Zoller abre su Academy Smart Factory para que sus clientes les pongan a prueba
La Smart Factory de Zoller en Pleidelsheim, situada a 30 km de la ciudad alemana de Stuttgart y una de las más importantes en cuanto a potencial industrial, abrió sus puertas en 2020, el año del 75º aniversario de la compañía, convirtiéndose en el centro neurálgico de contacto entre empresa y clientes. Además del espacio de formación, Zoller ha diseñado el centro para ser un completo centro de exposición y demostraciones, donde atender a sus clientes y retarlos a comprobar, in situ, la capacidad de medición de sus soluciones. Además, ha sido también el espacio desde donde la empresa ha podido realizar las presentaciones virtuales y formaciones online durante los largos meses que la COVID ha mantenido a los clientes a distancia. Hoy, sin embargo, ya vuelve a estar abierto y es el perfecto complemento de la instalación que Zoller inauguró en plena pandemia: más de 30.000 m2 —triplicando el espacio hasta entonces— donde, además del centro de demostraciones, se encuentra la planta de I+D, producción, montaje, preparación de pedidos, y por supuesto, de prototipos de los próximos lanzamientos.
Swen Hamamn, CEO de Zoller Ibérica, ante la maqueta de la nueva planta en Alemania, en el edificio Academy Smart Factory.
La Smart Factory de Pleidelsheim, además, está organizada por tecnologías, de modo que los visitantes pueden ver las soluciones más adecuadas en automatización y carga automática de herramientas, torneado, rectificado o mediciones especiales, o todas las posibilidades en presseting que ofrece la empresa. Pero lo cierto es que la exposición es solo una parte del total que Zoller puede ofrecer. Como comenta Swen Hamann, CEO de Zoller Ibérica, “la medición en torneado, por ejemplo, es diferente en cada caso y por ello podemos ofrecer soluciones especiales”.
Es el caso de la ThreadCheck, para medición de machos; la Genius para las comprobaciones finales en la fabricación de herramientas —equipada además con el software más avazado, Pilot4; o la MyFocus, expuesta en tres versiones y diseñadas para medir el redondeo o la rugosidad. También pueden verse en funcionamiento el sistema robótico Cora, la Venturion 450, el organizador de herramientas Tool Organizer, Hyperion 300 y 500, la SmartCheck 450 y diversos modelos de la gama Pom, especialmente útil para los fabricantes de herramientas, durante el proceso de producción. Cabe señalar que las soluciones de inspección y medición son las más demandas por los mercados español y portugués.
Y es que Zoller tiene definidos dos tipologías claras de clientes: Los mecanizadores propiamente, que necesitan realizar el presseting, y los fabricantes de herramientas y maquinaria. Los primeros, deben entender las ventajas que les aporta este presseting, que es necesario invertir en I+D y en innovación interna, “mejoras tecnológicas que los convierten en más competitivos”, explica Swen Hamann.
Hacia la fábrica 100% automatizada
En el área dedicada a la automatización de Zoller, los visitantes podrán ver cómo se abre ante ellos una puerta al futuro.
Zoller ha desarrollado un proyecto para una empresa aeronáutica norteamericana consistente en una planta totalmente automatizada y en la planta de Zoller Alemania puede verse en directo todos los equipos que conforman el proyecto. Se trata de una instalación que simula todos los movimientos que debería hacer un operario en un taller para mover, medir, comprobar, limpiar... las herramientas. El objetivo es lograr la automatización total del movimiento de éstas en una planta de producción. Para ello, cuentan con Load Box, una nueva solución robótica que carga el carro de herramientas que, de manera autónoma mediante el sistema Cora de vehículos AGV, se moverá por el taller.
También interviene Robobox, un sistema robótico que monta, limpia y mide automáticamente las piezas. Es decir, recepciona los componentes y extrae la herramienta de trabajo completa. En este caso también entra en juego el software TMS (Tool Management Solutions), que controla la inmensa diversidad de herramientas y portas disponibles en el mercado.
El equipo Robobox cuenta con una parte estándar, pero con 6 módulos laterales configurables, según las necesidades del cliente y en base a las herramientas que usa, además de ir equipado con un robot Fanuc.
Más que control de stock
Durante la visita al centro, los invitados pueden ver también las ventajas del software y hardware Zoller-TMS para la gestión de herramientas, “no solo de control de stock”, puntualizan. Se trata de una solución que permite el control total de las herramientas existentes, tanto en el almacén como en las máquinas o “dando vueltas por el taller”, compartiendo la información entre herramientas, CAM y máquinas. Una solución cada día más necesaria, teniendo en cuenta que las herramientas son quizá uno de los costes variables más importantes en un taller.
Con TMS Tool Management Solutions, Zoller ofrece tres paquetes modulares adaptados a las necesidades de cada cliente, fáciles de instalar e incluso de ampliar, permitiendo gestionar las herramientas desde la oficina o directamente en el dispositivo de ajuste y medición, almacenar los datos en la base de datos central e integrar sistemas externos con facilidad. Además, las funciones se pueden ampliar gradualmente mediante módulos.
Calidad certificada
Las máquinas Zoller cuentan con la acreditación DAKKS, el equivalente en Alemania a la agencia ENAC, de modo que los usuarios de estos equipos pueden realizar sus informes incluyendo esta certificación. Igualmente, cuentan con el sello TÜV sud de seguridad laboral.
También el montaje y la logística ganan espacio
Como no podía ser de otro modo, ampliar instalaciones permite repensar y rediseñar el espacio de trabajo de toda la empresa. No sólo producción y no sólo demostraciones sino también entre bambalinas. Así, puede verse el sistema de ensamblaje de los equipos, diseñado para agilizar y optimizar estas tareas al máximo. El montaje se realiza en dos modalidades, según el tipo de máquina a montar. Los de mayor tamaño cuentan con una estación de montaje única, donde se integran todos los componentes y sale el equipo completado. Las unidades más pequeñas, en cambio, siguen un circuito de montaje lineal.
En ambos casos, la zona de montaje es exclusivamente de equipos vendidos. Zoller no monta para tener stock, puesto que la personalización es cada vez más demandada.
Todas las piezas están trazabilizadas, mediante el sistema de picking integrado en la zona del almacén, donde cada pedido tiene un carro de piezas, de modo que se evita un posible cruce.
Cabe señalar que en la zona de montaje existe también un espacio designado, para las nuevas máquinas que lanzarán próximamente para el sector del mecanizado, pero que siguen siendo una incógnita y de las cuales no nos dieron ninguna pista… Así que deberemos esperar con paciencia.