Shih tzu: morfología, selección y cría

Los primeros registros de esta raza constan de la dinastía Tang, allá por el 624 DC. Fue la favorita de la nobleza y realeza china durante siglos, siendo ofrecidos como símbolos de paz o trofeos de guerra. La realeza incluso llegó a prohibir su exportación fuera del país, llegando a envenenar los ejemplares que traspasaban sus fronteras, o condenando a muerte a aquellos que los exportaban ilegalmente por ser propiedad de la familia real.

Era habitual que las consortes llevaran a los shih tzus en las grandes mangas de sus vestimentas, ayudándolos a mantener el calor en invierno. También se usaron como calentadores de cama. Eran siempre atendidos por eunucos, que los alimentaban y cuidaban con todo tipo de honores.

Tras la Revolución China, se perdieron la mayoría de los ejemplares, y se dice que todos los shih tzus actuales provienen de dos ejemplares que el general Sir Doublas y Lady Brownrigg importaron a Gran Bretaña en 1930. Fue en Inglaterra precisamente donde se fundó el primer Club del Shih Tzu y se presentaron los primeros campeonatos. En 1950 llegaron a Estados Unidos, aunque no fueron aceptados como raza por el AKC hasta 5 años después.

Otra historia dice que los shih tzus son realmente la reencarnación de los monjes tibetanos que habían pecado, por lo que eran considerados perros sagrados. En algunos lugares, existe la creencia de que estos se sacrificaban para asegurar la buena suerte de los comerciantes que iban del Tibet a la China.

Los shih tzus son también llamados “caniches tibetanos”, “perros Fu”, “perros de manga”, “perro con cara de crisantemo”, por su morro con los pelos abiertos en forma de crisantemo, “perros-león” o “perros bajo la mesa” entre otros.

A pesar de encontrarse en el número 70 de la escala de inteligencia de Stanley Coren, esta mediación es poco objetiva, ya que tiene en cuenta únicamente la inteligencia instintiva, adaptativa, o de trabajo y de obediencia. Pero es que en el caso del shih tzu, su inteligencia precisamente radica en entender qué es lo que le pedimos y no en realizarlo, porque no le apetece: no es que no te esté entiendo, sólo que no comprende por qué debería hacerlo. Es un perro un tanto obtuso y comodón, pero que será un compañero de vida irremplazable.

Dispone de una gran cantidad de pelo, en dos capas, una larga y otra algodonosa, que requieren de aseo diario. La mayoría de los perros de esta raza mantienen el corte cachorro o el corte teddy pero su pelo, bien cuidado, puede llegar hasta el suelo.

Están admitidos todo tipo de colores -sólidos, bicolores y tricolores-, y desde el negro al blanco, siendo los más habituales los de colores blanco, marrón y negro. Según el AKC (American Kennel Club), pueden haber catorce colores diferentes, con tres tipos de marcas distintas. De hecho, casi todos los shih tzus nacen con la “marca de Buddha” (el penacho blanco en la frente) y la punta de la cola blanca.

Su peso varía entre los 4,5 y los 8 kg y, cuando se encuentran por debajo de dicho estándar, suelen ser llamados ‘miniaturas’.

Hay pequeñas diferencias entre los estándares que marcan la FCI (Federación Cinológica Internacional) y el AKC. En el estándar europeo, los shih tzus pueden pesar de entre 4,5 a 8 kg, mientras que los americanos indican un peso de entre 4 y 7,2 kg (de 9 a 16 pounds). En la altura, también existe una pequeña variación, admitiendo el FCI una altura a la cruz máxima de 27 cm mientras que el AKC marca un rango de entre 22,8 a 26,6 cm (de 9 a 10, 5 inches). Ambos aceptan todos los colores y marcan el mismo tipo de pelo de doble capa, pero, mientras que el europeo acepta la mordida en tijera o con un leve prognatismo, el americano sólo acepta la sobremordida. Morfológicamente hablando, el tipo de cuerpo sería la característica más diferente entre ambos estándares: el shih tzu con un estándar europeo debe ser de estómago abultado, con huesos fuertes y apariencia compacta mientras que el americano es mucho más atlético y estilizado.

FCI

• Altura máxima de 27 cm a la cruz
• Peso de entre 4,5 a 8 kg
• Mordida en tijera y aceptado un leve prognatismo
• Estómago abultado y huesos fuertes
• Apariencia compacta

AKC

• Altura máxima de entre 22,8 a 26,6 cm a la cruz
• Peso de entre 4 a 7,2 kg
• Más largo que alto
• Sobremordida
• Estómago no en forma de barril
• Hocico de menos de 2,5 cm

Una hora al día para socializar y andar suele ser más que suficiente, pero con una adaptación paulatina podrían realizar largas caminatas sin problema.

Sus mudas son muy suaves, siempre en primavera y otoño, pero no suelen soltar pelo, sino que este se queda enganchado dentro del subpelo, formando nudos. Es importante el uso de cosméticos, como desenredantes y keratinas, que faciliten el cepillado para no hacerles daño.

Las orejas son propensas a la suciedad por no tener buena ventilación al estar caídas y por el exceso de pelo que crece dentro del pabellón auditivo. Para limpiarlas, hay que retirar dicho pelo y mantener un correcto aseo, siguiendo las indicaciones de los peluqueros caninos y de los veterinarios. A la hora del baño, es recomendable recordar no mojar por dentro el pabellón auditivo, ya que esto puede causar otitis.

Debemos aprovechar estos baños para mantener ciertas partes del cuerpo sin pelo, ya que podrían causar problemas: el abdomen, por ejemplo, así como las zonas de alrededor del ano y de los genitales deben estar rasuradas. Las almohadillas de los pies son lugares sensibles por los cuales ellos regulan la temperatura, y si tienen nudos o están enmarañadas, se sentirán incómodos.

Debido al exceso de pelo, algunos shih tzus muestran manchas alrededor de la boca, causadas por la comida y el agua, que oxidan ese pelo, dejándolo de un color rojizo. Hay comederos y bebederos especiales pensados para evitar precisamente eso, manteniendo así una estética perfecta.

La limpieza de los dientes en esta raza es especialmente necesaria, ya que su mordida natural provoca que se queden restos de comida fácilmente entre los mofletes, las encías y los dientes. Es por ello que un cepillado diario ayudará a mantener su salud dental y a que no se les cree sarro.

Debido a su morro chato, puede sufrir enfermedades como el síndrome braquicéfalo, aunque una buena selección y la realización de pruebas genéticas reducen el peligro de este tipo de afecciones.

También pueden ser sensibles de estómago, habiendo en los últimos años más casos registrados de alergias alimentarias.

Otros problemas que podrían mostrar los shih tzus serían las hernias, displasias o dislocaciones de rótula, así como el entropión (afección del ojo en la que las pestañas crecen para dentro en vez de hacia fuera).

Los ojos, al ser protuberantes, son propensos a heridas causadas por hierbas, polvo, golpes o arañazos, por lo que es importante revisárselos todos los días y retirar rápidamente cualquier cuerpo extraño que veamos en ellos.

Un ejemplo de ello sería la prohibición en Holanda, desde 2019, de la cría de todas las razas braquicéfalas. En Noruega, este año pasado también prohibieron la cría de ciertas razas como el cavalier king charles y el bulldog inglés por considerarlas incompatibles con la Ley de Bienestar Animal, ya que tenían un alto índice de problemas genéticos.

En Amare de Domi Canes, nuestro centro, llevamos 9 años criando esta maravillosa raza, seleccionando a nuestros ejemplares por su carácter y su salud, primeramente, y por su belleza y pedigree, después. Para nosotros, es primordial que todos nuestros perros se encuentren en condiciones óptimas, por lo que las pruebas genéticas y los reconocimientos veterinarios cobran especial importancia. Cada criador tiene sus preferencias y, en nuestro caso, un shih tzu ideal sería un perro pequeño, alegre, cariñoso y tranquilo, sin problemas de salud ni ronquidos, más estilizado que regordete.

Por otro lado, los shih tzus suelen tener una media de 4 a 6 cachorros por camada, dependiendo de los ejemplares con los que se críe. Un criador responsable no dispondrá de más de 4 o 5 camadas ni reproducirá antes del año de edad, tanto de la madre como del padre. Así, se le otorgará a la madre un cuidado prenatal conveniente, con ecografías y revisiones veterinarias, y se le asistirá en el parto adecuadamente para respetar sus necesidades y su salud, y la de sus cachorros.

Así mismo, los reproductores deberán de ser supervisados por un veterinario, vacunados y desparasitados debidamente, y disponer de las horas de socialización, aseo y actividad apropiadas para la raza. Sólo realizando todas estas actividades se obtendrá un cachorro sano y equilibrado.