Refrica, 70 años revelando la importancia del frío
Crear el clima perfecto es el late motiv de Refrigeracción Casassas - Refrica. Especializada en sistemas de refrigeración industrial para la industria alimentaria, esta empresa gerundense lleva 70 años liderando la evolución de los secaderos en nuestro país. Diseño y fabricación propia, servicio 365 días al año y 24 horas al día, la constancia en la mejora continua y el servicio posventa convierten a Refrica en un referente del frío industrial a nivel nacional e internacional: pocas empresas de refrigeración en el mundo persisten en el mercado después de 70 años.
“En Refrica nos dedicamos al sector de la refrigeración y estamos especializados en la fabricación propia de secadores para embutidos, jamones y todo tipo de productos curados y de túneles de congelación”, nos explica Quim Casassas, gerente de Refrica. “Además, también fabricamos cámaras de descongelación, cámaras de maduración, salas blancas, cámaras de fermentación para la industria del pan e instalaciones completas de refrigeración industrial”.
Si hay algo que les diferencia es que Refrica diseña, fabrica, vende, instala y se responsabiliza del servicio posventa, por lo que sus desarrollos están soportados por soluciones y tecnologías propias, sin externalización: “Pero no trabajamos con sistemas cerrados, queremos que nuestros productos aporten soluciones e impulsen las necesidades de nuestros clientes en lo que refiere a la industria 4.0, donde la informática y los autómatas juegan un papel tan importante. No queremos que nuestros clientes sean 'clientes esclavos', sino que puedan adaptar nuestra tecnología a otros sistemas que cohabiten en sus instalaciones. Por ello, contamos con departamentos de diseño, de ingeniería, de informática, de instalación… Para ofrecer la solución completa y adecuada a cada demanda y con programas informáticos abiertos”.
Tal y como explica Quim Casassas, en el sector cárnico “los fabricantes que hoy en día conocemos, eran antiguos carniceros que elaboraban su propio embutido y necesitaban vitrinas de conservación de frío comercial y pequeñas cámaras de conservación. El embutido en pequeñas producciones lo curaban con las condiciones climatológicas externas, abriendo ventanas si las condiciones externas les eran favorables o cerrando si les eran adversas, pero cuando las producciones fueron a mayor, surgió la exigencia de controlar la humedad y la temperatura de forma precisa”. Así, la problemática surgió al pasar de la fabricación artesanal a la industrial, momento en que la necesidad de aumentar la producción con el fin de abastecer a los mercados conllevó la dificultad de controlar la homogeneidad del producto a curar y de no depender de las inclemencias del clima.
“Aquí entraron en juego mi padre y mi tío, quienes dedicaron todos sus esfuerzos a ofrecer a sus clientes la tranquilidad de no depender de las constantes variaciones climáticas. Para ello, en el año 1970 adaptaron la bomba de calor de un aire acondicionado Carrier para que controlara la humedad. Fueron desarrollando varios prototipos y en 1979 se empezó a comercializar el primer secadero artificial diseñado y fabricado íntegramente por Refrica”, subraya Casassas.
En los años 90, con la aparición de los autómatas, Refrica incorporó informáticos en la empresa. La aplicación de las nuevas tecnologías al sector de la refrigeración permitió asumir el control de las instalaciones de forma centralizada. El departamento informático pasó a ser una de las piezas más importantes de la empresa y la apuesta por el desarrollo de los programas propios ha permitido a Refrica no estar supeditada a empresas externas.
La humedad y la temperatura
El control de la temperatura y humedad relativa es el factor más importante para mantener la calidad de los productos dentro de la cadena de frío en alimentos. Estos dos conceptos son claves en la refrigeración industrial: “Si tu embutes un fuet, una de las situaciones que puede suceder es que el producto en cuestión contiene una cantidad de agua que debe extraerse de la forma más suave posible para secar el producto sin estropearlo. Si no secas bien, cierras el poro externo y la humedad interna no puede salir. En consecuencia, la humedad fermenta y se estropea el fuet”, explica el gerente de Refrica.
En este sentido, ¿funciona igual un secadero de embutidos que un secadero de jamones? “Sí”, afirma Casassas, “podríamos decir que es el mismo sistema pero con matices, como es lógico, por su mayor tamaño”, sentencia.
Cámaras de descongelación
Otra de las grandes líneas de negocio de Refrica son las cámaras de descongelación, que se diseñan pensando en la máxima eficacia y ahorro: “El objetivo de estas cámaras es descongelar con la suficiente rapidez para que sea viable económicamente para el cliente, pero con la suficiente tranquilidad y pausa para que el producto no pierda la proteína al descongelarse. Por ello, los bloques de carne se descongelan jugando con el frío y el calor. Se trata de realizar una descongelación controlada y homogénea sin alterar la calidad ni la textura del producto”.
El proceso de descongelación es muy delicado, “tal vez más que el de congelación”, ya que la paciencia juega un papel fundamental. “El mercado demanda rapidez y eficiencia, así como trazabilidad, por lo que hacer las cosas bien es más que necesario en la industria del frío”.
Túneles de ultracongelación
Sin duda, otra gama de productos estrella de Refrica son los túneles de ultracongelación. Para obtener una congelación óptima, “debemos alcanzar la temperatura de -35 °C en el menor tiempo posible”, destaca Casassas. Cuanto más rápida sea la congelación, menores serán los cristales de hielo que se forman en el interior del producto, evitando la rotura de las fibras y manteniendo la textura original de los alimentos.
Los túneles de ultracongelación están diseñados para la congelación rápida, prestando mucha atención a una temperatura de evaporación muy baja, evaporadores de alto rendimiento y circulación de aire optimizada. La congelación a muy baja temperatura es especialmente necesaria para productos que se precisa congelar una vez encajados.
Diseño de salas blancas
Las salas blancas son los espacios reservados a la manipulación de forma segura de productos alimentarios que queremos evitar que resulten contaminados por agentes externos, ya sean químicos o microbiológicos, y que estos mismos productos no puedan contaminar a otros que puedan entrar a posteriori en estas mismas salas.
“Las salas blancas se diseñan para eliminar la contaminación del ambiente, con la finalidad de envasar un producto sin contaminaciones de ningún tipo que perjudiquen su vida útil. Son salas sobrepresionadas donde no entra aire del exterior que no haya sido filtrado. El aire que se introduce en las salas proviene de unas unidades de clima con un nivel de filtrado muy alto, necesario para mantener las condiciones óptimas. Son lo más parecido a un quirófano que existe”.
En el diseño y cálculo de las salas blancas hay varios factores que influyen: escoger la clase de sala más adecuada, la temperatura, la humedad relativa, la sobrepresión, la renovación del aire, los fluidos, el número de personas que trabajan en ella y las cargas térmicas: luz, maquinaria, etc.
La única empresa de España con licencia para comercializar los compresores Danfoss Turbocor
Los compresores de levitación magnética Danfoss Turbocor permiten eliminar el aceite de las instalaciones. “Los compresores de pistones, tornillo, herméticos, hace décadas que están en funcionamiento, pero presentan el problema de la necesidad de usar aceite para lubricarse. Este aceite es un ‘mal necesario’ que disminuye la capacidad de transmisión de los refrigerantes porque es un mal transmisor”, recalca el gerente de Refrica.
Los Danfoss Turbocor, al ser magnéticos, no precisan de aceite para su lubricación, lo que conlleva la simplificación de las instalaciones y la eliminación de todos los componentes de control de aceite. “Entre otras ventajas, en estos componentes no existe la fricción, consumen un 35% menos”.
El futuro y sus retos
Aunque el mercado principal de Refrica es España, uno de los retos que mayor interés suscita en la empresa es la exportación. Los equipos e instalaciones de la compañía se encuentran en todo el mundo: desde EE UU, pasando por México, Venezuela, Colombia, Brasil, Argentina y llegando a Japón, Francia, Portugal… Pero el objetivo es “implantar una red de exportación que abra las puertas a nuevos mercados y nos permita posicionarnos, ya que contamos con la suficiente experiencia y prestigio para hacerlo”.
En este sentido, el mercado natural de Refrica es Sud América y el Arco Mediterráneo, pero le dan gran valor a Estados Unidos: “Es un país muy importante y de gran potencial para nosotros donde estamos dando los pasos necesarios para encontrar el socio idóneo”, concluye Quim Casassas.