Anfac: Los vehículos nuevos de combustión "cumplen la normativa de medición de emisiones más exigente del mundo"
Desde el 1 de septiembre está en vigor la normativa de medición de emisiones europea RDE para todos los vehículos de combustión. Si desde el año pasado las nuevas matriculaciones de vehículos ya cumplen con los estándares de consumo y emisiones que marca la normativa WLTP (consumo y CO2) y RDE (para partículas), desde el pasado domingo los nuevos vehículos cumplen con la normativa RDE para la medición de sus emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx).
La normativa RDE (Real Driving Emissions, por sus siglas en inglés), explican desde Anfac, es la primera prueba a nivel mundial que se realiza directamente en carretera y que tiene como objetivo medir y controlar estas emisiones contaminantes de NOx y partículas en condiciones reales de conducción.
El RDE no sustituye al WLTP (Procedimiento Mundial Armonizado para Ensayos de Vehículos Ligeros, por sus siglas en inglés) sino que lo complementa. Es el estándar más exigente del mundo. Sólo Europa ha implementado controles de este tipo con límites de emisiones que se irán reduciendo con el tiempo. Supone un gran salto en la evaluación de las emisiones de los automóviles y afecta a todos los vehículos de combustión.
En los últimos quince años la innovación tecnológica ha ayudado progresivamente a disminuir los límites de NOx y de partículas de los motores diésel. Los nuevos filtros son altamente eficientes y eliminan el 99,9% de partículas, incluyendo las ultrafinas. Además, los vehículos emiten hasta un 84% menos de NOx que vehículos de hace tres lustros.
Más de 50.000 millones de euros de inversiones
Mario Armero, vicepresidente ejecutivo de Anfac, declaró que los fabricantes han contribuido activamente en el desarrollo de estas normativas durante los últimos dos años “y han invertido más de 50.000 millones en los últimos cinco años en mejorar el impacto medioambiental de los vehículos”. Sin embargo, remarcó que el progresivo envejecimiento del parque automovilístico español, con 12,4 años de media en 2018, no permite que la reducción de las emisiones de CO2, NOx y partículas que las nuevas tecnologías permiten y estas nuevas normas exigen lleguen a la sociedad. “El verdadero impacto en el empeoramiento de la calidad del aire de los centros urbanos proviene del envejecimiento de los vehículos en circulación”, aseveró.
Ana Sánchez, directora general de Ganvam, remarcó que “cualquier modelo nuevo, hoy por hoy, cumple escrupulosamente con las exigencias medioambientales más estrictas. Así se impulsará la renovación del parque, frenando su envejecimiento y mejorando la calidad del aire, ya que lo que contamina es el coche antiguo”.