Entrevista a Iñaki Garmendia Urkizu, director gerente de Ega Master

Desde nuestro comienzo primamos la seguridad en el uso de la herramienta, desde la fase misma de diseño. Es uno de los factores principales a tener en cuenta cuando desarrollamos una nueva herramienta.

En la última década hemos dado otro paso estratégico para desarrollar herramientas especiales que mitiguen los riesgos no sólo de su propio uso, sino que reduzcan en lo posible otros riesgos del entorno: herramientas antichispa y dispositivos intrínsecamente seguros para entornos explosivos; aisladas para trabajos en altos voltajes; antimagnéticas de titanio para aplicaciones bajo intensos campos magnéticos; o las herramientas ESD de descarga electrostática controlada para la seguridad en componentes electrónicos.

Prácticamente cualquier sector tiene algún entorno con las características arriba mencionadas: petróleo, minería, químicas, alimentación, destilerías y un largo etcétera requieren la herramienta antichispa; ferrocarriles, fabricantes de motores eléctricos, equipos hospitalarios o centros de investigación necesitan herramientas antimagnéticas; todo entorno eléctrico requiere de herramientas aisladas; y cualquier trabajo sobre placas electrónicas necesita de herramienta ESD para que los componentes no sufran daños.

Realmente nuestra percepción es la contraria. Es verdad que la seguridad tiene un costo. Y éste, en épocas de crisis, se mira con lupa, pero no es menos cierto que la ‘inseguridad’ tiene un mayor costo, quizá no inmediato, pero sin duda a largo plazo. Y en este sentido la sociedad en su conjunto, tanto trabajadores como empresas e instituciones, somos cada día más conscientes de que no invertir en seguridad, además de éticamente incorrecto, equivale a pérdida de competitividad a largo plazo.

La innovación es uno de nuestros pilares estratégicos. Tenemos que innovar en todo lo que hacemos, de forma que ofrezcamos a todos los grupos de interés que interactúan con Ega Master el mayor valor añadido posible. No sólo en producto, también en servicio, en logística, en marketing, en financiación… Su consecuencia directa es que el precio se convierte en una variable secundaria para los clientes, lo que permite defender mejor los márgenes y por lo tanto, afrontar también mejor las inversiones futuras.

Tenemos cientos de ejemplos. Cabría citar quizá la llave Mastergrip, uno de los desarrollos más recientes que hemos patentado a nivel mundial, que incorpora en una misma herramienta factores de seguridad, ergonomía, eficiencia y estética. Se trata de una llave para tubo de ajuste rápido, diseñado para su uso con una sola mano, liberando la otra al usuario para que pueda asirse o simplemente asegurar su posición, y para el que además hemos empleado una tecnología que, además de otras características importantes, le provee de un diseño especialmente atractivo.

Creemos que la demanda de todo lo relacionado con la seguridad va a seguir creciendo a ritmos muy superiores a la herramienta convencional. Por otro lado, es claro que el crecimiento económico mundial se va a dar en los países en desarrollo (se estima que en tasas de 3 ó 4 veces las de los países desarrollados). Teniendo en cuenta además que son precisamente los países en desarrollo los que tienen un mayor camino que recorrer en seguridad, las tasas de crecimiento de estas gamas de productos experimentarán un verdadero auge en su demanda (tal como ya lo viene haciendo en los últimos años).

Así es. Además de los controles propios de sus características mecánicas, ergonómicas, etc. que se realizan en la herramienta profesional, las de seguridad requieren de certificados específicos que aseguren que cumplen con las muy exigentes y estrictas características de seguridad que en cada caso se explicitan y demandan: propiedades antichispa, antimagnética, de aislamiento eléctrico o conductividad etc. Estas complejas certificaciones son imprescindibles para su venta y uso.

Debido al alto contenido en tecnología y a su relativa juventud, la competencia no es tan amplia como en la herramienta profesional. Los competidores principales son de EE UU, Alemania, y en menor medida, de Italia.

Más allá del tópico, es cierto que todos los mercados son distintos. No existe un mercado internacional, existen muchos mercados, tantos como países. En la última década, el sector de la distribución en España ha implementado estrategias de volumen, ya que la demanda era insaciable. Ahora, sin embargo, el sector está en crisis, por lo que son aquellos que promueven nuevas formas de distribución, más orientadas al servicio personalizado al cliente, menos centrado en lo convencional, y más en el asesoramiento profesional que derive en añadir valor a su negocio, que es lo más importante, los que tendrán éxito.

Ha sido y es, desde el inicio, y junto con la innovación, uno de nuestros pilares estratégicos. Más allá de diversificar el riesgo vendiendo en muchos países, entendemos la internacionalización como la mejor herramienta de mejora. Es, compitiendo con los mejores en cada uno de sus mercados, en los ambientes más hostiles, donde uno desarrolla los mecanismos de adaptación que en el largo plazo le convierten en más versátil y fuerte. Ega Master se distribuye en más de 150 países. Esta diversificación y la intensificación de nuestro posicionamiento en los mercados emergentes ha sido una de las principales razones para que incluso en este período de crisis, la caída de la demanda en los países más desarrollados haya sido favorablemente cubierta por el incremento en los emergentes.

Nuestro primer objetivo estratégico de distribución ya lo hemos completado, la expansión. Vendemos en la actualidad en más de 150 países, la práctica totalidad del planeta, y sin que ninguno de los mercados suponga más de un 15% de nuestra facturación. El siguiente paso debe ser afianzar nuestras posiciones en los mercados avanzados y aprovechar el tirón del crecimiento que deviene de los emergentes, países con gran potencial de desarrollo y por tanto, de crecimiento. El año pasado añadimos a nuestra red la filial en Brasil y la intención es continuar con este modelo de expansión en México, China, India o Indonesia, que nos permita establecer las bases firmes de crecimiento futuro.