Entrevista a Marc Delgado, director general de Sensotran

Mi padre fundó Sensotran en 1990, después de estar toda la vida dedicado a la detección de gases. La empresa en que trabajaba y que había fundado fue absorbida por una multinacional suiza, y después de desavenencias y mantener dos años de no competencia fundó nuevamente su propio proyecto. Al principio Sensotran llevaba tan solo la detección de niveles de líquidos y sólidos, y pasados los dos años comenzamos a distribuir en España una marca francesa que abandonamos tras un tiempo por los problemas que nos creaba la doble representación que se había de realizar en Barcelona y Madrid. Fue entonces cuando buscamos a nuestro siguiente representado, Rae Systems, con quien comenzamos a trabajar en 1997, y a partir del 2000 la empresa registró una tasa de crecimiento importante. Precisamente dos años antes, y con una subvención Atyca del Ministerio de Industria, desarrollamos un nuevo detector de gases antideflagrante con display digital y calibración con mando infrarrojos.

Ya en 2004 Rae Systems se establece en España, y lo hace a través nuestro, con una nueva sociedad, Rae Spain, en que se segrega el negocio de detectores portátiles del de fijos, manteniendo la familia Delgado el control accionarial de esta nueva empresa. La parte de Sensotran continúa desarrollando los detectores fijos, con bastante éxito en universidades y pequeñas instalaciones.

Como pequeña empresa estamos enfocada a la satisfacción total del cliente. Podemos disponer de un muy buen equipo, pero si no se dispone de un buen servicio detrás no podemos competir contra las grandes empresas del mercado. Mi visión es que un buen equipo con un mal servicio, es un mal producto. Por ello apostamos por la excelencia de nuestro servicio técnico y también por adaptarnos a las necesidades específicas que pueda tener nuestro cliente. La flexibilidad y las soluciones a medida son las ventajas que nos da el ser una pequeña empresa.

En la Península, y salvando empresas muy localizadas, somos unas cinco empresas las que nos podemos comparar competitivamente, y la verdad es que, por ejemplo, en el mercado de detectores fijos tenemos una posición muy buena en el mercado.

Gracias a Internet se abre un mundo nuevo, y tenemos en mente expandirnos al mercado sudamericano y también a otros países del sur de Europa, pero siempre desde nuestra política de ir paso a paso y de una estrategia bien definida. En estos momentos estamos acabando de madurar y consolidándonos en el mercado ibérico.

Aunque parezca mentira, se trata de un sector totalmente anárquico. Por ejemplo, una fábrica de la industria química no está obligada a tener ningún tipo de detector de gases, mientras que hay otros recintos como las salas de compresores de amoníaco que cuentan con una regulación específica, y que cumplen el expediente instalando detectores muy sencillos para pasar las revisiones. Si las empresas invierten en detectores es por una ley de riesgos laborales que les obliga a mantener unas condiciones de seguridad y salubridad óptimas para sus trabajadores con el precepto de vale más prevenir que curar, porque han de controlar la emisión de gases y también porque las cuotas de las aseguradoras son más bajas si tienen unas medidas de seguridad correctas.

Se está ahorrando en todos los campos, y también en seguridad. Posiblemente no como en otras materias, pero la gente si no puede renovar un equipo cambia las piezas necesarias y espera tiempos mejores para realizar inversiones más importantes. En la actualidad tenemos varios proyectos parados por motivo de la crisis económica.

Actualmente estamos a seis meses de finalizar el proyecto ‘Nano2Hybrids’. Un proyecto de tres años a nivel europeo, en que junto a seis universidades, una de ellas la Rovira Virgili de Tarragona, y subvencionado por el programa de la Unión Europea FP6, se está desarrollando un sensor específico para la detección selectiva de bajas partes por billón de hidrocarburos. Detrás de este proyecto hay una patente, que puede ser, si el producto se comercializa, la que nos proyecte definitivamente a nivel mundial, y por lo tanto la que nos haga cambiar totalmente la estructura de la empresa a medio plazo.

También hemos dedicado muchos esfuerzos al proyecto GasVisor32, que presentamos con motivo de la última edición de Expoquimia. Una central de control multi canal de 32 vías, incorporando la más avanzada tecnología disponible hoy día, facilitando la conexión de los sensores wireless. Hemos dedicado mucho tiempo y dinero en sacar al mercado un producto que permite ahorrar al cliente una serie de costes importantes en la instalación.

Actualmente está pendiente el inicio de un proyecto transpirenaico, junto a la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, la Universidad de Navarra y la Universidad de Burdeos, para detectar una serie de compuestos que se encuentran en los tapones de corcho de las botellas de vino. Es un proyecto a dos años, ya adjudicado, y que está pendiente que se realice el primer meeting.