Los buenos y los malos
Pero la barbarie ha llegado ya y, como es lógico, las cosas para el sector de la máquina-herramienta siguen igual que antes. Claro que es de suponer que nadie esperara que el anunciado ataque arreglara nada, pero sí que redujera incertidumbre, si bien es cierto que la presencia o ausencia de esta última de poco sirve. Porque, por poner un ejemplo, seguro que la caída en la venta de turismos en un 6,6% durante 2002, según datos de Anfac (Asociación Nacional Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones) ha repercutido en la venta de equipamiento y, sin embargo, no parece creíble que una persona decida comprar su coche en función de si se bombardeará o no Irak.
Lo terrible es que siempre existen voces interesadas en confundir, complicar, dejar al menos la sospecha en al aire. Hace no mucho AFM, la Asociación de Fabricantes de Máquina-Herramienta, emitió un comunicado negando que tuviera conocimiento de las exportaciones a Irak de dos de sus asociados. Era la respuesta a la noticia aparecida en diversos medios de comunicación diciendo lo contrario, participando en ese juego innoble cuyas reglas sugieren que el mero hecho de exportar a Irak le convierten a uno poco menos que en una de las claves del eje del mal. Pero aún no siendo cierta la información, pudo ser la antesala de futuras acusaciones. Porque el famoso eje del mal se extiende cual epidemia a los ojos del todopoderoso, y países como Irán y Siria ya han empezado a sonar como miembros de los ‘malos’. Irán, por ejemplo, ha sido objeto de misiones comerciales de fabricantes españoles. Sin ir más lejos, en octubre de 2002 AFM organizó una misión comercial a ese país en colaboración con el Icex. Queremos pensar - in sa’Allah- que si EE.UU. y sus aliados deciden ampliar sus objetivos, las buenas relaciones de la Administración española con la estadounidense sirvan para convencerles de que nos sitúen entre los ‘buenos’. Porque buenos somos, también haciendo máquinas.