Entrevista a Cristina Fisas, directora de la división de instrumentación de procesos de Mettler Toledo España
16 de junio de 2010
En una ocasión, Rafael Bonete, director general de Mettler Toledo España, nos comentaba que la división de instrumentación analítica es un área de la empresa que se prevé crecerá más, con el tiempo. ¿Qué piensa de esta afirmación?
En realidad, se trata de una unidad de negocio que no es nueva dentro de Mettler Toledo, aunque en España sí se empezó a desarrollar a partir del año 2004. Hasta entonces, era un área que se había subcontratado a través de diversos distribuidores. En concreto, lo importante de esta línea de negocio es la automatización de parámetros críticos de proceso que en el pasado se habían medido, mayoritariamente, a través de unidades de control de laboratorio mediante muestreo manual de los técnicos de calidad. Aunque este tipo de control todavía se lleva a cabo, para así contrastar los resultados que se obtienen en el proceso, en el futuro nos dirigimos más a la automatización de estos procesos. ¿A qué nos referimos exactamente? Pues, a la medición de cualquiera de estos parámetros a través de un equipo instalado en el proceso productivo, y si estos están fuera de las especificaciones, se pueden tomar medidas correctivas, e incluso preventivas, de forma automatizada.
Una automatización que contribuye a una menor intervención de analistas y de personal, así como un mejor control de los posibles errores humanos que se pudieran producir…
En primer lugar, los analistas que trabajan en un laboratorio efectúan sus análisis como contraste de los resultados de producción. En este caso, la automatización permite que no se deban destinar tantos esfuerzos en cuanto a recursos humanos para medir estos puntos del proceso. Por otra parte, todo este lapsus de tiempo que ha supuesto hasta ahora el hecho de realizar mediciones en el laboratorio se evita. Por último, sí es cierto que el posible error que cometa la mano humana se puede evitar.
De hecho, el control automatizado se está estableciendo en todas las industrias…
Sí, aunque las más innovadoras, desde un punto de vista tecnológico, ya se han familiarizado con el control automatizado, día a día. Se trata de algo muy habitual en el sector químico y farmacéutico, aunque empieza a despuntar, también, en el alimentario. En este caso, debido a las continuas regulaciones alimentarias se exige, cada vez más, controles en línea que permitan una detección más precoz de los errores. Esto fomenta una mayor automatización que se extiende a muchos más parámetros. Algo que se observa también en las empresas que se dedican al tratamiento y control de aguas, ya sean efluentes de procesos industriales o de procedencia municipal.
En su opinión, ¿qué aporta Metttler Toledo en cuanto a innovaciones técnicas al sector del tratamiento y control de aguas?
Por un lado, nuestra línea de equipos se diferencia en términos de calidad de sus sensores, que registran mayor tiempo de vida que la mayoría del mercado. Por otro lado, el nivel de exigencia de todos los artículos en función de la aplicación: el nivel de pulido del material y los certificados adjuntos si son equipos sanitarios, la robustez de los accesorios en instalaciones sufridas, etc. En general, los equipos de instrumentación de procesos son diferentes en función de si destinan a empresas farmacéuticas o alimentarias o si se implantan en depuradoras industriales o municipales. No solo porque se piden una serie de parámetros concretos en cada caso, sino por las especificaciones y certificaciones específicas que requieran. Por ejemplo, desde Mettler Toledo, ofrecemos una línea de equipos específica para el tratamiento de agua, que aborda desalación, depuración y purificación de este recurso. En este momento, ya trabajamos con ingenierías vinculadas a la construcción de plantas desaladoras y depuradoras, así como con las propias instalaciones de desalación de agua.
¿Cuáles de estos equipos tienen más peso dentro de Mettler Toledo?
Si se observa la trayectoria histórica de Mettler Toledo, y ya no me refiero solo a la división de instrumentación de procesos, el mercado “estrella” de la compañía han sido los equipos para compañías farmacéuticas y alimentarias. Si nos detenemos en la división mencionada, los instrumentos con más relevancia son los que se incorporan a procesos productivos, farmacéuticos, químicos y alimentarios. Sin embargo, el sector del agua representa, para nosotros, uno de los principales focos de crecimiento, de nuestro negocio. En concreto, por dos razones. La primera, que se trata de un mercado en el que todavía nos queda mucho por hacer, y en el que estamos redoblando esfuerzos, últimamente. La segunda, siendo el agua un valor en auge, su tratamiento para reaprovechamiento se convierte en un mercado en crecimiento, más profesionalizado y automatizado, lo que supone nuevas oportunidades de negocio.
Dentro del mercado del tratamiento y control del agua, Mettler Toledo distingue entre dos públicos diferentes: uno hace referencia a todos aquellos agentes relacionados con el diseño y construcción de plantas de agua, como por ejemplo ingenierías, y otra, el negocio del mantenimiento de dichas instalaciones. “Tenemos muy claro –argumenta Cristina Fisas– que facilitamos una oferta diferente y competitiva a través de un paquete de soluciones dirigidas al control analítico de aguas. Mientras que para las empresas que construyen y actualizan estas plantas, hemos de ofrecer soluciones sencillas, digitales, fáciles de instalar y de configurar, pensadas para los ingenieros”. En este sentido, desde Mettler Toledo se apuesta por la simplicidad y la fluidez de información, mediante equipos digitales y software de configuración integrado en los PC’s de los ingenieros. “Principalmente información bidireccional –continúa– para que puedan registrar las configuraciones de los equipos en sus ordenadores y estandarizarlos al resto de instalaciones”. Es decir, simplicidad.
Visualizando el panorama de las empresas que, como Mettler Toledo, producen instrumentos de medición, ¿cuáles son las principales prestaciones que demanda el sector del agua?
Bien, no toda la oferta del mercado incluye, por ejemplo, sensores digitales con señal, también digital, al transmisor y la posibilidad de facilitar información bidireccional. Nosotros desarrollamos paquetes fáciles, contenidos digitalizados y la posibilidad de agilizar el trabajo del usuario. El propósito es la búsqueda de una gestión integral de todos los datos, que anteriormente, con estos instrumentos, no era posible. Principalmente, en una planta de tratamiento de agua se deben medir muchos parámetros por lo que se precisa un número elevado de analizadores diferentes. Desde Mettler Toledo, diseñamos equipos multiparamétricos y también multicanales, muy versátiles. Así, se pueden medir muchos parámetros y reducir la cantidad de stock de analizadores y referencias. Una vez más, simplificar. Un claro ejemplo es nuestro analizador 770 Max, de seis canales para cualquier combinación de nuestros sensores analíticos y físicos. Esto es muy interesante para las ingenierías y compañías que se dedican a la construcción y remodelación de plantas de aguas. Una vez estas están en funcionamiento, es mucho mejor trabajar con equipos que diagnostican no solo el agua que controlan, sino también su propio estado con un diagnóstico claro en cas de fallos o pérdida de precisión. Ya no se trata de evitar, sino de prevenir posibles fallos o desviaciones en la medición a través de un diagnóstico avanzado. Hoy en día podemos saber con anticipación cuando se deberá hacer un mantenimiento de estos equipos.
Y ya para acabar, ¿cuáles son las novedades Mettler Toledo previstas para este ejercicio?
Me gustaría destacar nuestra tecnología exclusiva ISM (Intelligent Sensor Management), con la que fabricamos sensores digitales de diagnóstico preventivo. A través de un chip integrado en todos nuestros sensores, se puede realizar un diagnóstico de los mismos en cualquier momento. De esta manera, se comprueba el estado del sensor, si necesita mantenimiento, calibración o incluso un recambio, en caso que pueda dejar de ser utilizable. Esto es muy importante, porque el hecho que un sensor calcule si en seis horas o un día necesitará mantenimiento, ayuda a planificar paradas en planta. Sobre todo para industrias con producción en continuo. De lo contrario, un paro en planta no gestionado implica pérdidas económicas y posibles riesgos. Otra novedad es nuestro analizador con seis canales para sensores digitales tanto analíticos como físicos, en línea con los instrumentos multiparamétricos de los que hablábamos antes. O nuestro equipo 5000 TOC (carbono orgánico total) para agua purificada que mide totalmente en línea, ofreciendo una respuesta inmediata y continua en el tiempo, sin muestreos.