MetalMadrid muestra nuevos caminos
1 de diciembre de 2009
Ya en su primera edición de 2008 MetalMadrid fue una reunión de empresas con inquietudes afines. Fue un encuentro discreto, que no hizo demasiado ruido, pero la organización del mismo supo recoger entonces el sentir de las empresas que acuden a un encuentro, feria, evento o similar. El equipo de Pedro Carrillo, responsable de la organización, supo hacer los deberes antes, durante y después del evento. Supieron entender lo que las empresas, expositores y visitantes, querían y volvieron a atinar plenamente en la pasada edición del 2009, proporcionando un punto de encuentro real a aquellas empresas que buscaban contactar con el mercado del metal en la zona centro.
MetalMadrid 2009 ocupó una superficie de exposición de más de 2.000 metros cuadrados, un tamaño de exposición muy adecuado que permite una visita rápida, pero también atender a los visitantes tranquilamente, dedicarles el tiempo que se merecen.
Es un foro adecuado para intercambiar opiniones y experiencias en torno a temas que ocupan y preocupan, más aún si se asiste a sus conferencias, que generan un interesante debate con los ponentes y asistentes.
MetalMadrid no es una feria al uso. En ella los stands guardan una uniformidad muy atractiva. Cada stand dispone de un panel diseñado a modo de pared trasera que, a la par que una función decorativa, cumple otra labor informativa, de modo que facilita la identificación de cada expositor y de su actividad de una manera clara. Una consecuencia de este concepto es que los expositores no compiten entre sí por captar la atención del visitante. El visitante de MetalMadrid puede seleccionar fácilmente lo que va buscando, lo cual redunda en contactos de interés para los unos y los otros. Cualquiera que haya expuesto alguna vez en una feria comprende este comentario: buenos contactos y bien atendidos.
En esta ocasión se pudieron ver máquinas haciendo demostraciones prácticas de su funcionamiento en más de 10 stands.
Conferencias de interés
La exposición se completó con un programa de ponencias técnicas que generó el interés y asistencia de gran parte del público asistente, destacando especialmente los monográficos sobre el sector ferroviario y el aeronáutico.
Se pueden considerar la guinda de MetalMadrid. Una buena idea la de plantear ponencias que en tiempos ajustados, ni cortos, ni largos, se desarrollaron a lo largo de los dos días de feria. Fueron interesantes por el contenido en sí, pero también por las conversaciones que suscitaron entre expositores y visitantes.
El formato de MetalMadrid funciona y responde a la pretensión de ser un punto de encuentro para quienes perteneciendo al sector del metal tienen interés en la zona centro. El reto para sus organizadores es precisamente cómo crecer, pero sin perder en el camino sus señas de identidad.