Cuatro beneficios que no sabías de tener una mascota para la salud mental

Actualmente, una de cada ocho personas en el mundo padece algún problema de salud mental, lo que puede repercutir en su salud física y bienestar, así como en su entorno. Debido al crecimiento a niveles preocupantes de casos de personas sin apoyo en su salud mental, se está logrando que actores como los medios de comunicación, las redes sociales o la opinión pública ofrezcan la importancia que merece este tema, especialmente para prevenir y acompañar en estos episodios a niños y a adolescentes.

Conforme múltiples investigaciones han avanzado, interactuar y convivir con animales tiene múltiples beneficios para la salud mental. En este sentido, desde el 2015, Purina, marca de referencia en el sector mascotas, inició investigaciones para recopilar evidencias relacionadas con el impacto que genera el vínculo humano-animal, así como estudios sobre las terapias asistidas con animales.

Es por ello por lo que el grupo, en el marco del Día Mundial de la Salud Mental, conmemorado cada 10 de octubre, nos cuenta cuatro beneficios de tener una mascota y cómo impactan de forma positiva en la salud mental de las personas, mediante las terapias asistidas:

1. Motivacionales: están vinculados a la mejora de sentimientos como la autoestima y la autoconfianza, sobre todo en niños y adolescentes que pueden sentirse tristes, deprimidos o mostrar cierta agresividad como consecuencia de unas inseguridades que pueden trabajarse gracias a las terapias que incluyan la interacción con perros.
2. Apoyo emocional: con gran impacto en personas mayores que viven solas, y/o en aquellas que sufren episodios o trastornos de depresión. En este apartado destaca la labor que los perros de terapia proporcionan a estas personas, mediante la compañía, subiendo su estado de ánimo y promoviendo el ejercicio. Es decir, los perros ayudan a que esa persona se “obligue” a salir, adquirir responsabilidades, rutinas y a “tener que desarrollar ciertas tareas” para cuidar del animal. Esta terapia contribuye a mejorar la autonomía, la actividad física y la mejora anímica.
3. Terapéuticos: la presencia de los perros de terapia contribuye a la aceleración de los procesos de recuperación de pacientes. Acompañados de los técnicos de intervenciones y de los profesionales sanitarios responsables de los casos médicos, los perros apoyan a la superación del miedo, la mejora de la ansiedad, la disminución del ritmo cardíaco, la presión arterial y cualquier otra situación estresante vinculada al estado físico o psíquico de las personas.
4. Socialización y empatía: los animales en general, y los perros en concreto, son grandes facilitadores sociales por su capacidad para interactuar con otros perros y personas. En personas con dificultad de relacionarse, las terapias con animales puede ayudarles a generar relaciones, y a conseguir un mayor nivel de empatía, apego y crecimiento sociocognitivo.

Para el 2030, Purina espera ayudar a 1 millón de personas en situaciones de vulnerabilidad a mejorar su salud y bienestar, incluyendo la mental.

En Europa, el grupo ha colaborado (mediante intervenciones asistidas con animales, actividades o terapias) con asociaciones en las que el vínculo humano-animal ha dado apoyo a niños y adultos a sus necesidades físicas y psíquicas, aportando resultados muy positivos. En España, Purina ha apoyado la investigación, junto a la Universidad Rey Juan Carlos y al Hospital Niño Jesús de Madrid, para evaluar los beneficios que aportan los perros de terapia en niños con trastornos de la alimentación, observando una disminución de la ansiedad y de los síntomas de depresión, así como un incremento de la autoestima.

Purina, el Hospital Clínic de Barcelona y el CTAC presentaron los resultados del estudio científico que confirma la eficacia de terapias asistidas con perros en la salud mental de niños y adolescentes con trastornos del neurodesarrollo (trastorno del espectro autista, de conducta o ansiedad). Durante dos años, esta investigación fue recogiendo datos sobre el impacto de los perros de terapia en el Hospital de Día del Servicio de psiquiatría infantil y juvenil. Con todo, se ha observado el beneficio de la terapia como un tratamiento complementario. Según los investigadores del Clínic-IDIBAPS, “los resultados de las terapias con perros son muy positivos: mejoran en la asistencia, los niños estaban más tranquilos, era más fácil trabajar los objetivos con ellos. Las crisis y agitaciones disminuyeron significativamente y, además, la presencia de los perros en el hospital facilitaba el autocontrol y el funcionamiento social de los niños”.

El equipo de investigación formado por profesionales sanitarios del hospital Sant Joan de Déu Barcelona junto a adiestradores caninos del CTAC han elaborado un estudio sobre el efecto de las intervenciones asistidas con perros en pediatría y sus beneficios en pacientes hospitalizados. Este informe, que fue posible gracias a la colaboración de Purina y a la beca de investigación concedida al hospital, recogió que la presencia de perros de terapia ayuda a tranquilizar y a distraer a los niños en los momentos críticos, como por ejemplo cuando se les ha de colocar una vía. Las mascotas que recorren las salas de espera de consultas externas para interaccionar con las familias y niños logran hacerles más corta y distraída la espera a los pacientes y, sin duda, los perros despiertan sonrisas y permiten que los niños se olviden del dolor por un momento.