Gracias a la tecnología RFID se facilita el reconocimiento e identificación de datos de una manera fácil, cómoda y económica.
Se pueden encapsular microchips de RFID en multitud de productos, adaptarse a cada aplicación y necesidad.
Los productos más habituales donde se suelen encapsular los microchips RFID son pulseras de silicona o nylon, tarjetas y etiquetas de diferentes formas y tamaños y llaveros y colgantes para llaveros.
Entre las múltiples aplicaciones del RFID se encuentran: