5 puntos claves a tener en cuenta ante la crisis
23 de abril de 2010
1. Opino que en España, en general, no ha habido tradición exportadora por parte de las empresas. Es evidente que hay empresas exportadoras, pero no en la medida que existen en otros países europeos como Francia, Italia, por supuesto Alemania, entre otros. De hecho, se ha producido un acomodamiento por parte de las empresas, ya que el negocio ha funcionado bien durante muchos años gracias únicamente a la demanda interna del país. Este acomodamiento ha generado una inercia negativa, ya que no se han invertido esfuerzos personales y económicos para exportar y así poder resistir las posibles recesiones venideras. Sería interesante, por tanto, que las empresas recibieran ayudas a la hora de formar a sus trabajadores, de cara a afrontar los mercados internacionales con mayor seguridad.
2. Actualmente la imagen que está dando España en el exterior no es positiva y condiciona la trayectoria de las empresas españolas en el extranjero. De hecho, la lamentable imagen que estamos dando de cómo nuestro país está afrontando la crisis, ya que las cifras de desempleo son un indicador que no engaña, obliga a las empresas a hacer un esfuerzo adicional para que el cliente extranjero mantenga su confianza en la empresa española, teniendo que convencerle de que sigue siendo seria y profesional.
3. El I+D en España no está lo suficientemente bien atendido. Mientras que en el resto de países los presupuestos para investigación aumentan, en España disminuyen, ya que aquí parece ser que si no se encuentran temas que generen empleo a corto plazo no sirven. El futuro se debe basar en la tecnología, pero es evidente que la tecnología es una apuesta a medio largo plazo. Luego no tendremos derecho a lamentarnos cuando otros países estén en mejor posición con respecto al nuestro.
4. Deberían destinarse más recursos para mantener la industria ya existente y que ahora está pasando por apuros. En otros países tienen muy claro un concepto que aquí en España no lo parece estar tanto: si se deja cerrar una empresa que tradicionalmente ha tenido un producto o un servicio consolidado, el esfuerzo necesario para mantener esa empresa viva, aunque sea en estado de ‘hibernación’ siempre será muchísimo menor que el esfuerzo que supondrá en un futuro volver a crear una nueva empresa para realizar ese producto de nuevo cuando vuelva a activarse el mercado, eso suponiendo que exista alguien dispuesto a afrontar el riesgo de crear de nuevo esa empresa.
5. Debería existir un mayor control de la competencia en el ámbito industrial. Durante estos últimos años han entrado en España muchas máquinas procedente de países cuyas certificaciones de cumplimiento de las normas CE son de dudosa credibilidad. Así mismo, han sido fabricadas en países en los que el respeto a los derechos del trabajador o a los derechos humanos no tienen cabida. Sin embargo se les ha permitido entrar en competencia con fabricantes que sí cumplen con todas estas obligaciones. Es realmente imposible competir en precios ante este parque de maquinaria, que por otra parte no genera riqueza para el país pues la gestión normalmente es realizada por importadores sin apenas trabajadores en España.
Lo que tengo claro es que la solución actual de realizar inyecciones indiscriminadas de capital en el país para continuar haciendo obras o destinar grandes sumas de dinero de forma directa para salvar algunas compañías no parece ser la solución más correcta, ni mas fiable ni la más rentable para nadie, pues al final la hemos de pagar entre todos.