Tubos Eppendorf Safe-Lock, ‘aptos’ en procesos de centrifugación elevada e incubación en laboratorios
9 de abril de 2010
Hoy en día, los laboratorios someten los tubos de microlitros a procesos en los que se calientan, enfrían o almacenan muestras de diversa composición química. Tareas en las estos instrumentos también se centrifugan a valores elevados de fuerza g. En suma, condiciones de trabajo que exigen elevada resistencia mecánica y térmica. Desde Eppendorf, han sometido la nueva gama de tubos Safe-Lock de 1,5 ml a una serie de pruebas, a fin de valorar sus propiedades en las aplicaciones típicas de laboratorio. En los tests también participaron cinco productos más de otros fabricantes del sector. Principalmente, se comprobó la resistencia a la centrifugación a 30.000 x g, la seguridad de la tapa a 100 °C y la estanqueidad de los tubos en una prueba de evaporación. Desde hace más de 40 años, los tubos Eppendorf para analizar muestras de pequeño volumen, constituyen el ‘buque insignia’ del Eppendorf Microliter System formado por pipetas, puntas y termomezcladores, entre otros.
Instrumentos que soportan centrifugación a 30.000 x g, durante media hora
En los experimentos, se emplearon 24 tubos Eppendorf Safe-Lock de 1,5 ml y el mismo número de otras cinco empresas de la competencia. En primer lugar, los tubos se llenaron con una solución acuosa salina y se centrifugaron a 30.000 x g en la centrífuga Eppendorf 5430 (rotor FA-45-24-11-HS) durante 5, 10, 20 y 30 minutos, a temperatura ambiente. Posteriormente, se valoraron los posibles daños producidos, como roturas o deformaciones. Los tubos Eppendorf Safe-Lock fueron los únicos que superaron la centrifugación a 30.000 x g sin experimentar cambios o daños. Por lo tanto, se pueden centrifugar por lo menos media hora a 30.000 x g sin un adaptador como unión mecánica para la centrifugación. Tres productos más demostraron ser resistentes a una centrifugación a 30.000 x g aunque eso sí, más breve (10, 15 y 20 minutos).
Otra cualidad a evaluar fue la capacidad hermética. Los tubos, llenados con 1 ml de solución acuosa, se incubaron en un baño de agua a 100 °C, durante 30 minutos. Después, se anotó el número de tapas que se hubieran podido abrir durante la prueba. Durante la fase de incubación en agua hirviendo, los tubos Eppendorf Safe-Lock permanecieron correctamente cerrados. En cuanto al resto de fabricantes, entre un 10 % y un 20 % de los tubos de dos competidores (S y A) tenían la tapa abierta, en el caso de otros dos (T y G) se abrieron más de un tercio y, finalmente, en el caso de V, el número alcanzaba el 80 %.
Cantidades mínimas de evaporación en pruebas de estanqueidad al vapor
Finalmente, se llevó a cabo otra prueba que permitió establecer conclusiones acerca de la estabilidad de los tubos objeto del examen: la estanqueidad al vapor. Así, se llenaron los tubos con 1ml de una mezcla de agua y de etanol, para incubarlos posteriormente, y durante una hora, a 70°C. Los instrumentos se pesaron antes y después de la incubación para determinar así la cantidad de líquido evaporado. A partir de los datos obtenidos, se calculó el valor medio y la desviación estándar para cada tipo de tubo. Como se puede ver en la figura 3, en tres de los fabricantes la cantidad evaporada fue baja (valor medio < 1‰), igual que la dispersión de los valores. Los tubos de las empresas T y G registraron una mayor evaporación y los valores individuales mostraron grandes fluctuaciones. En el caso de los del fabricante V, no se pudieron valorar adecuadamente porque algunas de las tapas se habían abierto durante la fase de incubación. Por su parte, los tubos Safe-Lock muestran una hermeticidad elevada así como una cantidad mínima de evaporación en la prueba de estanqueidad al vapor, por lo que resultan óptimos para incubaciones a temperaturas elevadas. Asimismo, la homogeneidad de los datos (dispersión baja) demuestra que la calidad de los tubos es constante y que estos resultan de utilidad en métodos muy diversos.
Los tubos Eppendorf se fabrican en polipropileno virgen, un material mecánicamente estable, apto para su uso en una amplia gama de temperaturas y muy resistente a las sustancias químicas. La geometría del cuerpo y de las tapas de los tubos Safe-Lock ha sido pensada para minimizar la pérdida de las muestras por evaporación y evitar que las tapas se abran a altas temperaturas. A estas cualidades se suma un proceso de producción que genera un productos seguro en aplicaciones exigentes y tareas de laboratorio con muestras de gran valor.