Olipes, S.L. - Taladrinas

Olipes

Taladrinas: en continua evolución

Foto de Taladrinas
En términos generales, las taladrinas son sustancias químicas concentradas, compuestas por mezclas de aceites lubricantes y aditivos que aportan las características necesarias para trabajar en forma de emulsión acuosa una vez ha sido diluida en agua. La concentración puede variar entre el 2,5% para altas necesidades de refrigeración y un 15% para necesidades de extrema lubricidad. La selección de la taladrina correcta va a depender del material a mecanizar, de la operación a realizar, así como de la dureza del agua utilizada en el proceso.

La taladrina elegida, dependiendo en gran medida de los aditivos utilizados, tiene que cumplir entre otros los siguientes requisitos:

- Gran control biológico, evitando la proliferación de microorganismos que pueden generar fuertes y desagradables olores, desestabilizar las emulsiones y producir corrosión.

- Uso de aditivos de bajo impacto alergénico, evitando la aparición de dermatitis en los operarios y siempre conforme a la legislación vigente sobre sustancias autorizadas y concentraciones.

- Alto control de espumas, evitando su aparición o eliminándola en el menor tiempo posible.

- Protección contra la corrosión, evitando su aparición en las máquinas y materiales a mecanizar.

- Extrema lubricidad, alargando la vida útil de las herramientas.

Con la entrada de las nuevas legislaciones gubernamentales (REACH, ECHA, TSCA, K-REACH, etc) y promovido por los departamentos de seguridad e higiene de las grandes empresas (aeroespacial y automoción principalmente), se ha limitado de forma importante el uso de una buena parte de los aditivos tradicionales (de potente acción destructiva pero con efectos nocivos para la salud), quedando operativos unos pocos aditivos y en unas concentraciones de uso muy reducidas, teniendo que recurrir a otros de inferiores prestaciones y/o de coste mucho más elevado. Como consecuencia de estos cambios normativos, se ha perdido parte de su efectividad, generándose un gran problema de cara a la durabilidad de las nuevas emulsiones, encareciéndose de forma importante los precios de los nuevos productos fabricados con aditivos alternativos.



En estas nuevas condiciones y para alargar la duración de las emulsiones, cada vez se hace más necesario controlar y mantener mucho mejor las taladrinas en uso y para ello es necesario:

- Reducir al máximo la contaminación por aceites usados (de aceites hidráulicos y de guías), colocando si fuera necesario sistemas de extracción que los eliminen.

- Evitar al máximo la contaminación orgánica, manteniendo la máxima limpieza posible en el sistema.

- Evitar las virutas en suspensión, instalando sistemas de filtrado y extracción.

- Controlar que las temperaturas de la emulsión estén por debajo de 30 ºC y nunca sobrepasen los 35 ºC. Para ello habrá que modificar los caudales de trabajo y/o colocar sistemas de refrigeración.

- Anotar diariamente el aspecto, color y olor de la emulsión así como determinar por refractrómetro las concentraciones, reponiendo con emulsión nueva a su debida concentración para mantenerlas siempre dentro de sus valores óptimos.

Nota: para conseguir una mayor capacidad bioestática de la emulsión se recomienda trabajar a concentraciones entre un 2% o 3% superiores a las habituales.

- Medir y anotar diariamente los valores de pH (mínimo semanal) mediante ph-meter digital, para que nunca se encuentren por debajo de sus valores óptimos.

- Periódicamente o cuando se crea conveniente, enviar una muestra a nuestros laboratorios para determinar su estado bacteriológico y otros análisis determinantes.

Se recomienda igualmente realizar las reposiciones mediante dosificadores automáticos. Si esto no fuera posible, preparar la emulsión siempre en un recipiente limpio y en la debida concentración, añadiendo la taladrina sobre el agua y agitando enérgicamente. Nunca añadir directamente agua o taladrina pura a la emulsión.

En Olipes, empresa con más de 25 años de presencia en el mercado industrial de lubricantes, y de la mano de STRÜB, su partner suizo especializado en fluidos para el mecanizado con 100 años de experiencia en el sector, ofrecen al mercado todo tipo de productos y soluciones adaptables a cualquier situación, por difícil y extrema que parezca.