La norma UNE 23 120 sobre ‘Mantenimiento de extintores portátiles contra incendios’ es una norma elaborada y consensuada por el sector, que establece los criterios y las pautas a seguir en el mantenimiento de los extintores, y en la que ha trabajado durante más de tres años el Comité Sectorial de Extintores de
Tecnifuego-Aespi.
Esta norma presenta diversos cambios a tener en cuenta, como son: la introducción de una serie de defectos, que si se presentan en un extintor pueden poner en duda su correcto funcionamiento, como criterios de rechazo, y la fijación del equipamiento mínimo que la empresa mantenedora debe disponer en su taller.
La norma incluye aspectos a tener en cuenta para el mantenimiento trimestral, mantenimiento anual, apertura y recarga de extintores (incorpora las operaciones a realizar tras la apertura de un extintor), pruebas de presión (se establece la técnica recomendada para el ensayo hidráulico, el método por expansión volumétrica de envoltura de agua y se fijan las presiones de prueba en función del tipo de extintor), sustitución de componentes y agentes extintores y propelentes, medidas de seguridad (se incorporan dos capítulos, uno para las medidas adicionales de protección contra incendios y otro para la seguridad del personal), certificado de mantenimiento y registro (guardar los registros que justifiquen las operaciones durante 3 años), criterios de rechazo, formación del personal técnico (experiencia mínima de 6 meses en el puesto de trabajo y la participación en un curso de formación de 50 horas), medios técnicos de las empresas mantenedoras, etc.
El Comité de Extintores de Tecnifuego-Aespi confía en que el nuevo reglamento de instalaciones de protección contra incendios (RIPCI) incluya esta norma UNE para que las operaciones de mantenimiento se realicen siguiendo los criterios y pautas normalizadas con el fin de elevar los niveles de calidad y seguridad de dichos mantenimientos.