Los perros, especialmente aquellos que conviven en un entorno urbano necesitan mantener una higiene regular ya que en cada salida acumulan suciedad de la calle, además la mayoría mudan el pelo continuamente.
El pelo crece en capas consecutivas, de forma que al madurar y caer una capa la siguiente ocupa su lugar y así sucesiva mente.
En el lugar que ocupaba el pelo caído nace otro nuevo y el ciclo continúa.
Es conveniente retirar mediante el cepillado o deslanado la capa de pelo que está a punto de caer ya que en muchas ocasiones el pelo que cae queda enredado con el resto y es el momento en el que comienzan los problemas, se forman nudos en algunos casos imposibles de desenredar y sobre este " pelo muerto" se adhiere la suciedad.
La mejor manera de evitar estos problemas consiste en acudir regularmente a la peluquería con una frecuencia inferior a las seis semanas ya que es a partir de ese período cuando los problemas se multiplican y aparece el mal olor.
Con este servicio, en el momento de unión al programa se registra una cita para cuando se crea conveniente según las necesidades del perro y tres días antes de la misma se recibe una llamada para confirmar, cambiar o anular la cita en caso necesario.