por si solas. “Esta autonomía tiene que ir de la mano de las personas, que tecnología y personas convivan, y por eso apostamos por la tecnología colaborativa”, apunta Iglesias.
Sin embargo, esta última fase de fábricas autónomas todavía es un reto que conseguir. “Nosotros estamos en un punto en el que tenemos muchos datos, pero todavía no sabemos muy bien como analizarlos ni gestionarlos para que nos ayuden a mejorar procesos. Creo que todavía estamos lejos para llegar a estas fábricas autónomas, ya que además esto supone también un cambio cultural dentro de muchas empresas”, concluye Angélica Medina, de la Fábrica de Burgos de Adisseo. Además, esta conectividad en las fábricas obliga a invertir y formarse en ciberseguridad.