Mario Armero pone fin a su etapa como vicepresidente de Anfac
Mario Armero ha decidido poner fin a su etapa al frente de la Asociación Española de Fabricantes de Vehículos y Camiones (Anfac) para darle un nuevo rumbo a su carrera laboral. El vicepresidente continuará en el pleno desempeño de sus funciones hasta finales de año para garantizar una sucesión ordenada en la gestión.
El presidente de Anfac, José Vicente de los Mozos, resalta la labor de Mario Armero estos ocho años. “Su trabajo ha conseguido modernizar la asociación y situarla como una de las principales organizaciones empresariales de España, una posición inestimable para velar por los intereses de la industria de la automoción española y de sus 17 fábricas”.
Armero fue el artífice de la renovación y modernización de Anfac y de su actual posición como una de las organizaciones empresariales con mayor actividad y de más prestigio. Desde su nombramiento, a finales de 2011, Anfac ha incrementado notablemente el posicionamiento y visibilidad de la industria de la automoción en España como un elemento clave y estratégico para el crecimiento económico, la cohesión social y la vertebración territorial. Armero se refiere a esta industria y a sus 17 fábricas como “un legado que hemos recibido de nuestros padres y abuelos y que tenemos que proteger y engrandecer”.
Bajo su dirección, se diseñó el Plan Tres Millones, una apuesta y compromiso industria-Gobierno-sociedad con la producción de vehículos en España que sirvió, no solo para evitar deslocalizaciones en los años más duros de la crisis, cuando la fabricación cayó a la mitad de las unidades, sino para volver a situar a España en el top 10 de fabricantes a nivel mundial, intensificar las inversiones y proteger el empleo.
Anfac también sacó adelante, entre 2013 y 2016, los planes PIVE de incentivos a los vehículos eficientes. La renovación del parque automovilístico es el segundo pilar que ha sustentado el trabajo de Armero en estos años y otro de sus objetivos más importantes.
En su última etapa, el directivo trabajó codo con codo con el ministerio de Industria, dirigido por la ministra Reyes Maroto y empujó la aprobación del sistema de correlación del sistema de medición de emisiones de CO2 cuando entró en vigor la normativa WLTP, en agosto de 2018; promovió el nuevo contrato de relevo para favorecer el rejuvenecimiento de las plantillas en las fábricas; pujó en España y en Europa por la transición ordenada y equilibrada hacia la nueva movilidad.
Deja el reto de llevar a la práctica el nuevo plan estratégico Automoción 2020-2040, un proyecto en el que ha colaborado personalmente muy a fondo y que espera sea “la estrategia que sustente e impulse el futuro desarrollo de la industria de la automoción en España, en una senda hacia la Industria de la Movilidad que posicione a las fábricas en el lugar que les corresponde, como segundo productor de vehículos de Europa, a medio y largo plazo”.