La peluquería del cocker spaniel inglés
Olga de Diego y Marta Diez, propietarias del salón El rincón de Marepopito
03/10/2024Lo primero y más importante es acostumbrar al perro desde cachorro a la manipulación. Esto incluye aprender a dejarse cepillar, coger, tumbar y realizar todo lo necesario sin que la experiencia resulte traumática. El objetivo es que el proceso de grooming sea placentero tanto para el perro como para el profesional.
Con el tiempo, estas buenas costumbres facilitarán que el perro se deje tumbar sobre la mesa de peluquería, permitiendo un secado y cepillado adecuados sin resistencia.
El cepillado debe realizarse con un cepillo de cerdas o púas metálicas, adaptando la longitud de estas según crezca el pelo. Para finalizar, es esencial pasar un peine metálico por las zonas más propensas a enredos, como las axilas, entre los dedos, la zona inguinal, las orejas y los flecos traseros de las patas delanteras.
Los baños deben realizarse semanalmente, utilizando un champú adecuado a la frecuencia y tipo de pelaje, como de visón o de almendras. Es fundamental diluir el champú en agua (una parte de champú por dos o tres de agua) para evitar frotar en exceso y provocar enredos, siempre lavando a favor del pelo, como si fuera una prenda delicada. En caso de mucha suciedad, puede lavarse una segunda vez. Además, es importante aclarar abundantemente para eliminar restos de jabón.
A medida que el pelaje crece, es esencial reestructurar las grasas naturales con cremas, mascarillas o aceites específicos, ya que el secador puede afectar la calidad del pelo. Algunos productos deberán aclararse, mientras que otros se dejan en el pelo según las indicaciones.
Posteriormente, es fundamental secar al perro de forma minuciosa, mechón por mechón y zona por zona, asegurando que quede completamente seco para evitar la formación de nudos o apelmazamientos. Durante la semana, si se desea cepillar al perro, es recomendable usar un pulverizador con algún producto que aporte elasticidad, junto con el secador y el cepillo. Una vez que el perro está bañado, secado y desenredado, se puede proceder a su arreglo, el cual puede realizarse manualmente o con la ayuda de cuchillas de trimming.
Las opciones de arreglo manual son obligatorias para los cockers rubios y los negros con poco pelo, ya que estos colores requieren una atención más delicada. En estos casos, se deben utilizar las herramientas específicas como los peines y los dedos para realizar el stripping manual. Para otros colores de pelaje más abundante, se pueden emplear las cuchillas, que facilitan el proceso sin comprometer el resultado final del arreglo, manteniendo la calidad y aspecto natural del manto.
Arreglo por zonas
Cabeza
La manera correcta de arreglar una cabeza es hacerlo manualmente, especialmente en los ejemplares rubios. Para ello, se utilizan dediles de látex; con una mano se levanta el pelo y con la otra se retiran los que sobresalen, eliminando la pelusilla que forma un tupé poco estético. Este proceso debe dejar al descubierto el pelo más oscuro, más duro y pegado al cráneo, menorando así el aspecto general del animal.
Orejas
Para limpiar las orejas del cocker, se pueden utilizar tijeras de esculpir, entresacar o una máquina de esquilar, asegurándose de limpiar tanto el interior como el exterior hasta el pequeño pliegue de la oreja. Si se utiliza una máquina eléctrica, se recomienda una cuchilla de 2 mm para un acabado más natural. Después, con las tijeras de esculpir, se retocará el corte realizado con la máquina para unir la inserción del cráneo con la oreja, logrando así un aspecto lo más natural posible.
Detalle de la oreja sin arreglar y de la oreja arreglada.
Cuello
Para rebajar la zona del cuello, se debe trabajar desde la parte baja de la mandíbula hasta el esternón, manteniendo el corte corto como en las orejas, preferiblemente utilizando una máquina de esquilar con una cuchilla de 2 mm. Posteriormente, es recomendable utilizar tijeras de esculpir en los laterales del cuello para unir de manera más natural la zona cortada con el resto del pelaje, logrando así un acabado más suave y armonioso.
Cuerpo
Para trabajar el lomo, la parte trasera del cuello y los muslos, se debe pasar una cuchilla gruesa de trimming, eliminando la borra y afinando el pelaje. Es importante mantener la cuchilla casi paralela al cuerpo del perro para retirar eficazmente el pelo sobrante. Los cachorros comienzan a perder esta borra entre los seis y siete meses, y es alrededor del año cuando empiezan a desarrollar su pelaje definitivo, brillante y liso. En perros de capa negra con mucho pelaje, pueden ser necesarias varias sesiones para alcanzar la capa deseada.
Muslos
En los cockers dorados, el arreglo debe hacerse a mano o utilizando una cuchilla de trimming. En el caso de capas negras o cuando el volumen de pelo es muy abundante, se puede utilizar una tijera de esculpir o de entresacar para reducir el volumen. Sin embargo, se debe tener cuidado, ya que no es lo más recomendable; siempre que sea posible, lo ideal es realizar el trabajo a mano para obtener un acabado más natural y respetar la textura del pelaje.
Pies
Los pies deben quedar redondos, cortos y con la apariencia de que el perro pisa de puntillas, comúnmente llamados “pies de gato”. Para lograr este aspecto, es fundamental limpiar cuidadosamente la parte inferior del pie con tijeras, sin retirar el pelo entre los dedos y permitiendo que las puntas de las uñas centrales asomen ligeramente. Este es un corte complicado y requiere mucha práctica para obtener un acabado pulcro y estéticamente atractivo.
Detalle de la mano delantera por arriba y por abajo sin arreglar.
Detalle de la mano delantera por arriba y por bajo arreglada.
Patas delanteras
Es fundamental que el perro, visto de frente, ofrezca una imagen limpia y alineada, similar a la visión de columnas. No debe sobresalir ningún pelo lateral que distorsione la apariencia general. Si se dejan los clásicos “bombachos” o exceso de pelaje, podría dar la impresión de que el perro abre de codos, mete las patas hacia dentro, o presenta alguna anomalía en la postura, cuando en realidad se trata de un error en el corte. Una correcta peluquería canina asegura una presentación impecable y no afecta a la percepción de la estructura del animal.
Patas traseras
Al igual que en la parte delantera, los corvejones deben quedar redondeados, sin que sobresalga ningún pelo fuera del lugar. Para lograr esto, es esencial peinar repetidamente hasta que el pelo adquiera la forma deseada. Se recomienda utilizar tijeras de entresacar o esculpir para ayudar a dar un acabado limpio y natural. Este proceso asegura que la apariencia del perro sea uniforme y bien trabajada, sin desalineaciones que puedan afectar su estética general.
Los flecos
La forma final que queremos darle a nuestro perro, como el faldón más largo o corto, debe ser cuidadosamente planeada y visualizada de antemano. Es importante tener claro cómo queremos que luzca el perro, siempre respetando las características típicas de la raza. Esto implica “dibujar” mentalmente la silueta que deseamos y trabajar el pelaje para lograr ese resultado, utilizando las técnicas de corte adecuadas para mantener las proporciones correctas sin distorsionar la apariencia característica del perro.
Las uñas
Cada vez que arreglamos al perro, es recomendable repasar la punta de las uñas de forma habitual. De esta manera, se evita que las uñas crezcan demasiado, lo que podría desmejorar el aspecto general del arreglo. Este mantenimiento regular ayuda a mantener una imagen limpia y bien cuidada, mejorando la estética del perro en cada sesión de grooming.