Entrevista a Manuel García, director general de Serviaire

Serviaire es una empresa experta en soluciones globales de aire comprimido, generación de gases, frío industrial y vacío desde hace más de 15 años. Manuel García, su director general, comenta los diferentes servicios que esta empresa puntera en el sector del aire comprimido ofrece a sus clientes, así como los desafíos a los que tendrán que enfrentarse en el futuro.

Serviaire es una empresa especializada en sistemas de aire comprimido, generación de gases, frío industrial y tecnología de vacío. De todas estas áreas de trabajo se hace uso en la industria metalmecánica. Nuestra propuesta incluye desde el diseño de un proyecto, donde se estudia la solución más eficiente, pasando por el suministro e instalación, y continuando con el mantenimiento que incorpora nuestro servicio SAT 24 horas los 365 días.

Debe ser flexible ajustándose a las necesidades de pureza y caudal que se requieran, en función del tipo de material, su espesor y otras características. Debe ser generado en la propia empresa que hace uso del nitrógeno, sin dependencia del suministro por parte de terceros. Debe evitar las pérdidas en trasvases o las causadas por la merma, cuando la presión de la botella es más baja que la de uso y no se puede utilizar. En suma, calidad y fiabilidad con el menor coste posible.

Siempre aconsejaré un generador de nitrógeno. Como ya indicaba en la respuesta anterior, con un generador de nitrógeno se obtiene el máximo ahorro energético con una menor huella de carbono, más seguridad, más fiabilidad y continuidad de servicio, sin dependencia de otras empresas, y un menor coste del metro cúbico. Además, la inversión en un sistema de generación de nitrógeno se amortiza en un plazo de 12 a 18 meses.

En Serviaire ponemos toda nuestra experiencia al servicio de cada proyecto para obtener la mayor eficiencia y fiabilidad con el mayor ahorro económico posible. El objetivo es conseguir que el corte sea un trabajo de calidad con el menor coste energético. Por ejemplo, en numerosas instalaciones incluimos un controlador maestro que incluye entre otras características un sistema de válvulas inteligentes con autómata para mantener y controlar la pureza y el caudal de nitrógeno, así como funciones para seleccionar y facilitar la producción y acumulación de nitrógeno o aire comprimido en alta o baja presión según las necesidades. Nuestros generadores realizan un análisis continuo de la pureza del nitrógeno asegurando que ésta sea constante, ajustando la pureza a las necesidades reales de cada aplicación.

Podemos afirmar que el agua es generalmente el mayor problema de las instalaciones de aire comprimido, pudiendo atribuirle de una forma u otra gran parte de los problemas de un sistema de aire comprimido. Hasta el 99,9% de todos los contaminantes que contiene el aire comprimido pueden llegar a ser agua, por lo que es obligatorio eliminarla antes de hacer uso del aire comprimido en los puntos de trabajo o para realizar la generación de nitrógeno. El sistema de eliminación fiable más económico es mediante un secador frigorífico, aunque en algunos casos concretos es necesario alcanzar una mayor eliminación de agua y se deben instalar secadores de adsorción. En Serviaire siempre aconsejamos realizar un estudio previo para determinar las necesidades de cada sistema de aire comprimido.

En Serviaire disponemos de un servicio integral de asistencia técnica desarrollado para adaptarse a las necesidades de cada cliente. Nuestro objetivo es ser un aliado estratégico de nuestros clientes con el fin de mejorar su productividad. Los Contratos de Mantenimiento Serviaire proporcionan, entre otras ventajas, la cobertura de posibles averías entre revisiones, así como el acceso gratuito al SAT 24 horas los 365 días del año. En cada instalación se realiza un programa de asistencia a medida, cubriendo inspecciones, mantenimientos y averías, reduciendo los costes operativos con contratos de mantenimiento adecuados para cada planta.

En Serviaire mantenemos contacto diario con clientes y proveedores que abarcan todos los sectores industriales. Y aunque existe mucha preocupación en algunos sectores como puede ser el de automoción, hay que reconocer que en otros sectores como son las industrias químicas, farmacéuticas o de alimentación, se están acometiendo nuevas inversiones y proyectos de ampliación.

En tiempos difíciles, como el que estamos viviendo, es necesario ofrecer fuentes de financiación que ayuden a las empresas a acometer las inversiones necesarias para mantener su competitividad. Serviaire ofrece a todos sus clientes la posibilidad de financiar sus inversiones mediante un Plan Renove, o bien, directamente mediante un renting personalizado conforme a las necesidades de cada empresa. En Serviaire también disponemos de una flota de alquiler de compresores y secadores industriales para aquellas situaciones de emergencia que lo requieran. Además, siempre que un cliente proyecta una nueva inversión en equipos, realizamos un estudio para que con la nueva instalación se obtenga la mejor eficiencia energética y el mayor ahorro económico posible.

Serviaire presta servicio a empresas con actividades esenciales, por lo que durante todos los días con Estado de alarma hemos mantenido la actividad, incluyendo el SAT 24 horas, y hemos adoptado todas las medidas de seguridad y recomendaciones del Ministerio de Sanidad. Y aunque en los primeros días del Estado de alarma se optó por el teletrabajo para los departamentos de ingeniería, contabilidad o administración, estos departamentos ya se han reincorporado en su totalidad, uniéndose a los departamentos de servicio técnico y postventa. El objetivo de Serviaire es mantener la máxima calidad en nuestro servicio preservando la salud de nuestros empleados y de todos nuestros clientes con los que debamos mantener contacto.

Serviaire, expertos en generación de nitrógeno para corte láser

En la industria del corte por láser cada día es más habitual que sean las propias empresas las que generen, in situ, el nitrógeno necesario para la aplicación de corte por láser. Desde hace tiempo, para realizar el corte de metales como acero inoxidable, acero al carbono o aluminio, se utiliza un rayo láser de alta potencia. Cuando se desea que el corte sea un trabajo de calidad, se usa nitrógeno como gas auxiliar para evitar la oxidación de los materiales y también como gas de purga del haz de láser.

Al ser el nitrógeno un gas inerte, crea un entorno sin oxígeno en la zona de corte evitando la oxidación y decoloración de los bordes de metal seccionados, disipando además el calor y ayudando al enfriamiento del material.

Además, el nitrógeno al ser un gas sin contaminantes se aprovecha para evitar que se produzcan alteraciones en el haz de láser manteniendo limpia su trayectoria.

Cuando los técnicos de Serviaire realizan una primera visita a una industria donde se utiliza el corte por láser y dispone del suministro externo de nitrógeno por una empresa gasista, llevan a cabo un estudio en el que se demuestra el ahorro de miles de euros, si se opta por la generación in situ de nitrógeno.

Pero hay muchas más ventajas aparte de la económica. Por ejemplo, podemos modificar la pureza del gas ajustando los costes de producción a las necesidades reales de cada aplicación. Mediante un analizador de zirconio, que posee el propio generador, se realiza un análisis continuo de la pureza del nitrógeno, asegurando que ésta sea constante. Además, se ahorra tiempo y se aumenta la seguridad al no tener que manipular o cambiar depósitos o cilindros externos de alta presión. Otro beneficio es que ya no existe la dependencia de empresas externas que suministren el gas, eliminando pedidos, tiempos de entrega, variaciones de precios, gastos por fugas en trasvases, evitando las pérdidas residuales de gas causadas por la merma cuando la presión de la botella es más baja que la de uso y no se puede utilizar.

Serviaire personaliza, en todos los proyectos, la solución de generación de nitrógeno a las necesidades y características de cada industria y de cada una de sus aplicaciones.

Dentro de la solución personalizada, Serviaire complementa la mayoría de las instalaciones con un controlador maestro que incluye entre otras características un sistema de válvulas inteligentes con autómata para mantener y controlar la pureza y el caudal de nitrógeno, así como funciones para seleccionar y facilitar la producción y acumulación de nitrógeno o aire comprimido en alta o baja presión según las necesidades.

Los contaminantes e impurezas que contiene el aire comprimido deben ser eliminados o reducidos a niveles aceptables si queremos que la instalación de aire comprimido sea segura y eficiente. También hay que tener en cuenta que el agua es generalmente el mayor problema de las instalaciones de aire comprimido, pudiendo atribuirle de una forma u otra gran parte de los problemas de un sistema de aire comprimido. Hasta el 99,9% de todos los contaminantes que contiene el aire comprimido pueden llegar a ser agua.

La cantidad de condensados que se generan en el aire comprimido depende de las condiciones ambiente en las que aspira el compresor. Así, no es lo mismo que una instalación se encuentre en un clima frío y seco donde la humedad relativa y la temperatura ambiente son bajas, a que se encuentre en una zona de costa con una humedad relativa y temperatura ambiente elevadas. En el segundo caso el vapor de agua existente en el aire ambiente es mucho más elevado que en el primero, y por tanto habrá una cantidad mayor de condensados que eliminar del aire comprimido.

Para solucionar el problema del agua en las instalaciones de aire comprimido se utilizan secadores. Los dos principales tipos de secadores son los secadores frigoríficos y los secadores de adsorción. Con la incorporación de un secador en una instalación neumática se consigue reducir la temperatura de punto de rocío del aire comprimido, eliminando posteriormente los condensados generados con la reducción de dicha temperatura. Una vez que el aire comprimido ha pasado por el secador, podemos asegurar que no se producirán nuevos condensados si la temperatura del aire comprimido no disminuye por debajo de la temperatura de punto de rocío a la que ha enfriado el secador.

Como ejemplo, si se reduce la temperatura de punto de rocío del aire hasta un valor de +3 °C, la cantidad de vapor de agua que contiene ese aire saturado es de 5,953 g/m3. Si comprimimos ese mismo aire a una presión de 7,0 bar(g), la cantidad de vapor de agua que contiene el aire saturado es de 0,744 g/m3. Para cada temperatura del aire, estando saturado de humedad al 100%, éste puede contener una cantidad máxima de vapor de agua, y con los distintos tipos de secador lo que conseguimos es disminuir la temperatura del aire comprimido hasta una determinada temperatura, que llamamos temperatura de punto de rocío del aire comprimido, y produciendo como consecuencia la condensación de parte del vapor de agua contenido inicialmente en el aire.

En el caso de los secadores frigoríficos se realiza un enfriamiento del aire comprimido directamente mediante un intercambiador y un circuito de gas refrigerante, ya que la temperatura de punto de rocío nunca es menor de +2 °C. Pero en el caso de los secadores de adsorción donde la temperatura de punto de rocío llega a ser de hasta -70 °C no se realiza un enfriamiento del aire comprimido, ya que se congelaría el agua condensada, sino que se produce una adsorción del vapor de agua al pasar el aire comprimido a través de un material desecante adsorbente, equivaliendo la cantidad restante de vapor de agua en el aire comprimido al valor correspondiente de temperatura de punto de rocío del mismo, normalmente -40 °C.

En la siguiente tabla puede verse el contenido de agua existente en el aire saturado a presión atmosférica a distintas temperaturas de punto de rocío:

Si se quisiera obtener esta cantidad de agua a una determinada presión, se debe dividir la cantidad de agua por la presión absoluta del aire comprimido, como se puede comprobar en el ejemplo explicado anteriormente.

En general, para los requerimientos de calidad del aire comprimido de la mayoría de las aplicaciones neumáticas es suficiente con la instalación de un secador frigorífico. Pero siempre se deben tener en cuenta algunos datos a la hora de definirlo y calcularlo, como son la temperatura ambiente máxima, la temperatura máxima de entrada del aire comprimido al secador, y la presión de entrada del aire comprimido en el secador. Conociendo estos valores, se obtienen unos factores de corrección que se aplicarán al valor del caudal máximo y nos definirán el modelo final de secador que necesita la instalación para asegurar el valor del punto de rocío del aire comprimido.

Dentro de los secadores frigoríficos existen distintos tipos, pudiendo ser de expansión directa, de expansión directa con regulación de frecuencia, de masa térmica, y con sistema de intercambiador con acumulador de calor latente Secopack. En función de las horas anuales de trabajo y requerimientos de la instalación se seleccionará el tipo de secador más adecuado para cada instalación, aunque en cualquiera de los casos los modelos que incorporan el innovador sistema de intercambiador con acumulador de calor latente Secopack son los que están en la cima de la eficiencia energética.

Los secadores de adsorción están compuestos por 2 torres (depósitos) donde se encuentra el material desecante que adsorberá y eliminará la humedad del aire comprimido. Su funcionamiento es cíclico, y mientras una torre está secando el aire comprimido la otra torre está regenerando el material absorbente para retirar la humedad recogida en el anterior ciclo. Existen cuatro tipos de secador de adsorción en función del modo de regeneración, regeneración por aire, regeneración por calor, regeneración por soplante y regeneración por vacío. La selección del sistema de regeneración más adecuado en cada caso está relacionado con los costes de compra, operación y mantenimiento, en función del número de horas anuales de trabajo y el caudal de secado requerido.

También, a la hora de definir y dimensionar un secador de adsorción se deben de tener en cuenta la temperatura máxima de entrada del aire comprimido al secador, y la presión de entrada del aire comprimido en el secador. Conociendo estos valores, al igual que en los secadores frigoríficos, se obtienen unos factores de corrección que se aplicarán al valor del caudal máximo y nos definirán el modelo final de secador que necesita la instalación para asegurar el valor del punto de rocío del aire comprimido.