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“Contar con un sistema de análisis químico propio en la bodega permite ahorrar tiempo y ser capaz de dar respuestas de una forma rápida y precisa”

Entrevista a Mario Weibel, responsable de I+D+i de TDI

Nina Jareño08/09/2021

Tecnología Difusión Ibérica, conocida por todos como TDI, es la precursora del análisis químico en nuestro país. Actualmente, es la única empresa capaz de ofrecer a la vez analizadores químicos (enzimáticos y colorimétricos) y analizadores por IRTF. Es por ello que en TDI no se limitan únicamente a vender máquinas, sino que aportan un valor añadido en servicio y asesoramiento. De todo ello nos habla su responsable de I+D+i, Mario Weibel, desde su laboratorio en Gavà (Barcelona).

TDI ha sido pionera en el mercado enológico desde que se fundó. ¿Qué situación atraviesa actualmente la empresa?

TDI es un referente a nivel nacional. Nosotros introdujimos las técnicas analíticas de rutina en este país y seguimos siendo punteros en cuanto a tecnología y servicio se refiere. Aunque en estos momentos estamos intentando ampliar el campo de aplicación de nuestros productos a otros sectores alimenticios, la enología es nuestro eje y es donde somos un gran pionero.

Mario Weibel, responsable de I+D+i de TDI
Mario Weibel, responsable de I+D+i de TDI.

Si algo les diferencia es su carácter familiar. Más allá de eso, ¿qué aporta TDI que no tengan sus competidores?

El factor diferencial de TDI respecto a sus competidores es la calidad del servicio al cliente. Toda la estructura de la empresa está preparada para dar respuesta concreta a los problemas de los clientes en el menor tiempo posible. Tanto desde Servicio Técnico como desde Producción e I+D estamos siempre disponibles a resolver dudas e inquietudes y orientar al cliente en la resolución de problemas. Aún más, el stock de piezas disponibles en la sede central y los puntos de servicio alrededor de España permite reducir al mínimo el tiempo que un cliente pasa con su equipo fuera de funcionamiento, principalmente en tiempos de vendimia.

Por otra parte, nuestro carácter familiar y la interrelación entre los diferentes departamentos permite que la estructura sea muy ágil a los cambios, lo cual acelera la adopción de novedades, la gestión de los desarrollos y la flexibilidad. Este último punto, muy importante particularmente en la producción de nuestros reactivos, porque nos permite decir orgullosamente que nunca hemos sufrido una rotura de stock y siempre hemos podido servir a nuestros clientes en el menor tiempo posible.

Es ingeniero químico, ¿qué le llevó a trabajar en TDI?

Efectivamente, estudié Ingeniería Química en Argentina y me doctoré en la misma modalidad. Aunque durante la carrera me especialicé en catálisis y petroquímica, nunca he tenido problema en cambiar de sector y aprender. Por ejemplo, mientras me sacaba el doctorado estuve 8 meses trabajando en Alemania en el sector de los polímeros y biomateriales, en aplicaciones de liberación de drogas… Hasta que llegué a España y empecé a trabajar con enzimas y análisis del vino.

Aterricé en TDI hace varios años y mis primeras funciones fueron de análisis y mejora de nuestros equipos propios como auxiliar de laboratorio. Al poco tiempo, me plantearon la posibilidad de liderar el departamento de I+D+i y me pareció una gran oportunidad.

Así, en los últimos 2 años hemos desarrollado nuevos reactivos, hemos incorporado nuevos parámetros como el ácido pirúvico o el ascórbico, hemos mejorado la precisión de los azúcares totales, hemos ampliado las aplicaciones de algunos equipos y hemos reducido los tiempos de análisis, entre otras muchas cosas.

Con ello demostramos que en TDI la investigación es muy importante. Aplicamos el I+D en todos los departamentos, no solo en los reactivos. Las máquinas se van mejorando, se incluyen nuevas tecnologías ópticas, se actualizan métodos constantemente… El apoyo que se da a la investigación desde gerencia es total.

Weibel trabajando con el analizador por infrarrojos IRTF y UV-Vis Bacchus 3
Weibel trabajando con el analizador por infrarrojos IRTF y UV-Vis Bacchus 3.

En su opinión, ¿cuáles son los equipos que no pueden faltarle a un enólogo en la bodega o en el laboratorio?

Un analizador químico es indispensable. Si bien es cierto que cuando la uva llega a la bodega se suelen medir los grados Brix y, como mucho, el pH y la acidez –algo que se puede hacer de forma manual o automática–, si no continuas con un análisis de otros parámetros químicos –como los azúcares o la maloláctica en vino tinto– ya no podrás controlar el proceso posterior y puedes encontrarte con problemas irreparables en el momento del embotellado.

Por ello, hoy es imprescindible contar con al menos un pequeño analizador químico, que es ideal para las bodegas más chicas. Si no es posible, se debe contar con el servicio de los laboratorios químicos para que puedan medirse aspectos básicos como la glucosa, la fructosa, el ácido láctico y el málico durante la segunda fermentación y el nivel de dióxido de azufre libre y total.

Por supuesto, según la versatilidad que desee cada enólogo se pueden analizar más o menos parámetros, pero hay requisitos básicos que deberían ser imprescindibles. Una gran ventaja de los equipos de TDI es que no necesitan que quien los gestiona tenga grandes conocimientos de química ya que funcionan de forma automática.

¿Cree que las bodegas españolas, en general, cuentan con equipos propios?

Depende de su tamaño. Las bodegas más pequeñas tienen más dificultades porque solo necesitan realizar, por ejemplo, 5 análisis al día y comprar un equipo no les sale del todo rentable… Para eso están los laboratorios. En el caso de las bodegas medianas y grandes, me atrevería a aventurar que todas cuentan con equipos propios. Si no los tienen, están perdiendo tiempo y dinero.

Algunos enólogos se preguntan en qué puede ayudar un sistema analítico propio a la bodega. ¿Cuál es la respuesta?

La mayor ventaja es el tiempo. La toma de muestras, el envío al laboratorio, el análisis en el propio laboratorio, el traslado… Entre 24 y 48 horas es el tiempo mínimo en el que el laboratorio puede ofrecer la respuesta. Si se necesitan tomar decisiones de forma rápida y ágil, 24 horas es mucho tiempo y puede significar la pérdida de un tanque entero de producto, por ejemplo. Así, contar con un sistema propio en la bodega permite ahorrar tiempo y ser capaz de dar respuestas de una forma rápida: el más lento de nuestros análisis en los equipos Miura tarda 12 minutos en dar resultado.

En este sentido, ¿qué equipos tiene TDI que puedan también utilizarse directamente en la uva?

En TDI ofrecemos la gama de analizadores químicos, aplicables durante todo el proceso, y la gama de infrarrojos. Ambos equipos pueden aplicarse al análisis de parámetros directamente en la uva, con su correspondiente pretratamiento de la muestra. La ventaja de la gama de infrarrojos respecto a los químicos es su velocidad, algo muy importante durante la recepción de la uva, por ejemplo. Cada minuto y medio te va dando datos, contando la preparación de muestras, y no consume reactivos. Además, es multiparamétrico y en un mismo espectro tienes todos los datos que te interesan.

El Miura 200 2 Brazos es la gran novedad de TDI en 2021
El Miura 200 2 Brazos es la gran novedad de TDI en 2021.

Ante esto, ¿qué criterios debe tener en cuenta el enólogo al escoger la solución que mejor se adapta a las necesidades de su bodega?

Lo primero que debe hacer es consultarnos para que podamos ofrecerle el mejor asesoramiento desde la honestidad. No queremos ofrecerle un equipo más grande del que realmente necesita, buscamos que la máquina se adapte a sus necesidades siempre: en función de los parámetros que cada enólogo desee medir, le aconsejamos el equipo. Contamos con alrededor de 25 parámetros en cartera y algunos enólogos quieren medir 4, otros 10 y otros 20… En función de ello, y del número de muestras que el enólogo calcula que realiza cada día, le ofrecemos la solución que más convenga: desde un equipo pequeño que trabaje todo el día hasta un equipo grande que trabaje solamente por las mañanas.

Si bien la inversión inicial difiere según el tamaño del equipo, el consumo de reactivo es muy similar en toda la gama Miura, por lo que el precio por análisis es también muy parecido.

Cuando se trata de bodegas que tienen una gran cantidad de muestras a analizar, con varios parámetros en cada muestra, la tecnología infrarroja es la que mejor suele adaptarse en términos de rapidez, con el agregado que el cliente puede olvidarse por completo del consumo de reactivos.

TDI es la única empresa en España capaz de ofrecer la familia más completa de analizadores automáticos a través de su gama Miura, que recientemente ha incorporado los modelos Miura Micro y el Miura 200 2 Brazos. ¿Podría explicarnos los detalles de esta gama?

El Miura Micro se lanzó en 2020 y el Miura 200 2 Brazos es nuestra novedad para este 2021. Un punto a destacar es que todos los modelos de la gama Miura trabajan con el mismo principio de funcionamiento, usando la misma tecnología para el brazo y la misma calidad en cuanto al material del sistema óptico.

El Miura Micro llegó para revolucionar la automatización del control analítico en enología. Conjuga calidad y rentabilidad, con un mínimo de espacio ocupado. Tiene la precisión necesaria para los análisis indispensables de la enología y su precio lo hace asequible para todo tipo de bodegas, incluso las más pequeñas. Realmente, ha sido un éxito de ventas, porque ha sido pensado y diseñado para funcionar prácticamente sin supervisión, permitiendo al enólogo enfocarse en sus actividades diarias.

Por otro lado, la incorporación más reciente a nuestra gama de analizadores químicos es el Miura 200 2 Brazos, pensado para bodegas y laboratorios que tengan una alta demanda analítica. La diferencia con el resto de los equipos radica en la presencia de un segundo brazo robotizado que permite agilizar la toma de muestra y reactivos, aportando mayor velocidad de análisis sin perder la precisión.

Nuestra gama se completa con los ya conocidos Miura One, pequeño pero con las prestaciones de los grandes, y el Miura 200, la solución de alto rendimiento y prestaciones para bodegas de tamaño mediano a grande.

Cabe destacar que, como siempre, desde TDI entregamos los equipos con todos los parámetros analíticos ya programados, permitiendo hacer uso de nuestra extensa línea de reactivos dedicados, de producción propia, estables durante al menos 18 meses certificados y que presentan las mejores prestaciones del mercado.

El analizador químico de alto rendimiento Miura 200 es una de las estrellas de la gama de equipos de TDI
El analizador químico de alto rendimiento Miura 200 es una de las estrellas de la gama de equipos de TDI.

Desde su fundación, TDI no ha cesado en la aportación de novedades enológicas. Háblenos de la más reciente, como el densímetro digital ALM-155.

Hasta el día de hoy, en los laboratorios de las bodegas se utilizan densímetros cuya principal aplicación es en campos como la química y la petroquímica, en donde los requerimientos son mucho mayores. Esto redundaba en equipos sobredimensionados y, por tanto, de elevado costo.

A partir de esta realidad es que desde TDI presentamos un equipo disruptivo completamente, pensado y diseñado para satisfacer las necesidades propias de la enología. Funciona bajo el mismo principio de tubo capilar oscilante que los otros equipos, de manera que permite obtener precisiones de hasta 5 cifras decimales, pero con un ahorro en costo de entre un 25-30%.

El equipo se utiliza para medir dos parámetros fundamentales como la densidad y el grado alcohólico. Es útil para el análisis de la densidad en vinos y mostos, así como del alcohol después de la correspondiente destilación de la muestra. Pero, además, en el caso de la densidad, el ALM-155 puede trabajar con diversos tipos de muestras líquidas (vino, mosto, destilados, ginebra, ron, zumos…) ampliando así el campo de aplicaciones posibles.

¿Están trabajando en alguna innovación que nos pueda desvelar?

Sí, actualmente estamos estudiando cómo aplicar nuestros equipos y reactivos a otros campos más allá de la enología y del análisis químico del vino. Concretamente, estamos entrando en el sector de la alimentación intentando responder a las demandas de nuestros clientes. Mieles, destilados, bebidas alcohólicas, sidras, zumos, vinagre… Son varios los mercados en los que nuestros equipos encajan y, por ello, es una línea de trabajo que nos interesa desarrollar.

Para terminar, ¿hacia dónde se encamina el futuro del sector de los sistemas analíticos?

Creo que el futuro pasa por analizar parámetros antes de que la uva llegue a la bodega, no solamente en la fase de producción: el control de la maduración, de los ácidos de la uva, azúcares, cargas polifenólicas… Las bodegas quieren hacer vinos de mayor calidad para poder venderlos a mejor precio, por lo que va a ser necesario prestar más atención a la calidad de la propia uva en la viña y poder, así, cubrir más etapas del proceso de elaboración del vino.

Empresas o entidades relacionadas

Tecnología Difusión Ibérica, S.L.

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