Sin crisis no hay paraíso
19 de noviembre de 2008
¿Alguien se atreve a escribir algo sin que contenga expresamente palabras del campo semántico de ‘crisis’? En MetalUnivers y en Interempresas -que como ya hemos explicado hasta la extenuación somos los mismos pero diferentes-, con este arrojo que nos ha llevado a lo más alto del podio, nos atrevemos, pensamos que podemos vivir sin hablar de la crisis. Por lo que hemos entendido, la crisis es cuando todo el mundo habla de una cosa y habla tanto y tanto de lo que va a ocurrir que finalmente no se sabe si ya ha ocurrido, si está ocurriendo, si ha llegado o si sólo existe porque se habla de ella. Si la crisis tendría las mismas dosis de protagonismo si nadie hubiera hablado de ella, es una duda con la que nos iremos a la tumba. Iremos a la tumba porque no nos queda otra, no por la crisis, que nadie se alarme. ¿Hay crisis por las subprimes, por la culpa de la aldea global, porque todo el mundo ha vendido basura, porque ha habido una burbuja, porque los que tenían que controlar se fueron a la playa a ganar más y más pasta, porque China no es lo que era, porque ya no hay quien venda un coche, porque la barra de pan está que se sale o porque el pánico al corralito nos atenaza?
Hay crisis, así de rotundos somos, porque esto es el paraíso. Es que ya no podía ser, tanto trabajo, tanta tensión, tanto estrés, tan poco tiempo libre. Tan pocos temas malos de los que hablar. Para los que nos dedicamos a escribir es un chollo, es el paraíso. Hummm, ¿de qué podemos escribir hoy para que alguien nos lea? De la crisis. ¡toma! Ya superamos el tema del cambio climático, ya hemos anunciado el fin del mundo, que por cierto, está al caer, y ahora, al climático, sumamos el cambio de tendencia en la economía mundial.
Pero la cosa es profunda. ¿Hay tanta crisis porque se habla de ella o se habla de ella porque hay tanta? El ninguneo de una cuestión puede atenuar sus efectos, de la misma forma que su exacerbación los puede multiplicar. Un amigo de un amigo, de tanto contar a los amigos lo que le había ocurrido en cierta ocasión a otro amigo, se incluyó finalmente en la historia, a pesar de ser totalmente ajena a él. Es decir, contaba lo ocurrido como si fuera él el protagonista, pero no por mentiroso o por darse importancia, sino porque realmente, de tanto repetirlo, acabó pensando que le había ocurrido a él. Así que la crisis, de tanto mentarla, ha cogido forma, se ha hecho fuerte. Ocupa la pole en la parrilla informativa. Que nadie nos acuse de poco coherentes. Decíamos al principio que en MetalUnivers nos atrevemos a no hablar de la crisis. Y lo mantenemos, pero ya lo demostraremos en otro momento.
Hay crisis, porque sin crisis no hay paraíso y los terrícolas buscamos encarecidamente porciones de vida paradisíacas.