Industria 4.0, ahora o nunca
Desde hace algunos años se oye hablar de forma reiterada en todos los medios de comunicación de la Industria 4.0. Si bien en un primer momento parecía simplemente una puesta en escena de una nueva moda basada en los últimos avances tecnológicos, finalmente se ha consolidado como una realidad de tal magnitud que no se concibe el futuro sin ella.
Una serie de datos económicos de especial relevancia determinan la imperiosa necesidad de llevar a cabo la automatización de nuestras empresas.
Hace ya algunos meses, analizando las estadísticas de los países con un mayor número de robots por cada 10.000 trabajadores de la industria se podía constatar, que éstos contaban con los índices de paro más bajos a nivel internacional.
Recientemente, el Foro Económico Mundial hablaba del sorpaso robótico en el 2025, pronosticando que, con la incorporación de las máquinas inteligentes, éstas asumirán el 52% de las tareas en el entorno industrial. Dicha coyuntura, contrariamente a lo que se pueda pensar, comportará por una parte una pérdida de empleos en todo el planeta de 75 millones aproximadamente, así como la creación al mismo tiempo de unos 133 millones, con un balance positivo, por tanto, de 58 millones de nuevos puestos de trabajo netos.
Estos acontecimientos relacionados con la robotización y la automatización industrial concluyen que la Industria 4.0 representa la mayor revolución que ha existido dentro de la economía y del mundo laboral a todos los niveles. Asimismo, a diferencia de lo que ocurrió en revoluciones industriales anteriores, la increíble velocidad a la que se está produciendo no permite demora.
Es importante destacar que solo aquellas empresas que estén preparadas para esta revolución serán competitivas y sobrevivirán. Pero para poder alcanzar los niveles necesarios de automatización, no solamente será necesario incorporar las tecnologías más avanzadas, sino que también será imprescindible adquirir un alto nivel de formación de los trabajadores acorde a dicha tecnología.
Por todo ello, es de especial importancia fomentar los estudios en las áreas de tecnología industrial y automatización tanto a nivel universitario como de formación profesional, para prevenir los serios problemas que la falta de personal cualificado pudiera acarrear en un futuro no muy lejano.
La implicación de la Administración en este tema es fundamental, ya que sin una buena planificación a nivel estatal que facilite la total automatización de las empresas, dificultará en gran manera que el tejido industrial lo pueda llevar a cabo de forma independiente.
Organizaciones como la Asociación Española de Robótica y Automatización, estamos volcados en este empeño y nuestros asociados son cada vez más conscientes de la urgente necesidad de digitalizar y automatizar nuestros centros productivos.
Nuestro país está todavía a tiempo de no perder el tren de la Industria 4.0, pero empresarios, trabajadores, organizaciones profesionales, universidades y administración debemos tomar consciencia de esta situación sin dilación.