El proyecto Hada supondrá una inversión de 12 millones de euros financiados en un 50%
En el encuentro de este año, convertido en la cita anual de los profesionales e interesados en el sector, Manuel Mulero presentó las tareas más inmediatas que llevará a cabo el proyecto Hada, en el que intervienen actualmente un grupo de dieciséis entidades, de las cuales un 25 por ciento son empresas y centros tecnológicos vascos, lo que en sus palabras muestra la fuerte apuesta de esta comunidad autónoma por esta tecnología. Actualmente participan en el proyecto el Centro de Tecnologías Aeronáuticas- CTA, Tecnalia, Sisteplant y Pigmaly, todas ellas ubicadas en los tres parques tecnológicos existentes en el País Vasco. La agrupación pasará a estar formada en el año 2008 por unas 40 entidades, entre empresas, centros tecnológicos y universidades.
Estas empresas serán las que financien entre el 40 y el 60 por ciento de las inversiones necesarias para desarrollar el proyecto. El objetivo a medio plazo consiste en incorporar a la operación a algún gran fabricante de aviones o helicópteros para alcanzar una proyección internacional. Sin embargo, esto sucederá cuando el núcleo español haya desarrollado el conocimiento necesario.
En el primer trimestre de 2008, se pondrá en marcha el primer Hada a escala reducida, una aeronave bautizada como “Colibrí”, con 1,90 metros de diámetro de rotor, 15 kilogramos de peso al despegue y una carga útil de 6,5 kilogramos, con la que se demostrará su carácter convertible de helicóptero a avión y de avión a helicóptero. La “Libélula”, el prototipo a escala real será un hecho en 2010. Tendrá probablemente un peso de 450 kilos y 6 metros de rotor y otros 6 metros de envergadura de ala y tendrá una autonomía de 5 a 8 horas de vuelo.
Los promotores del proyecto son muy optimistas con los resultados que se espera obtener del Hada, que cuenta con una patente internacional del sistema de despliegue de las alas escamoteadas bajo el fuselaje. Así que el proyecto podría aun ser más ambicioso de lo que hasta ahora se ha planteado y terminar convirtiéndose en una aeronave, tripulada o no, pero capaz de transportar veinte pasajeros.
La principal innovación del Hada, cuyo liderazgo industrial corresponde a la empresa Aries Complex, es la morfología cambiante de la nave, capaz de despegar y aterrizar de forma vertical en un pequeño espacio, en modo helicóptero y transformarse, una vez en el aire, en un vehículo de ala fija. Pero habrá más, porque incorporará materiales compuestos en su estructura, un computador de control de vuelo, antenas embebidas en la propia estructura o un sistema de mantenimiento inteligente predictivo, encargado de prever y solucionar posibles fallos antes de que se produzcan.