Recordando a Antonio Estevan López
En breve se va a cumplir un año del fallecimiento, a la edad de 82 años, de Antonio Estevan López, uno de los fundadores de Vda. de Rafael Estevan Giménez.
Además de ser un gran empresario, que dedicó por completo su vida a trabajar y engrandecer la empresa familiar, Antonio Estevan fue también una persona que sigue siendo muy recordada por su calidad humana, por su apasionado amor por la música y por los vínculos que le unían a su pueblo natal.
La trayectoria profesional de Antonio Estevan López estuvo claramente ligada desde el principio a la empresa familiar. Junto a su hermano Juan Estevan y a causa del imprevisible y pronto fallecimiento del padre, Rafael Estevan Giménez, recogieron el testigo de lo que desde 1928 era un pequeño taller de carpintería.
Sin apenas estudios y con la responsable carga del negocio de la familia, ésta fue una etapa francamente difícil, que culminó en 1965 con un decidido giro en la trayectoria de la empresa. En ese año de referencia para la empresa, Antonio y su hermano optaron por invertir en lo que sería una decidida y sólida apuesta por pasar a ser fabricantes de persianas y perfilería en PVC para ventanas.
Con el paso de los años y gracias a las inversiones en tecnología e infraestructura, la gama de productos fue ampliándose hasta la actualidad, hasta los mismos 82 años de edad en que Antonio permaneció al pie del cañón, como suele decirse.
Los hijos han recogido ahora el testigo, pero en el sólido posicionamiento de Viuda de Rafael Estevan Giménez, LaViuda, como uno de los mayores fabricantes de España en el sector del cerramiento, y que exporta a multitud de países de todo el mundo, mucho ha tenido que ver, sin duda, Antonio Estevan.
Ángel Marco, quien fuera director comercial de Tecnopress ediciones y que mantuvo un contacto muy directo con Antonio, recuerda la influencia que tuvo en sus primeros pasos, hace ya casi 30 años. “Recuerdo mi primera visita a LaViuda, aquella impresión de tener ante ti a alguien que sabes es una referencia en el sector. Siempre recibí un magnifico trato por su parte y manteníamos cordiales conversaciones. A pesar de mi juventud e inexperiencia, siempre confió en mi opinión y, como no, en nuestros medios. Y lo más importante es lo que me aportó, aprendí mucho de él y guardo un muy buen recuerdo”.
Sirva este artículo para recordarle, como empresario y como uno de los renovadores de nuestro sector y, sobre todo, por su calidad humana.