La prueba de torque como garantía de seguridad alimentaria en bebidas
Saber cómo reacciona un tapón cuando se gira es esencial para decidir si se utiliza o no en una botella, en un brick o en cualquier envase. Barnigrado, de la mano de Vibrac, ofrece el equipamiento necesario para realizar la prueba de torque más eficaz y fiable. Lo explicamos en este artículo.
¿Qué es la prueba de torque?
El torque (o par) es una fuerza que hace que un objeto gire alrededor de un eje de rotación. Por ello, la prueba de torque es un test mecánico que determina las propiedades y la resistencia del material utilizado como tapón en un envase. En la prueba, el tapón se somete a torsión por desplazamiento angular o rotación hasta que se rompe o falla y, así, se conocen sus límites y capacidades.
En este sentido, la prueba de torsión de tapones es una parte fundamental del programa de control de calidad en cualquier industria del envasado ya que ayuda a evitar las quejas de los consumidores por productos que resultan difíciles de abrir, por la aparición de fugas de producto o por la aparición de tapones sueltos durante el transporte.
Vibrac y Barnigrado, una alianza de éxito
La marca estadounidense Vibrac es un referente en la fabricación de instrumentos de medida en laboratorio y destaca especialmente por desarrollar equipos de medición del torque de los tapones en los envases, cojinetes, etc. Por ello, cuenta con una amplia gama de torquímetros y sistemas automáticos para medir con alta precisión el par de numerosos tipos de dispositivos rotacionales. En España, Barnigrado es el responsable de distribuir todos sus productos.
Los torquímetros de Vibrac, totalmente motorizados, marcan la diferencia con los sistemas manuales que se han utilizado en la industria de bebidas durante años. Hasta ahora, muchas empresas se decantaban por pequeños modelos manuales de sobremesa que no daban los resultados deseados. ¿Por qué? Porque dependían del operario que ejecutara la prueba, que realizaba el torque con su propia fuerza física, dando lugar a un resultado inexacto. Incluso algo tan simple como tener las manos mojadas podía provocar deslizamientos y afectar a la precisión en las pruebas.
Los sistemas motorizados de Vibrac, al estar controlados por ordenador y accionados por motores automáticos, garantizan una medición mucho más precisa del par con una resolución de hasta 36.000 líneas por revolución.