Los sensores ultrasónicos garantizan un rociado uniforme del producto. Los pulverizadores de cultivo aplican pesticidas y fertilizantes sobre la plantación durante el período de cultivo. Controlar la altura del pulverizador es determinante en este proceso. Si queda demasiado alto, el viento podría arrastrar el producto rociado. En cambio, si el pulverizador está demasiado bajo, el producto no se distribuirá uniformemente, o incluso peor, el mecanismo del pulverizador podría chocar con el cultivo o terreno.
Para garantizar que se cubre todo el área, incluso en terreno irregular y cultivo de distinta altura, y para evitar que el brazo toque el cultivo o el suelo, es necesario controlar y ajustar continuamente la altura del mecanismo. Las boquillas rociadoras se montan a una distancia determinada. Los sensores ultrasónicos controlan la altura del brazo conforme el tractor atraviesa la plantación.
La información recibida de los sensores ultrasónicos serie 30GM permite rociar los pesticidas y fertilizantes sobre el cultivo con una altura uniforme.