Ternua redobla su apuesta por la sostenibilidad con el proyecto Latxa Artile
Existen cerca de 1 millón de ovejas latxas en Euskadi, un símbolo del territorio, las guardianas de esas tierras. Sin embargo, su lana es un problema medioambiental para los pastores porque no tiene un uso comercial y no se puede tirar a la basura ¿Qué se puede hacer con 2,5 millones de kg de lana al año? Ternua ha transformado este residuo en una oportunidad en un proyecto único de economía circular al que ha llamado “Latxa Artile” (lana Latxa en euskera). Una iniciativa impulsada desde la misma marca en la que participan la asociación Muturbeltz, el caserío Lamariako Azpikoa de Antzuola, la empresa Iletegia de Lapurdi y, además, ha contado con el respaldo del Departamento de Medio Ambiente de la Diputación de Gipuzkoa.
Se quiere demostrar el potencial de este producto para ser reintroducido en el mercado como aislante térmico para chaquetas de alta calidad. El proyecto tiene como objetivo volver a dar valor a la lana proveniente de las explotaciones de oveja latxa, tanto a nivel ambiental, económico como cultural. Con la puesta en marcha de esta iniciativa se pretende abrir un camino para dar una salida estable al volumen continuo de lana de estas características y crear un mercado de economía circular que involucre a toda la cadena de valor.
El auge de las fibras sintéticas en el sector textil y la hegemonía de la lana de oveja Merina como material para primeras capas han hecho que la lana de oveja de raza latxa, un producto que históricamente tenía de valor y suponía un sustento de la economía de los caseríos vascos, haya caído prácticamente en desuso convirtiéndose el vellón del rebaño esquilado en un problema ambiental. Estos ovinos se han dirigido a la producción láctea, y su lana se ha ido volviendo más bruda, áspera y difícil de trabajar. A día de hoy, la lana en bruto de las explotaciones de estos rebaños supone un residuo de difícil gestión que únicamente genera gastos tanto a las explotaciones como a la administración.
Según datos de Iletegia, empresa afincada en el País Vasco francés especializada en el procesado de la lana, con una media de 2,5 kg de lana por oveja, 2000 toneladas en el caso de todo el País Vasco. “Su procesado para crear una napa aislante es muy complicado. Intentamos durante años que las industrias que procesan lana en Francia nos fabricaran algo con nuestra lana de latxa, pero siempre recibimos respuesta negativa por su morfología y aspereza. Por eso asumimos el reto nosotros y compramos nuestra propia máquina que hemos ajustado y modificado hasta conseguir lo que nos decían que era imposible”, comentan Aña Andiazabal y Aitor Zubillaga, de la empresa afincada en Sara.
El diputado de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio, explicó en rueda de prensa que “cada vez son menos los recursos disponibles y es necesario que la industria cambie sus procesos y sitúe la sostenibilidad y la lucha contra el Cambio Climático en la cabecera de sus modelos de negocio. En denitivia, debemos empezar a crear moda con un impacto positivo para el planeta”. Asensio señaló que “Latxa Artile es el mejor ejemplo de colaboración entre la administración, el sector primario y la industria. Gracias a este proyecto las prendas de altas prestaciones adquieren una dimensión de corresponsabilidad, de impulso a la economía circular y de fomento a la economía del territorio”.
Para el desarrollo del proyecto, se ha seleccionado el caserío Lamariano azpikoa, ubicado en Antzuola, que se dedica al cuidado de las ovejas latxas y a la elaboración de una amplia gama de quesos ecológicos bajo la marca Ama-txo. Txomin Alberdi y Amaia Laskurain son los dos jóvenes que gestionan este caserío: “Estamos muy contentos de participar en esta iniciativa porque es un impulso para nuestro sector, una ayuda para nuestro proyecto y nos hace mucha ilusión que la lana de nuestras ovejas vayan a ser parte de los productos de Ternua, una marca que comparte nuestros valores de respeto y protección de la naturaleza, poniendo en valor una materia prima única, de calidad y de la tierra, como es la lana de la oveja latxa.”
Ternua lleva desde el 2009 desarrollando pruebas de I+d+i con la idea de aprovechar esta materia prima, ya que dispone de unas características técnicas muy interesantes. Esta lana tiene una gran cantidad de propiedades: antibacteriana, aislante térmica, termorreguladora, atrapa el aire, funciona bien en mojado, ignífuga, etcétera. Las ovejas serán esquiladas por profesionales y se exigirá esquilar cada vellón en una pieza para no romper las fibras y mantener todas las propiedades de la lana intactas. Con el fin de conseguir un proceso productivo viable, se contará con la experiencia de Muturbeltz, asociacio´n agroecolo´gica, arti´stica y cultural ubicada en Carranza y orientada a promover la oveja carranzana y el oficio de pastor/a, que ayudará a Ternua en la selección de la lana para obtener la calidad idónea de cara a la posterior elaboración de la napa, que será realizada por la empresa especialista en la manufactura de lana Iletegia. El aislante resultante será enviado a Ternua para el proceso de diseño de las chaquetas. Se utilizarán criterios de sostenibilidad a la hora de elegir dichos tejidos, primando el uso de monomateriales reciclados y reciclables. Asimismo, se tendrá en cuenta la facilidad de las chaquetas para que sean reparables y desmontadas para el reciclaje, una vez que lleguen al final de su vida útil.
La solución propuesta por Latxa Artile disminuirá la cantidad de residuos desechados y aportará un valor a un residuo que tiene un alto potencial de aprovechamiento. Además, el uso de un aislante térmico proveniente de un producto de cercanía ahorrará el impacto ambiental de la importación de materiales técnicos para las chaquetas. El uso de un material biodegradable y fácilmente generable como es la lana de oveja se convertirá en una alternativa al uso de materiales aislantes provenientes del petróleo, con los derivados impactos ambientales que conlleva tanto durante la extracción (emisiones GEI, contaminación de las aguas y los suelos, etcétera) como durante su fabricación, ya que requieren del uso de productos químicos.
Las primeras chaquetas diseñadas por la firma con esta nueva tecnología “Artileshell”, y que llevarán por nombre ARTILE JACKET, serán parte de la colección otoño-invierno 2020-2021 de Ternua y estarán en las tiendas a partir de octubre con un PVP aproximado de 229,95€. Cada chaqueta llevará 400 gramos de lana. Siguiendo su hoja de ruta, Ternua ha seguido criterios de sostenibilidad a la hora de elegir los tejidos de esta prenda. Concretamente ha diseñado una chaqueta que protege del viento y de la lluvia a base de tejidos reciclados (tejido exterior proveniente del reciclado de botellas de plástico post consumo, memebrana biodegradable elaborada a base de azúcar de maíz y tejido interior hecho del reciclado de botellas de plástico post-consumo). Es una chaqueta ligera y térmica, gracias al relleno natural y ecológico de la lana, y lleva un tratamiento de repelencia al agua libre de sustancias nocivas (libre de PFCs). Para explicar el ciclo del proyecto Latxa Artile, Ternua ha incluido un print especial impreso en el interior de la chaqueta que informa de los pasos que se dan en su elaboración. Las chaquetas también serán comercializadas a nivel internacional.