Aire puro por los aires
Pero el pan y la máquina-herramienta no guardan una relación directa, más allá de que la máquina-herramienta sirva a algunos para llevar el pan a casa. Sin embargo, al acero, esto ya suena más próximo, le pasa como al pan, con la diferencia de que no chinos ni indios comen acero. Pero ojo, que si alguien entiende de aceros esos son los indios. Resulta que el acero y otros muchos materiales habituales en nuestro sector, se han subido al carro del dislate. No es que suban, es que no hay manera de predecir qué va a ocurrir con ellos, aunque uno siempre estará más cerca de acertar si se pone en el peor de los casos. Pida usted su barra de pan o pida su barra de acero, siempre hay un espacio para la sorpresa.
Pero volvamos a los aires, que es ahí donde nos centramos en este número de la revista, con algunos ejemplos de empresas que mecanizan para el sector aeronáutico y también con algunas cifras. La industria aeronáutica y espacial vasca ha visto confirmadas las previsiones favorables de facturación para 2007, con un crecimiento de las ventas del 15 por ciento, alcanzando una cifra superior a 940 millones de euros y superando las expectativas iniciales de incremento de la facturación para este periodo situadas en el 5 por ciento. No está nada mal. A nosotros esas cifras nos afectan parcialmente. Es en los aires donde algunos han encontrado su nicho de mercado, su horno para llevar el pan a su casa. En las alturas, por la misma zona de los precios, la máquina-herramienta encuentra un poco de aire puro entre muchos malos humos. Pan, acero y aviones: un espacio común por los aires.