Entrevista a Ana Arce, directora de Internacional e Innovación de Fenin, Federación española de Empresas de Tecnología Sanitaria
Fenin agrupa a unas 1.200 empresas, de las cuales 520 son fabricantes, según sus datos de 2011. ¿Estamos hablando de pymes o grandes empresas?
Principalmente son pymes, en un 80% aproximadamente. Este sector está formado por gran cantidad de pequeñas y medianas empresas.
Esta situación, ¿ha supuesto un hándicap o una ventaja a la hora de competir tanto en el mercado español como en el internacional?
En el ámbito público la agregación de la demanda mediante la centralización de las comprar de la tecnología sanitaria que se está llevando a cabo tanto desde las Comunidades Autónomas como desde la Administración General del Estado, a través de la plataforma de compras centralizada del Sistema Nacional de Salud, representan dificultades añadidas para el acceso al mercado nacional para las pymes.
Es cada vez más frecuente que los concursos públicos exijan que los adjudicatarios suministren grandes cantidades de productos para abastecer a todos los centros sanitarios de una o varias comunidades autónomas, aspecto al que únicamente pueden responder las grandes compañías con una importante capacidad productiva pero que supone una barrera infranqueable para las pymes cuya capacidad suministro no siempre puede atender esta demanda.
Pero la situación de la sanidad privada no difiere demasiado del escenario anterior dado el incremento en la tendencia de la gestión de compras de tecnología sanitaria por parte de grupos de varios centros sanitarios que imponen condiciones a las empresas a las que resulta complicado acceder a las pymes.
En lo que se refiere al mercado nacional, tener que competir contra grandes empresas puede ser un hándicap. Los motivos principales pueden encontrarse en la dificultad para obtener financiación que tiene una pyme, soportar la importante morosidad que hoy por hoy existe, aunque las previsiones son optimistas en este sentido, adaptación a los diferentes sistemas de compra que se plantean desde las diferentes Comunidades Autónomas.
Por el contrario, las pymes españolas están exportando y están incrementando sus cifras de exportación de manera constante desde hace años. Nuestras pymes son muy competitivas en el exterior y aunque también están sufriendo las consecuencias de la crisis principalmente por la dificultad de acceso a la financiación necesaria para soportar toda la actividad que lleva implícita un proceso de internacionalización y por la reducción de la demanda interna de muchos países, mantienen una tendencia exitosa en el exterior.
¿El principal mercado del sector es el servicio de salud público?
No obstante el sector privado ha crecido en los últimos años de forma importante debido a la utilización de fórmulas de gestión privada de la sanidad que resultan cada vez más prevalentes, por tanto, parece razonable prever que el impacto en las ventas del sector privado aumente notablemente en los últimos años.
¿Qué porcentaje de la producción en España se destina a la exportación?
El motivo puede encontrarse en la importante crisis de la Unión Europea, que ha pasado de representar casi el 70% de nuestras exportaciones al 58% actual. Esta circunstancia, por otro lado, ha potenciado la diversificación de nuestras exportaciones, así, aunque la UE se mantiene como nuestro principal destino, las empresas españolas han sido capaces de posicionarse en todo tipo de mercados, con importantes crecimientos en Estados Unidos, Brasil, Japón, Corea, Países Árabes o Australia, país donde porcentualmente, más ha crecido nuestra exportación.
La diversificación en los mercados está logrando mantener nuestras cifras de exportación, e indica que con la recuperación de la UE, volveremos a tasas de crecimiento mucho más elevadas puesto que nuestras pymes están demostrando su competitividad, siendo capaces de crecer en el ámbito internacional en momentos adversos.
¿Y qué porcentaje de tecnología sanitaria se importa? ¿De qué tipo de tecnología estamos hablando?
No obstante, están creciendo las importaciones de productos procedentes de países emergentes como China, India y Brasil, debido fundamentalmente a la utilización del precio como único criterio para la adquisición de tecnología sanitaria, obviando aspectos como la calidad, servicios asociados, etc. A pesar de esta tendencia creciente y preocupante por el impacto asistencial que puede tener, los principales países de los que España sigue importando son Estados Unidos y países de la Unión Europea tales como Francia, Alemania, Italia y Portugal.
En la coyuntura actual, ¿cuáles son los segmentos que están 'tirando' más del carro?
No obstante hay otros sectores potentes como son el de diagnóstico in vitro, electromedicina o dental.
La internacionalización ha ido muy ligada al incremento de la demanda en el mercado exterior. ¿Qué relación se establece entre proveedor y demandante?
Aquí entra en juego la apuesta por la innovación. Según datos publicados recientemente por Fenin, sus empresas dedican del 6 al 7% de la facturación a la I+D+i. ¿Dónde se pone más el acento a la hora de innovar?
Igualmente el estudio pone de manifiesto que las empresas más innovadoras están mucho más abiertas a la cooperación con el resto de agentes del sistema, como el propio comprador, los centros tecnológicos, universidades, hospitales, etc., buscando esas soluciones más adecuadas, en un entorno que llamamos de ‘Open Innovation’ o innovación abierta.