Schnauzer: morfología, selección y cría
Luis Martín del Río, criador y propietario del afijo Tajinastes
11/04/2023El schnauzer miniatura se tiene bien ganado el sobrenombre de “pequeño gran perro”; toda aquella persona que haya tenido un ejemplar de esta raza sabe a lo que me refiero. Su tamaño no nos debe confundir: el schnauzer no tiene carácter de toy, sin duda conserva las características de un perro de raza grande en una talla reducida.
La silueta cuadrada y armónica con un toque elegante y la pose altiva cuando algo le llama la atención, junto a unas cejas triangulares y unas barbas frondosas hacen de la expresión del schnauzer una de las más características del mundo canino. De carácter seguro, cuando tiene que serlo, combina un punto de juguetón y activo, y la versatilidad de su temperamento le permite ser un perro familiar al mismo tiempo que un deportista o un ejemplar de trabajo en distintas disciplinas. Indudablemente, su aspecto externo y su actitud contribuyen a que sea una raza muy valorada en las exposiciones caninas de belleza.
Otro plus de esta raza es el no perder pelo ni sufrir gran descamación en su piel, por lo que con un adecuado mantenimiento habrá menos posibilidades de que nos genere alergia.
Carácter y aptitudes
Desde que nací, siempre he estado rodeado de perros, y lo que destaca del mini es la versatilidad de su carácter: he criado desde ejemplares que han sido una perfecta compañía de personas mayores o enfermas, mostrando un temperamento paciente y cariñoso, hasta perros que han acompañado a sus propietarios deportistas, mostrándose activos y siempre dispuestos a correr a su lado. Y no podemos olvidarnos de sus dotes para actividades como la obediencia o el agility, como así lo han demostrado varios de nuestros ejemplares.
Si se le educa adecuadamente, el schnauzer se muestra sociable con otros congéneres, no siendo agresivo, pero tampoco sumiso ni miedoso. Es disciplinado, extremadamente limpio y siempre está dispuesto a agradar y a llamar la atención de sus propietarios, lo que le hace ideal como compañero de niños, que dadas estas características y gracias a su tamaño, permite a un menor ocuparse sin problema de tareas como el paseo diario, el mantenimiento, la higiene y de establecer una relación emocional muy beneficiosa para ambos.
Por todo lo expuesto, podemos decir que se trata de una raza ideal para la compañía, aunque no debemos obviar sus facultades como guardián dispuesto a avisar inmediatamente de la presencia de un extraño.
Morfología
Comentarios al estándar
En cuanto al aspecto general, el schnauzer miniatura debe ser un perro fuerte y vigoroso pero elegante. Sin ser pesado ni tosco, ni tener síntomas de enanismo, al primer vistazo nos debe dar sensación de fuerza y elegancia, siendo una raza de talla pequeña. Su estructura debe ser cuadrada, es decir, que el largo de su cuerpo coincida con su altura medida hasta la cruz.
En cuanto a su carácter y temperamento, se indica en la redacción del estándar que es un excelente perro para el hogar, la guardia y la compañía ya que puede ser incluso mantenido en una vivienda pequeña sin problemas.
La cabeza marca su aspecto inconfundible y debe corresponder a la fuerza general del perro. El cráneo debe ser fuerte y alargado, con el occipucio poco marcado. La frente es plana y paralela con la caña nasal, y sin arrugas, y la depresión naso-frontal (stop) estará bien marcada debido a las cejas. La trufa debe de estar bien desarrollada, con ventanas bien abiertas y de color negro. La caña nasal es recta y los belfos negros se apoyan firmes y planos sobre los maxilares. La comisura de los labios es cerrada y el hocico termina en forma de cuña truncada.
Los maxilares deben ser poderosos y la mordida en tijera, significando esto que los dientes superiores cierren por fuera de los inferiores. La dentadura consta de 42 piezas limpias y blancas, y la musculatura de la masticación estará fuertemente desarrollada sin que por esto exageren las mejillas y estropeen el aspecto rectilíneo de la cabeza (con la barba).
Los ojos serán de tamaño medio, ovales, direccionados hacia delante, oscuros y con aspecto vivaz, y los párpados, adherentes.
Las orejas, de insercion alta, en forma de V, deberán estar dobladas y caídas, y sus bordes internos descansarán sobre las mejillas. El porte de las orejas es simétrico; están dirigidas hacia delante en dirección de la sien. El pliegue paralelo no debe sobrepasar la línea superior del cráneo.
La nuca será acorde a la fortaleza del perro, musculosa y noblemente arqueada, deslizándose el cuello armónicamente hacia la cruz. Fuertemente insertado, es estrecho y con porte noble, lo que contribuye al aspecto pujante y elegante de la raza. La piel de la garganta es adherente y sin papada.
En cuanto al cuerpo, el estándar indica que la línea superior debe ir descendiendo levemente desde la cruz hacia atrás, de manera que el perro posado con los miembros rectos debe presentar una espalda corta y firme, y en descenso hasta la implantación de la cola. El lomo será corto, fuerte y profundo, y la distancia desde la última costilla hasta la cadera también será corta, de modo que el perro deberá aparecer compacto, lo que denominamos “riñón corto”. El pecho es moderadamente ancho, de corte oval, y profundo hasta los codos, y el antepecho está especialmente marcado por la punta del esternón.
En cuanto a la línea inferior, se indica que los flancos no deben ser excesivamente recogidos, de manera que, junto a la parte inferior del tórax, formarán una línea armónica y ondulada. La cola natural, en los ejemplares que hayan nacido tras la prohibición de su corte, tendrá forma de sable o de hoz.
En el punto en el que se refiere a las extremidades, se indica que los miembros anteriores, vistos de frente, deberán ser vigorosos, rectos y estar colocados no demasiado juntos. Los antebrazos, vistos de costado, serán rectos, y los hombros, con la escápula firmemente apoyada sobre el tórax. Bien musculada a ambos lados de la espina del hueso, sobresaldrá esta por encima de las vértebras de la columna, en su tramo torácico. Lo más inclinada posible y bien echada hacia atrás, formará un ángulo de 50° con la horizontal.
El brazo, bien pegado al cuerpo, fuerte y musculoso, debe formar con la escápula un ángulo de entre 95º y 105º. Los codos estarán bien ajustados, no girados ni hacia fuera ni hacia dentro. El antebrazo será recto, visto desde cualquier lado, fuertemente desarrollado y bien musculado. La estructura del carpo, fuerte y estable, apenas se destacará de la del antebrazo. El metacarpo deberá ser recto, visto de frente; ligeramente oblicuo respecto al suelo, visto de perfil; y fuerte y ligeramente elástico. Los pies anteriores serán cortos y redondos, con los dedos apretados unos con otros y arqueados (pies de gato), y las uñas cortas, de color oscuro y con almohadillas fuertes.
Los miembros posteriores serán oblicuos, vistos de perfil. Desde atrás, se verán paralelos y no demasiado juntos. El muslo será moderadamente largo, ancho y fuertemente musculado, y la rodilla no deberá estar girada ni hacia dentro ni hacia fuera. La pierna, larga, fuerte y tendinosa se continuará en un poderoso corvejón, que será bien angulado, fuerte, firme, y no girado ni hacia dentro ni hacia fuera. El metatarso será corto y perpendicular, y los pies posteriores tendrán dedos cortos, arqueados y apretados unos con otros, y uñas cortas y negras.
El movimiento es muy importante porque es la demostración de que el ejemplar posee una estructura correcta. Así, deberá ser elástico, elegante, ágil, libre y con una buena cobertura de terreno. Para ello, los miembros anteriores se estiran hacia delante lo máximo posible y los posteriores proporcionarán la potencia necesaria. El anterior de un lado y el posterior del otro se desplazan simultáneamente hacia delante, y los ligamentos y articulaciones son firmes.
En cuanto al manto, el estándar indica que el pelaje debe ser duro y tupido, y estar compuesto por una tupida lanilla interna, denominada subpelo y cuya misión es abrigar, y por otra capa externa, cuya misión principal es la de proteger. Estando formada por pelos duros, de largo suficiente y bien pegados en todo el cuerpo, no deberá ser demasiado corta. Deberá poderse comprobar su textura, ni hirsuta ni ondulada. En los miembros, el pelo tiende a no ser tan duro y, en la cabeza y en las orejas, es corto. Lo más característico de esta raza es el hocico, la barba (que no debe ser demasiado blanda) y las cejas tupidas que hacen sombra a los ojos.
Colores admitidos y no admitidos, según la FCI
Los colores admitidos en el schnauzer miniatura son el negro puro con lanilla interior negra, el sal y pimienta, el negro y plata, y el blanco puro con lanilla interior blanca. Para los sal y pimienta, el objetivo de la cría es obtener un tono medio con igual distribución de color pimienta, bien pigmentado, con lanilla interior gris. Se admiten tonalidades que van desde el oscuro gris acerado hasta el gris plata. Todas las variedades de color deben tener una máscara oscura que subraye la expresión y que esté en armonía con el color de la tonalidad respectiva.
Para los negro y plata, el objetivo de la crianza es obtener una capa externa de pelo negro con lanilla interior negra; y manchas blancas sobre los ojos, en las mejillas, en la barba, en la garganta, en los metacarpos, en los pies, en la cara interna de los miembros posteriores y en la zona perineal. En el antepecho, dos triángulos simétricamente ubicados. La frente, la nuca y los lados exteriores de las orejas deberán ser negras, igual que el pelo de la capa externa.
Selección y cría
Cuando la edad me lo permitió, me incorporé al trabajo con los perros, haciéndolo compatible con mis estudios y mi formación.
La cría de esta maravillosa raza la iniciamos con el afijo Tajinastes, en 1984, de la mano de mi padre. Cuando la edad me lo permitió, me incorporé al trabajo con los perros, haciéndolo compatible con mis estudios y mi formación, y desde muy joven me hice cargo de la dirección de esta labor. Desde las primeras importaciones con las que comenzamos, no he parado de trabajar, adquiriendo reproductores de elite, seleccionando a los cachorros que más se acercan al ejemplar ideal, participando en exposiciones de belleza nacionales e internacionales y en concursos de peluquería, y trabajando en Estados Unidos, en uno de los criaderos más importantes. En general, tratando día a día de que mi labor sirva para conocer y mejorar la raza.
Aunque el schnauzer miniatura es una raza sana en el aspecto reproductivo ya que es fácil de cruzar, las hembras son buenas madres y los cachorros se desarrollan y se interrelacionan bien entre ellos y con sus cuidadores, la cría de cualquier ser vivo no está exenta de problemas y algunos sinsabores.
Siempre he tenido como principio de mi cría el trinomio salud, carácter y belleza pero, sin lugar a dudas, es la salud la que considero más importante. Es para mi casi una obsesión, y en esa línea no escatimo en controles veterinarios con programas de vacunación, de desparasitaciones intestinales y externas, y de auscultaciones tanto de cachorros como de reproductores para descartar problemas cardíacos, y mediante una alimentación de elite y de otros sistemas contra la filariosis y la leishmaniosis.
En los últimos años y gracias al desarrollo que están teniendo las investigaciones genéticas, a todos los ejemplares que van a ser incorporados como reproductores en mi criadero se les realizan pruebas genéticas para descartar una serie de enfermedades de carácter hereditario, como son MAC, miotonia congénita, PRA, neuropatía Charcot-Marie-Tooth, Comma Defect y PMDS, con lo que nos aseguramos de que están limpios de estas afecciones. También pasan cada año la prueba oficial de ojos y se les ausculta el corazón durante cada revacunación.
En cuanto al carácter, sabemos que intervienen varios factores y actuamos sobre los que están en nuestras manos, como son el genético, para lo que elegimos reproductoras y sementales que posean un temperamento seguro y alegre, y el externo, proporcionándoles una vida lo más sana posible, con ejercicio diario, y juegos entre ellos y con nosotros al aire libre, minimizando las situaciones de estrés y manipulando las camadas de la manera más adecuada. En definitiva, ponemos todo lo que está en nuestras manos para que los ejemplares que criamos sean unos buenos compañeros, con el carácter típico de la raza, independientemente de que compitan o de que realicen una determinada labor.
En cuanto a la belleza, basamos nuestra labor en tener una idea clara de nuestra interpretación del estándar, que es el ejemplar ideal al que deseamos llegar después de años de criar y de participar con éxito en exposiciones de belleza, viendo ejemplares y viajando para relacionarnos con otros criadores y conocer su visión, y desarrollando una selección, eligiendo a los reproductores que se acerquen más a ese schnauzer perfecto.
Procuramos que la utilización de la consanguinidad en nuestros cruces sea controlada y medida, por lo que estamos continuamente buscando posibles cruces o reproductores de otros criaderos que nos puedan aportar bondades a nuestra línea de sangre.