Entrevista a Borja González, técnico comercial de Carinox

Hemos constatado que un 50% como mínimo. Calcularlo es sencillo. Un aumento de la vida de la herramienta (con menos cambios, menos afilados, etc.) conlleva un descenso de la mano de obra dedicada al mantenimiento de la máquina-herramienta. Es un coste indirecto para la empresa, que muchas veces el empresario no tiene capacidad para valorar en su justa medida, además de ser un estudio económico largo y a veces poco rentable. A ese empresario le podemos decir que es una inversión de futuro: los resultados se verán a medio-largo plazo pero la empresa ganará en productividad, ahorrará ‘problemas’ y tendrá una ventaja competitiva para poder ser una referencia en su sector.

Desde Carinox aconsejamos que inviertan en tecnología y en calidad, y en esto, Castrol-BP es líder. El fluido de corte es clave en el mecanizado. Afecta directamente a las siguientes variables de la herramienta de corte: la lubricación de la herramienta, su refrigeración, y su limpieza y la del sistema. Las dos primeras variables repercuten en la vida de la herramienta, es decir en la frecuencia de cambio de herramienta y en la calidad de mecanizado; la tercera incide en los sistemas auxiliares necesarios para mecanizar cualquier pieza.

De esta forma, si el líquido de corte no alcanza un equilibrio entre estas variables, el coste de la pieza a mecanizar se dispara. Cuantos más requerimientos necesita el mecanizado de la pieza (tipo de material, rugosidad, tipo de acabado), más repercute la calidad del líquido de corte en el mismo.

Sinceramente, le dan la importancia justa. Muchas veces nos encontramos con empresas que llevan 20 años con el mismo tipo de fluido… ¡y en 20 años las cosas han cambiado mucho! Los fluidos lubricantes, como todo en esta vida, evolucionan. ¿Cómo? Utilizando aditivos inocuos para el trabajador y el medio ambiente. Aditivos mejoradores de la lubricación y, por supuesto, utilizando bases minerales 100% sin reciclar.

Las empresas mecanizadoras grandes o medianamente grandes le otorgan mayor importancia por la sencilla razón de que pueden tener un proceso más o menos estandarizado y cambiarlo, pero no cambian el lubricante. Hoy en día se tiende al empleo de lubricantes multifuncionales, que pueden ser más caros, pero también más versátiles. El empresario pequeño, tal vez porque tiene una inversión mucho más justa para este consumible, elige el producto de la gama media-baja y si le ha servido en un momento dado, eso no quiere decir que le sirva para el momento actual del mercado, en el que la base del éxito de una empresa está en su rápida adaptabilidad. Si hoy mecanizo sólo acero, debo adaptarme para poder mecanizar aluminio, inoxidable, plástico y realizar pequeños montajes. Las empresas que actualmente trabajan para un único sector se vinculan a nichos de producción que a la larga acabarán desapareciendo.

Según un estudio del gobierno alemán, sólo el 53% del lubricante empleado se recupera y recicla de manera adecuada. Sabemos que 1 litro de aceite usado contamina un millón de litros de agua y que genera una mancha de 4.000 metros cuadrados. Es indudable que contaminan, pero debemos ser consecuentes con ello y reducir los riesgos derivados de su empleo siendo lo más cuidadosos posible. En el caso de que por cualquier circunstancia, se produzca un derrame accidental, lo que se debe hacer es evitar que el derrame llegue a un desagüe, sótano o área reducida. El derrame debe ser detenido y recogido con material absorbente no combustible (como arena, vermiculita o tierra de diatomeas) y almacenarse en un envase para desecharlo a través de un contratista autorizado para su eliminación.

Como todos sabemos los fluidos de corte trabajan dentro de un circuito, y debe estar garantizado que tal circuito no tenga fugas que permitan que la emulsión se derrame. Una vez se cambia la emulsión, si no se dispone de planta de tratamiento propia, el fluido usado debe almacenarse dentro de recipientes apropiados hasta que se proceda a su recogida y posterior tratamiento. Para la recogida de los fluidos de corte usados existen en cada Comunidad autónoma un listado de recogedores autorizados, empresas que envían los residuos a plantas de tratamiento específicas que aseguran una correcta eliminación de los residuos.

Las empresas grandes que se dedican a elaborar productos industriales para la lubricación en la industria metalúrgica hacen cada vez más hincapié en la necesidad de proteger nuestro medio ambiente, diseñando gamas completas de fluidos totalmente biodegradables e inocuos para el trabajador que emplean bases vegetales (de aceite vegetal o de éter insaturado sintético de origen vegetal), sin sacrificar capacidad de lubricado. Estos productos son cada vez más fáciles de conseguir y, por supuesto, BP y Castrol tienen su propia gama. Estos productos se comercializan como Tribol BioTop, Castrol Carelube y Mollub-Alloy BioTop, y ofrecen grasas consistentes, aceites hidráulicos, aceite para engranajes y fluidos de corte totalmente biodegradables.