La búsqueda de la competitividad en el mecanizado llega a Asturias
El foro estrella de la Asociación de Profesionales para la Competitividad del Mecanizado volvió a mostrar su poder de convocatoria al llenar la sala de conferencias de Prodintec. Las pymes del mecanizado, tanto de Asturias como de otros territorios; empresas tractoras —en este caso representadas por las asturianas Asturfeito e Idesa—; e instituciones como la patronal del metal asturiana Femetal o la confederación de la que forma parte, Confemetal —representada por Andrés Sánchez de Apellániz, secretario general de la organización y presidente de la Comisión de Directores, fueron de nuevo las protagonistas de la jornada, cuyo leitmotiv es detectar fórmulas para mejorar la competitividad de la red de subcontratación española.
El metal, motor de la economía asturiana
Álvaro Alonso, secretario general de Femetal, Federación de Empresarios del Metal y Afines del Principado de Asturias, abrió la jornada señalando la importancia que el sector del metal tiene en Asturias, destacando su peso en el PIB del principado: “El sector del metal es el motor de la economía asturiana. Y ésta no es una afirmación que se hace con un afán de protagonismo justificado ni de manera aleatoria. Se hace en base, por un lado de datos cuantitativos como es en el peso del PIB, en el número de trabajadores —algo superior a los 40.000—, el número de empresas industriales —superior a las 500—, el 80% del parque de maquinaria de Asturias está en el sector del metal, y el 60% de las exportaciones también recae en nuestro sector”.
Alonso destacó no sólo estas cifras “que por sí solas dicen poco” sino también “las características y aspectos cualitativos de la tipología del sector” que lo hacen tan destacable. “Es un sector netamente industrial y muy diversificado, una de sus grandes potencialidades. Se da un fenómeno en el metal de Asturias difícil de observar en otra región europea que es que tienen lugar todos los procesos: de la propia transformación del mineral al metal —con el acero, el aluminio y el zinc—, hasta la fabricación de bienes de equipo más desarrollados, pasando por toda la cadena de actividades que pueda haber en el sector: material ferroviario, fundición, estructuras, bienes de equipo, fabricación de material eléctrico, recubrimientos metálicos; todo el conjunto de actividades que pueden componer el sector del metal tienen presencia en Asturias”.
El secretario general de Femetal destacó asimismo el alto grado de internacionalización del sector, que destaca además por ser altamente tecnológico, con trabajadores con una formación muy alta, “que a su vez cuentan con un entorno que favorece con el desarrollo de esta actividad”, como son centros tecnológicos como Prodintec, dos puertos de importante tamaño, Gijón y Avilés, una universidad con unas importantes escuelas de ingeniería industrial, etc.
Innovación para que un pequeño taller realice grandes proyectos de ingeniería
‘Procesos de cambio e innovación motivados por la internacionalización y apertura de nuevos mercados’ fue la ponencia impartida por José Carlos González, director de Operaciones de Asturfeito, S.A. Como su título indica, González explicó de qué modo su compañía tuvo que adaptar su idiosincrasia a los nuevos tiempos y a nuevos proyectos que se le fueron presentando, hasta el punto de pasa a ser “de un pequeño taller en 1989, a realizar grandes proyectos de ingeniería de alto valor añadido en la actualidad”. Para Asturfeito, innovar vino de la mano de nuevos productos y nuevos mercados: “¿Cómo una compañía acostumbrada a trabajar con clientes nacionales, en un sector cautivo y muy regional, se ha expandido a trabajar con clientes de los cinco continentes?”. Así, el director de Operaciones de Asturfeito narró cómo su empresa, proveedora de la empresa pública asturiana hace 20 años y que hacía “mecanizado puro y duro”, fue creciendo en técnica y también en mercado. Al simple mecanizado se le añadieron las estructuras mecanosoldadas y la calderería mecanizada y los mercados tradicionales sumaron los emergentes, como el de las energías renovables —eólica y termosolar— y el del oil & gas. Pero sin duda, en el año 2007 “empieza el cambio del ‘Asturfeito antiguo’ al de ‘Asturfeito nuevo’”. Lo que marcó un antes y un después para esta empresa fue entrar en el sector científico, “con unos importantes requisitos de calidad, de documentación, etc. que fue el factor que nos hizo ‘rehacer’ la empresa e innovar dentro de nuestra compañía para adaptarnos a los nuevos requisitos de estos mercados”, explicó González. Desde su entrada en el sector, Asturfeito ha colaborado con destacados proyectos de investigación científica, desarrollando y suministrando los bienes de equipo y los componentes necesarios “para ayudar a conocer más sobre el origen del Universo y sobre nosotros mismos”. González destacó proyectos como el ‘Alma’, por el que Asturfeito ha fabricado 25 antenas para un observatorio en Chile, así como colaboraciones con el Laboratory Steel Structures del European Synchrotron Radiation Facility, el Grantecan (Gran Telescopio de Canarias), el IGN, Instituto Geográfico Nacional de España, y últimamente con las instalaciones de la NASA en Madrid “para una de las antenas que están en funcionamiento y siguiendo al Discovery de Marte”.
Otro sector por el que la empresa apostó en su día es el de ‘oil & gas’, que le suponen “proyectos cada vez más grandes y complicados en los que no sólo se debe crece en cantidad y dimensión sino también en aspectos como la compra de materiales, la complejidad en la soldadura y sobre todo dar servicio a la demanda de clientes tan exigentes como son los de este sector”. En su estrategia de diversificación de sectores, la compañía asturiana está tocando también el sector de la energía nuclear, “gracias al crecimiento tecnológico en lo que son las líneas de soldadura y los refuerzos que ha habido en los recursos humanos en este sentido”.
Tras esta trayectoria, desde Asturfeito pueden dar su versión a la cuestión de ¿cómo innovar? “Innovar no es algo muy complicado, es tan habitual que lo hacemos todos cada día en nuestras empresas. Innovación no es un ‘brain storming’, no es buscar una tecla mágica que nos dé una idea y nos solucione los problemas y tampoco, por supuesto, es sentarnos a esperar. Innovación no tiene nada que ver con un invento, no tiene que ver con la originalidad. Son cambios que hacemos, nuevos productos, encontrar nuevas formas de trabajar en nuestra organización enfocadas al cliente. Hacer las cosas de forma diferente pero dentro del mundo de la empresa: encontrar nuevos productos y formas de trabajar”. Además, añadió el director de Operaciones de Asturfeito, “el componente tácito del conocimiento que se da en la innovación es muy importante. Normalmente las ideas innovadoras no surgen un día cualquiera sino que se producen dentro de un proceso en el cual vamos poco a poco y de forma subconsciente y profundizando. Está muy relacionado con el propio ‘khow how’ de la empresa”.
González aportó un dato muy curioso sacado de un estudio: sólo el 35% de las ideas innovadoras que llegan a buen puerto surgen en tiempo de trabajo; el 65% restante “se nos ocurren en casa, corriendo, haciendo deporte, etc. De ahí que sea importante dentro del mundo de la empresa facilitar el clima para que la gente tenga ideas innovadoras”.
En su caso práctico, Asturfeito dio el paso a la internacionalización y nuevos mercados “vendiendo expectativas. ¿Y cuál es el resorte que nos permite romper la barrera con el cliente y darle confianza en el proyecto. La fe en nuestra organización. Si ofrecemos algo a un cliente y la organización que hay detrás no es sólida no vamos a ninguna parte”. Y, según González, el catalizador de dicha confianza es la transparencia. “En determinados mercados, sobre todo cuando tu cliente sabe más que tú, debes ser transparente; si lo engañas no vas a triunfar. Debemos convencer a nuestros clientes que vamos a hacer algo y cumplir sus expectativas, y para ello nos están pidiendo procedimientos, algo así como ‘dime cómo vas a hacer las cosas’ antes de hacerlas”. Y, según comentó el ponente, la transparencia no es un valor fácil de asumir en organizaciones empresariales ya asentadas. “El calderero o el mecanizador, hasta que no tiene la pieza delante no sabe cómo la va a mecanizar o fabricar. Hemos tenido que adaptarnos a procesos en los que previamente hay que pensar cómo los vas a hacer, decírselo al cliente, generar esa confianza, apoyarse en esa transparencia y finalmente conseguir que el cliente acepte el modo en que lo vas a hacer y esté tranquilo”. El representante de Asturfeito destacó la importancia del jefe de Proyecto, una figura cuya aparición viene aparejada con los cambios en las organizaciones empresariales y que es la encargada de canalizar la información. “El jefe de proyecto es un intelocutor con el cliente y debe ser el líder que lo dirija todo”.
“Para diversificar sectores hay que hacer un salto de calidad”, continuó González, salto de calidad que pasa por trabajar con auditorías, revisión de procedimientos y el control de la documentación, que reforzará la confianza del cliente. “Al final, los clientes nos pedirán que documentemos incluso nuestros errores, cosa que cuesta mucho trabajo de asimilar en organizaciones pequeñas. Hay que notificar las no conformidades porque necesito que mi cliente crea en mí”. Por ejemplo, “las grandes petroleras están ahora mismo obsesionadas con la seguridad, auditando nuestros sistemas de prevención y datos de accidentes. Se están preocupando de la prevención, incluso se preocupan si reciclamos la basura”.
¿Y qué debemos hacer para que se produzca el cambio? “Promover ideas innovadoras, en concursos de ideas y facilitar el clima creativo. Hacer un esfuerzo de comunicación escuchando y esfuerzo formativo en idiomas y en todas las áreas técnicas de la empresa. Además se debe encontrar al sujeto dinamizador, porque siempre hay alguien que es más receptivo; siempre hay alguien que nos va a ayudar. Hay que encontrar a estos sujetos y premiarlos, tienen que sentirse importantes, que su idea ha triunfado”, finalizó José Carlos González.
Cooperación y confianza
La siguiente ponencia —‘La cooperación en el ámbito de la industria’— fue impartida por Daniel Couso, director general de Idesa, S.A. Creada en 1993 como una ingeniería de proyectos con el fin de dar soporte técnico y comercial a un grupo de doce fabricantes de bienes de equipo locales, Idesa también sufrió un cambio similar a la de su vecina Asturfeito, evolucionando con las necesidades y demandas de sus clientes, a fin de satisfacer las mismas. De Idesa, Couso destacó su “gran capacidad ingeniería y fabricación” y por ser conocidos mundialmente por las piezas de grandes dimensiones, hasta 15 metros de diámetro y 800 toneladas, transportadas directamente en el puerto de Avilés desde las instalaciones de fabricación que tiene la empresa allí y que han ampliado últimamente. Como Asturfeito, Idesa también está en el sector oil & gas y en eólica offshore, y en 2012 han marcado récords en contratación: “Si bien hay dificultades, en Asturias hay varios casos de éxito”, destacó.
Como contó su director general, Idesa exporta desde el mismo año de su creación. Su experiencia en mercados internacionales, permite a la empresa tener varias visiones de lo que significa cooperar. “Hay maneras de trabajar muy intervencionistas en el que una parte está muy pendiente de lo que gana la otra; y otra filosofía, más cooperativa. En la red de subcontratación muchas veces la cooperación es un valor añadido y no tiene esa mentalidad de ‘comprador-vendedor’ sino la de ‘somos un equipo’”, comentó Daniel Couso.
Para ello, “es fundamental la confianza, en cómo podemos desarrollar esa confianza y en cómo ser valiente. Esta valentía se basa en analizar pero también en arriesgar; en saber dónde están los límites y utilizarlos”. Para ejemplificarlo, el director general de Idesa echó mano de una cita de Voltaire —‘El que tiene miedo a la pobreza no es digno de ser rico’— “en el sentido que cooperando buscamos esta riqueza. En la cooperación hay que ser generoso y perder ciertos miedos. Debemos valorar ‘el dar algo’, ser nosotros los que damos algo a nuestro socio, ser los primeros en dar el paso. Hay que salvaguardar nuestro 'know how', pero además de valorar el riesgo de dar algo, hay que valorar el riesgo de no darlo”.
Cooperar también pasa por “hacerlo bien a la primera” porque en una relación de este tipo “te pueden engañar, normalmente sólo una vez, pero en contrapartida tú también puedes hacerlo. Mi consejo es dar antes de recibir, actuar honestamente y de buena fe; todo esto a mi entender es fundamental para cooperar”.
También es esencial elegir bien con quien colaborar, “hay que buscar bien a los compañeros con los que cooperar se conciba como ‘sumar’. Por ello, en el ámbito de la industria pasa por exponernos, como por ejemplo hoy, en este tipo de foro empresarial”, destacó Couso. En este sentido, el director general de Idesa hizo hincapié en el papel fundamental que juega entre el empresariado asturiano Prodintec, “perfecto ejemplo de un lugar donde se puede fomentar la cooperación, porque tienen plataformas en las cuales se pueden aprender cosas o conocer socios para colaborar, pueden asesorar a las empresas en dudas tecnológicas o legales, de ayudas económicas, etc. Es un lugar donde surgen muchas oportunidades de cooperación porque hay muchos puntos de contacto, porque es muy dinámico, da muchos alicientes y atractivos al sector industrial”, destacó Daniel Couso.
La fábrica del futuro
El director gerente de Prodintec, Íñigo Felgueroso, dirigió la última ponencia de la mañana, antes del inicio del debate y del Think Tank Aspromec. Creado en 2004, el centro tecnológico anfitrión de la jornada tiene como objetivo potenciar la competitividad de las empresas industriales mediante la aplicación de avances tecnológicos tanto a sus productos como a sus procesos de fabricación y gestión. “Aunque en origen tenía un círculo de actuación local, al nacer financiado por el Principado de Asturias —señaló Felgueroso— nuestro planteamiento es global y para trabajar en el ámbito internacional”.
Durante toda su presentación, el director gerente de Prodintec hizo guiños a los temas que se plantean en el Think Tank Aspromec, valores básicos que se fomentan desde este centro tecnológico. Por ejemplo, sobre el tema de enfoque al mercado y planificación estratégica, Felgueroso señaló que desde su creación, “ya nos orientamos a trabajar para el mercado y para las empresas; innovar haciendo investigación básica estando muy cerca de los problemas que tienen las empresas e intentar a ayudarles a solucionarlas”.
También mencionó el tema de la cooperación, protagonista de la ponencia de Idesa y también uno de los valores que fomenta Aspromec en su debate. “Cada uno tiene que ver cómo cooperar y con quién. Nuestro ámbito de actuación son plataformas europeas de fabricación, micro y nanotecnología, fabricación aditiva; y también proyectos de I+D a nivel europeo y nacional, porque creemos que debemos estar en la ‘Champions League de la I+D’, fomentar contactos y ‘arrastrar’ empresas para que se unan a estos proyectos fomentando este acompañamiento tecnológico”, afirmó Íñigo Felgueroso.
Y estar en la ‘Champions League de la I+D’, pasa por “beber de los ‘gurús’ de Europa que están definiendo estrategias de por dónde tiene que ir la fabricación y el desarrollo de productos para seguir siendo competitivos y no nos vengan los productos de países de bajo coste”. Así, Europa ha definido la agenda de la fábrica del futuro bajo el concepto ‘ManuFuture’, “que nos dice claramente que debemos olvidarnos ya de competir por coste y tenemos que ir hacia productos de alto valor añadido, de altas prestaciones, personalización e incluyendo nuevos modelos de negocio y capital humano. Esta es una tendencia general en Europa en políticas de desarrollo, que indican que todos debemos seguir este camino”. Felgueroso añadió además que esta idea va también en línea de otro de los debates del Think Tank, el de ‘Necesidad de cambio del perfil estratégico de las empresas’.
El director gerente de Prodintec señaló también que desde Europa se está intentando salvar lo que se conoce como ‘El valle de la muerte’, esto es, se desarrollan muchas patentes pero la dificultad llega al momento de sacarlas al mercado, donde saca ventaja EE UU o Corea. Para ello, Europa ha identificado seis tecnologías facilitadoras esenciales (‘KETs Key Enabling Technologies’): Micro y nano electrónica; Fotónica; Nanotecnologías; Materiales Avanzados; Biotecnología; y Fabricación y procesos avanzados. Para conseguir salvar este ‘valle’, el centro reivindica el producto, “el gran ausente en muchas empresas”. “Nosotros nacimos como un centro de desarrollo de productos —señaló Felgueroso— y por ello fomentamos que las empresas lancen al mercado productos propios”.
De todas las tecnologías facilitadoras que se señalan desde Europa, Felgueroso quiso destacar la fabricación aditiva, consistente en la fabricación de piezas a partir de un modelo 3D, sin necesidad de moldes ni utillajes de ningún tipo, mediante la deposición de capas de material y su posterior consolidación, que puede realizarse mediante sinterizado láser, curado por luz ultravioleta o adición de un aglomerante, dependiendo de la tecnología. “La aditiva es una tecnología revolucionaria porque por primera vez se puede fabricar como fabrica la naturaleza: poniendo el material única y exclusivamente donde hace falta; la naturaleza no desperdicia”, afirmó el director gerente de Prodintec.
Entre las ventajas que ofrece esta tecnología están el poder reproducir cualquier geometría que el ser humano pueda imaginar, ofrecer una respuesta inmediata a las cambiantes necesidades del mercado y atender a la creciente demanda de diferenciación y personalización de los productos por parte de los consumidores. “Los resultados son prototipos, son productos finales, en metal, funcionales, en acero, cobalto o aluminio, con posibilidades imposibles para otros métodos de fabricación”. Esta tecnología está especialmente indicada para series cortas, de geometrías complejas y personalizables, sin encarecer el producto. Por ello, La fabricación aditiva tiene especial aceptación en los sectores de medicina (fabricación de implantes médicos, productos ortopédicos y herramientas quirúrgicas a medida y programación y planificación quirúrgica), moldes y matrices (fabricación de piezas con canales de refrigeración internos, insertos o moldes híbridos), aeronáutica y automoción (fabricación de piezas con estructuras aligeradas o canales internos y sometidas a frecuentes cambios de diseño), arquitectura y topografía (fabricación de maquetas) y educación (fabricación de modelos).
Prodintec es el lugar en España con la mayor capacidad productiva en fabricación aditiva. Cuentan con tecnologías de fabricación aditiva para la obtención de piezas en una amplia variedad de materiales: metales (titanio, aluminio, inconel, acero inoxidable, acero para herramientas, cromo-cobalto...), poliamida (pura y cargada con aluminio), resinas (con diferentes grados de gomosidad), material cerámico... Además, sus técnicos son expertos en el rediseño de piezas para aprovechar al máximo el potencial de esta tecnología y conseguir mejorar las prestaciones.