Tribuna de opinión
¿Es la fabricación aditiva el eslabón perdido de la cadena de suminisitro?
La pandemia del COVID-19 ha expuesto dramáticamente la fragilidad de las cadenas de suministro globales ‘just-in-time’ de hoy en día. El vicepresidente de Ingeniería de MakerBot, Dave Veisz, examina las enseñanzas que se pueden extraer de los acontecimientos recientes para ayudar a construir cadenas de suministro más resistentes en el futuro.
Dave Veisz, vicepresidente de Ingeniería de MakerBot.
En el mundo de la oferta y la demanda, su impacto ha sido igual de llamativo. Una cadena de suministro eficiente es parte integral del éxito de cualquier negocio. Administrarla correctamente acelera la entrega de productos, reduce los costos y evita retrasos que pueden ser costosos tanto para el balance final de una empresa como para su reputación. Independientemente de la industria o el país en que opere una empresa, la gestión de la cadena de suministro debe estar siempre a la vanguardia de su visión, encontrando nuevas formas de obtener productos a un precio más bajo y reduciendo esos plazos tan importantes.
El continuo afán de rentabilidad y ventaja competitiva ha llevado a las empresas a adoptar cada vez más modelos de cadenas de suministro ‘just-in-time’, eliminando la necesidad de mantener inventarios vastos y costosos. Como resultado, las empresas pueden producir productos más rápido, más baratos y más eficientes que nunca. Pero este aumento de la productividad ha tenido un costo. El proceso de recortar las operaciones y eliminar todo lo que no sea la redundancia más esencial ha dejado a las cadenas de suministro vulnerables a las interrupciones de suministro, como se puso de manifiesto de forma clara y dramática con la pandemia COVID-19.
El coste de la inacción
A medida que empezamos a salir de la crisis actual, aunque sea lentamente, es fundamental considerar lo que hemos aprendido de la situación y, lo que es más importante, cómo podemos aprovechar estos conocimientos para construir cadenas de suministro más resistentes en el futuro, sin dejar de garantizar que sigan siendo lo más rentables y flexibles posible.
Planificación para el futuro
Un resultado probable es que los fabricantes exploren cada vez más formas de trabajar con los proveedores más cercanos a su casa. Las cadenas de suministro están globalizadas, incluso para las pequeñas y medianas empresas. Esta complejidad adicional de las cadenas de suministro las hace más susceptibles de sufrir interrupciones en tiempos como estos. El otro factor es que, como se ha mencionado anteriormente, las cadenas de suministro ‘just-in-time’ son excelentes para la fabricación ajustada, pero ‘just-in-time’ significa que hay menos amortiguadores para protegerse contra las perturbaciones. Incluso el cierre de un solo proveedor puede tener un enorme efecto de goteo que puede cerrar las líneas de montaje.
Lo ideal sería que las empresas elaboraran planes que les permitieran abastecerse de piezas esenciales de diferentes regiones (tanto locales como extranjeras). Sin embargo, esto puede ser difícil de hacer para volúmenes más bajos. Aquí es donde entran en escena las nuevas tecnologías, como la impresión en 3D y la fabricación de PCBA, ya que pueden ser una solución de reserva viable para muchos componentes.
La fabricación aditiva pasa a primer plano
Incluso antes de la COVID-19, muchas empresas ya utilizaban la fabricación aditiva para la producción de piezas de repuesto. Entre ellas se encuentran los principales actores de las industrias de defensa y ferroviaria, donde existen grandes barreras para la aprobación, así como en la industria aeroespacial para el mantenimiento y la reparación. La fabricación aditiva elimina la necesidad de utilizar herramientas costosas, lo que permite a los diseñadores imprimir piezas de producción de bajo volumen a pedido con la especificación exacta y en el número exacto requerido, reduciendo el tiempo de espera y protegiéndolas de las interrupciones externas. Utilizando inventarios digitales de piezas de repuesto, los fabricantes pueden desplegar un modelo de producción descentralizado imprimiendo archivos digitales de piezas en 3D directamente en el lugar donde se necesita. La capacidad de imprimir piezas a pedido de esta manera puede reducir significativamente la carga de inventario de las empresas, lo cual, como ya hemos establecido, es clave para reducir los costos de la cadena de suministro.
Cambiar la mentalidad
La falta de conocimiento sobre la fabricación aditiva es otro obstáculo común que encontramos. Como uno de los principales fabricantes de impresoras 3D, es nuestra responsabilidad ayudar a salvar el abismo que aún existe, proporcionando orientación sobre la tecnología apropiada y sus capacidades para asegurar que las empresas puedan hacer una elección informada.
En segundo lugar, ¿quién operará la impresora? Las grandes impresoras industriales requerirán que los empleados tengan la formación necesaria para adquirir las habilidades necesarias para hacer funcionar la máquina. Las impresoras de escritorio de calidad industrial son una alternativa útil, ya que son más fáciles de usar, requieren menos capacitación y pueden configurarse e imprimir piezas casi de inmediato.
Finalmente, ¿cuán rápido necesita las piezas? Las oficinas de servicios ofrecen un recurso útil para las empresas que no quieren comprar una impresora 3D directamente, pero que tienen sus limitaciones. Este tipo de servicios tienen una inversión inicial más baja, pero la flexibilidad se pierde al no poder producir la pieza tan rápidamente como si una empresa comprara su propia impresora 3D. Y, por supuesto, dependiendo de la ubicación de la oficina, la oferta puede verse afectada por acontecimientos imprevistos, como el global al que todos nos enfrentamos hoy en día. Por último, el precio de la pieza es más alto, y normalmente es posible obtener un retorno completo de la inversión para una impresora interna después de sólo unos pocos pedidos de la oficina de servicios.
La impresión en 3D proporciona una solución de recambio viable para muchos componentes.