Entrevista a Anna Gómez, gerente de Groomez Mascotas

En esta entrevista, hablamos con Anna Gómez, peluquera canina y propietaria de Groomez Mascotas, acerca de la organización de la zona de baño y secado en un salón de peluquería canina. Anna nos comparte su visión sobre aspectos clave, como la disposición de las bañeras, la importancia de la ventilación, los tipos de secadores más adecuados y las mejores técnicas para garantizar la comodidad tanto de los perros como de los profesionales. Además, nos da recomendaciones para optimizar estas áreas y asegurar un ambiente eficiente y libre de estrés.

Es muy importante que la zona de baño esté bien separada de la zona de corte, siempre que el local lo permita.

El baño genera humedad y el secado produce ruido, lo que puede generar incomodidad en los perros. Para mejorar tanto el bienestar de los animales como el ambiente de trabajo, es recomendable mantener la zona de secado separada de la zona de corte. Esto permite que los perros estén más relajados, minimizando el estrés que los ruidos pueden causar, y ayuda a que los profesionales trabajen con mayor tranquilidad, logrando mejores resultados en el grooming.

En la zona de aguas es recomendable contar con más de una bañera, sobre todo si se gestiona un salón de alto rendimiento con un gran volumen de servicios diarios. Las bañeras pueden ser de resina, acero inoxidable o de obra, dependiendo del presupuesto y diseño.

Es importante tener en cuenta que las bañeras de obra son fijas, por lo que no se pueden trasladar si se cambia de local. Además, la altura y el interior deben ser ajustables para adaptarse a perros de diferentes tamaños y garantizar una postura ergonómica, evitando futuras lesiones de espalda.

Zona de lavado y secado.

En el proceso de secado de los perros, se utiliza primero un expulsador -que debe estar instalado cerca de la bañera, con una manguera -, el cual permite eliminar la mayor parte del agua mientras el perro aún está dentro de la bañera. No es necesario que este aparato tenga resistencia, ya que lo que se requiere de él es presión de aire, no temperatura.

Para razas como los perros nórdicos, un expulsador con temperatura regulable puede ser útil para secar completamente el pelaje. La propia presión del aire llegará a la raíz, haciendo que el secado no se eternice. Incluso el propio aire ayudará a eliminar el pelo muerto del manto.

Después de la expulsión de agua, se pasa al secado propiamente dicho. Es importante realizar cada paso del proceso de manera consciente para optimizar los resultados.

Existen diferentes tipos de secadores, siendo esenciales los de pared, los de manos libres y los de mano como opción adicional, así como las cabinas de secado en peluquerías de alto rendimiento.

Algunos mantos requieren un secado cuidadoso por capas, ya sea para dar volumen o para alisar, lo que se facilita utilizando un taburete para sentarse y un secador de manos libres.

Las cabinas son útiles para reducir el estrés en animales que temen el aire, en perros de pelo corto e incluso en gatos. Además, permiten a los estilistas atender a otros clientes mientras se realiza parte del secado, incrementando el número de servicios.

Los filtros de los secadores deben revisarse frecuentemente, especialmente durante la muda de ciertos perros. Además, el suelo debe mantenerse limpio, utilizando aspiradores de pared que faciliten la limpieza rápida.

Al final del día, es crucial dejar todo recogido para comenzar el siguiente día con buen ambiente y energía. Un lugar de trabajo ordenado promueve un entorno saludable para todos.

Una buena planificación puede mejorar significativamente la salud postural del profesional y aumentar la rentabilidad del negocio en un ambiente más agradable.

La gestión adecuada de los espacios y la ubicación de cada elemento es crucial para crear un salón diseñado por y para profesionales del sector. Con estos principios, se busca hacer el trabajo más cómodo y eficiente, lo que beneficia tanto al estilista como a las mascotas.