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“Todavía no hay laboratorios sostenibles, hay laboratorios con tendencias sostenibles”

Entrevista a Adelmo Antelo, presidente de la Fundación Maite

Javier García31/01/2013
Cuando hablamos de laboratorios sostenibles no hablamos sólo de espacios respetuosos con el medio ambiente. Un laboratorio sostenible guarda un equilibrio entre la dimensión económica, la dimensión social y la medioambiental. Así explica el concepto Adelmo Antelo, presidente de la Fundación Maite y de la Red Española de Laboratorios Sostenibles. Antelo, además, es uno de los principales impulsores de la primera edición de la Cumbre Internacional Woslab 2012, 'The World of Sustainable Laboratory', celebrada en Bilbao el pasado mes de noviembre, un evento que, sin duda, marcará el devenir del laboratorio sostenible.
Adelmo Antelo, presidente de la Fundación Maite
Adelmo Antelo, presidente de la Fundación Maite.

Es fácil ahorrar o ser energéticamente eficiente atacando directamente a las personas.

¿Qué quiere decir?

No pongo ni calefacción ni ventilación en el edificio y automáticamente el impacto medioambiental es cero. Pero resulta que la parte más importante es la dimensión social, las personas. También es fundamental el ámbito de la flexibilidad.

¿De qué manera?

Un laboratorio sostenible debe ser accesible para todas las personas, es decir, debe adaptarse a personas con algún tipo de discapacidad. En este sentido, la Fundación Maite tiene un convenio con la Fundación ONCE para la integración de personas discapacitadas en los entornos de laboratorios.

Además del medioambiente y los términos económicos…

Como decía, los aspectos más llamativos siempre son la dimensión medioambiental o la económica, pero nosotros intentamos trabajar los tres, social, medioambiental y económica, y encontrar un equilibrio entre todas.

¿Qué debe hacer una empresa para hacer de su laboratorio un espacio sostenible?

Cuando un arquitecto quiere diseñar un laboratorio y consulta las normativas, las únicas que existen en España son las que vienen dadas a través del CTE y a través del RITE, reglamento de instalaciones técnicas en España.

No hay normativas concretas que hagan referencia a un laboratorio…

El mundo del laboratorio es pequeño comparado con la construcción de viviendas o de oficinas o de instalaciones deportivas. Además, es muy complejo y se ha dejado un poco de lado. No hay apartados específicos que reglamenten o normalicen el mundo del laboratorio. Por eso creamos la Fundación Maite, entre varias entidades públicas y privadas, con el objetivo de generar la armonización de todas las normativas en el ámbito español. Por ejemplo, existen normativas concretas en cada comunidad autónoma en cuanto a gestión de residuos. Intentamos generar una armonización de esas normativas en el mundo del laboratorio.

¿Han conseguido que se trabaje en el desarrollo de una norma común?

Desde la Fundación Maite nos hemos movido a diferentes niveles. Con la Fundación ONCE tenemos un convenio, y con el Ministerio de Educación hemos creado un modelo de laboratorio sostenible para la universidad española. Se centraba en los antiguos campus de excelencia. Se trataba de un movimiento del antiguo gobierno español para crear universidades excelentes. Nosotros firmamos un convenio sobre el cual había ciertas subvenciones para generar este modelo de referencia a cinco años, que consistía en ofrecer subvenciones a diez universidades españolas para poder analizar el estado del arte de las diez en el mundo del laboratorio.

¿Cuál es el estado del arte?

Este año estamos procediendo a generar esas auditorías gracias a las cuales conoceremos cómo está actualmente la universidad española. Esto permitirá conocer cuáles son las prioridades de inversión que requerirían en las situaciones existentes, porque muchas de ellas no cumplen los mínimos requisitos legales. Una vez sepamos ese estado del arte, ese informe se pasará al Gobierno para que se generen unos programas específicos.

¿Si una empresa quiere crear un laboratorio puede acudir a la Fundación para que le ofrezca el modelo de referencia?

Sí, ofrecemos asesoramiento a las empresas. Nosotros proponemos las opciones. Existen dos tendencias, las explicamos y hacemos un traje a medida. No es lo mismo crear un laboratorio sostenible para una industria química que para una farmacéutica o para una universidad, para la docencia o incluso la investigación. De hecho, dentro de esta última, no es igual investigar con radioactivos o con el virus del ébola. Explicamos los diferentes modelos de referencia que existen.

¿Existen en España laboratorios sostenibles?

No, hay laboratorios con tendencias sostenibles. No existe el laboratorio ideal, sólo una tendencia hacia él.

¿Pero tanta diferencia hay entre un laboratorio y una oficina, por ejemplo?

Mucha. Por ejemplo, entre un 60 y un 80% de los costes de un laboratorio provienen de la ventilación y la climatización. En un edificio de oficinas, para garantizar la calidad del aire, éste se renueva entre 2 y 4 veces cada hora. Pues bien, en un laboratorio estamos hablando de entre 8 y 30.

¡Imaginad el consumo energético que se produce! Hasta ahora la normativa europea hablaba de una media de 8 renovaciones y un laboratorio biológico entre 15 y 30. Desde hace dos o tres años (en España hace varios meses) se está aplicando una nueva tecnología que analiza la calidad de aire interior y en virtud de ella, se renueva o no. Con esto se ahorra, y por tanto, se avanza en el concepto sostenibilidad.

Se gasta innecesariamente…

Los estudios demuestran que la calidad de aire en un laboratorio siempre es correcta, en un 98% de los casos el aire está limpio. Sin embargo, para ese 2% hay que generar una renovación del aire. Mediante ese sistema, se analiza la calidad y se generan sólo las renovaciones necesarias.

Además de aspectos de renovación del aire, ¿en qué más se distingue el laboratorio sostenible?

Dentro de la dimensión social, en la interacción de personas. Por un lado, un laboratorio sin la accesibilidad adecuada, y aspectos como el mobiliario correcto, entre otros, no sería sostenible.

Asimismo, existen muchas tipologías de laboratorio, por tanto, cuando se diseña no se hace un proceso de cumplimiento de normativa en cuanto espacios o seguridad. Si se ha hecho un buen planning, se podrá después configurar de mil formas diferentes según las nuevas necesidades.

No sé si entiendo…

La disposición interna de los laboratorios se cambia cada 3 ó 5 años máximo, porque las líneas de investigación duran aproximadamente ese plazo. Por eso deben ser los laboratorios flexibles, cuanto más flexible mejor. Por ejemplo, si se pueden mover las compartimentaciones internas o mover el mobiliario, los techos, etc, será socialmente más sostenible.

Dígame más aspectos del laboratorio sostenible.

Otro aspecto clave es la seguridad. Actualmente en España toda las normativas están basadas en las americanas de hace 25 años, y deberían actualizarse. Se ha creado un sistema para analizar el factor de riesgo en virtud de las normativas. Es un informe que vamos a lanzar en breve.

¿En qué consiste?

Hemos creado un sistema para que cualquier persona de riesgos laborales del ámbito de la universidad o laboratorio, pueda evaluar el factor de riesgo de dicho laboratorio.

¿Qué otros aspectos se incumplen?

En el ámbito de almacenamiento de productos químicos. Si analizamos cómo se hace, hay sorpresas. Factores de riesgo importantes.

¿Pero no está legislado?

Legislado no, normalizado sí. Existen normativas pero no se ha desarrollado una legislación de obligado cumplimiento. Pero son recomendaciones.

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Más ejemplos…

En el ámbito económico, hay más ejemplos. La normativa europea dice que los laboratorios deben estar ventilados de forma mecánica, con sistemas de ventilación mecánicos, extracción-impulsión. Y la realidad es que el 80% de los laboratorios en España no tienen ese sistema.

¿Deberían cerrar entonces?

Sí, o adecuarlos, lo que supone grandes inversiones.

¿No se puede promover las subvenciones para la reconversión, por ejemplo, de estos laboratorios?

Es lo que estamos promoviendo a través de la fundación. En la próxima cita de Woslab 2014, que se celebrará en Expoquimia, daremos a conocer todos los datos que hemos recopilado.

Siguiendo con el ámbito económico…

Otro claro ejemplo es el coste de la gestión de residuos. Imagina, cada laboratorio de una facultad de química o biología de un mismo campus, en cada departamento adquieren una botella de litro de reactivo, ácido nítrico. El de al lado compra otro reactivo, y así hasta más de 200 ó 300 laboratorios que puede haber en una facultad. Se consumen muchos litros de producto químico.

Si la compra no fuese individualizada y se hiciese para todo el campus, podríamos comprar en vez de botellas de litro, bidones de 200 litros, lo que supondría un ahorro económico muy alto en la gestión de compra.

¿Cómo?

Existe un sistema de compra centralizada, un software. Se compran bidones de 200 litros y con sistemas de trasvase seguro podemos pasar el contenido a las botellas de litro y ahorrar de esta forma entre un 30 y un 40% del precio de compra. Esto en la fase de utilización de un producto limpio, pero es que además, si ese bidón de un litro lo llevamos al almacén de residuos, clasificado de la misma manera, con otras botellas de un litro, ahorraríamos así otro 40% en la gestión de residuo. ¡Solamente con una gestión armonizada de la compra y del residuo de producto radiactivo!

¿Qué otros ahorros pueden darse?

Con una óptima ventilación se pueden conseguir ahorros de hasta un 70%. De hecho, hemos hecho uno estudio en la Universidad de Santiago de Compostela y en la Universidad del País Vasco, que muestra que estamos ahorrando en torno a un 60-70%.

Otro punto importante es el aislamiento de un edificio de laboratorios. Por ahí se pierde mucho dinero, y si además se utilizan energías fósiles, se genera un impacto medioambiental importante. Por ello, es fundamental conocer los materiales, cómo se construye, conocer su huella ecológica. No tiene razón de ser que, por ejemplo, en Galicia, en lugar de granito de origen gallego utilicemos mármol de Arabia Saudí.

¿Y el consumo de agua?

El instrumental de laboratorio produce mucha dispersión térmica, se produce mucho calor. Muchos de estos aparatos se ponen en agua, por tanto su consumo es increíble en estos entornos. Ahora existen técnicas, a través de chíllers que hacen que el consumo se controle, con reducciones del 70 y 80%.

Si una empresa crea un laboratorio sostenible, ¿de qué manera lo puede identificar, certificar?

Existen diferentes certificados para edificios, que se asemejan a lo que nosotros perseguimos, por ejemplo LEED. Son certificados orientados al consumo energético. DGMB es una certificación europea, no americana, y la única que colabora con nosotros para desarrollar una certificación en laboratorios. Con AENOR, por ejemplo, colaboraremos en una certificación ad hoc para laboratorio.

Un vez construido, también será importante cómo se gestione para que siga siendo sostenible…

Efectivamente, de ahí la importancia de anticiparse en la fase de diseño. Cuando se proyecta un edificio de laboratorio hay que tener un buen ‘lab planner’, que debe pensar en todo el ciclo de vida.

Un ejemplo, cada día los edificios son más acristalados para que entre la luz, pero asumir los costes de limpiezas de esas torres de cristal, es caro. Que entre la luz está muy bien, pero olvidémonos de tanto cristal, apostemos por un buen aislamiento y por parapetos u otros elementos que permitan unas limpiezas más sencillas. Y eso hay que preverlo en la fase inicial.

También es importante organizar el mantenimiento en la misma fase de diseño.

¿Qué quiere decir?

No podemos ni imaginar lo que cuesta parar una planta farmacéutica. Si diseñamos un falso techo practicable, por ejemplo, que permita a una persona caminar sin entrar en el laboratorio, y hacer el mantenimiento, se ahorraría mucho.

Por otro lado, encontramos muchas empresas de mantenimiento no especializadas en el mundo de laboratorio, lo que conlleva un riesgo de seguridad. Se requiere una formación específica, hay protocolos… Hay que legislar en ese sentido.

¿Ven interés por parte de las empresas españolas de crear laboratorios sostenibles?

Sin lugar a dudas. El leiv motiv de una empresa es ganar dinero. De forma paralela, estas medidas hacen que se reduzca el impacto medioambiental con lo cual están muy interesados. Aunque de entrada se requerirá una inversión, ésta es fácilmente amortizable. Les interesa.

¿Por qué no hay más?

Los habrá, pero de momento se encuentran un poco perdidos.

Entonces los existentes no son sostenibles...

Si tú vas al departamento de prevención de cualquier química o farmacéutica que tenga laboratorios, el 80% de las veces no cumple las normativas europeas actuales y no porque no quieran cumplirlas…

¿Por qué?

Las normativas cambian continuamente. No tienen tiempo, no tienen personal, no tienen recursos suficientes para estar al día.

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Woslab 2012

Bilbao acogió entre el 5 y el 8 de noviembre la primera edición de la Cumbre Internacional Woslab 2012, 'The World of Sustainable Laboratory', en la que se compartió todo el conocimiento y las tecnologías en la búsqueda de las mejores instalaciones científicas. Según Adelmo Antelo, presidente de la Fundación Maite, coorganizadora del evento, el congreso ha tenido dos partes diferenciadas: una visión nacional y otra global.

En el ámbito nacional, explica Antelo, “ha sido muy positivo que todos los grupos de trabajo de la Red Española de Laboratorios Sostenibles hayan sentado sus primeras conclusiones, con las que se van a elaborar las primeras notas técnicas relativas al departamento de productos químicos, de prevención de riesgos laborales, a la tipología y flexiblidad de laboratorios, al impacto medioambiental, la gestión energética. Muchas conclusiones”.

Por lo que respecta al ámbito internacional, Woslab 2012 ha conseguido que las cuatro grandes organizaciones mundiales —la europea, la española, la estadounidense y la canadiense— generen un grupo de trabajo para armonizar todas las normativas internacionales y generar la mayor base de datos de laboratorios sostenibles del mundo. “Es decir, aquellos que quieran compararse a nivel de sostenibilidad con otros, a partir de ahora lo podrán hacer. Estamos creando un software específico para desarrollar esa base de datos que permitirá realizar una comparativa. Si uno baja del puesto 2 al 200, puede comprobar en qué aspectos le han superado, dónde puede mejorar, etc”.

¿Qué es la Fundación Maite?

La Fundación Maite –Medio Ambiente, Innovación y Tecnología– es una organización privada sin ánimo de lucro, que promueve que las instituciones públicas y privadas que gestionen laboratorios en el ámbito de la docencia y la investigación, apuesten por instalaciones funcionales y seguras con criterios de sostenibilidad. La fundación ha iniciado varios proyectos, entre ellos, la creación de la Red Española de Laboratorios Sostenibles, una plataforma de trabajo en la que están presentes todos los grupos de interés relacionados con el ámbito científico, y cuyo objetivo es definir los modelos de referencia de laboratorio sostenible.

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