Filtración mediante anillas: qué es, funcionamiento y cuándo emplearla

En concreto, la anilla paralela Lama se ha diseñado a través de estudios minuciosos llevados a cabo por su equipo de ingeniería. Con la ayuda de software especializado, se ha conseguido la geometría más eficaz para conseguir la mayor superficie útil de paso en la filtración. La geometría trapezoidal de sus canales le asigna la mayor efectividad entre todas las anillas filtrantes del mercado. Por otro lado, hay que destacar que es muy necesario que las anillas cuenten con un prefiltro para que las partículas grandes, aunque queden retenidas, sigan permitiendo el paso de agua.

En función de la calidad del agua y del tipo de emisor posterior, en Lama empleamos diferentes anillas en función del micraje que se necesite. Contamos con matrices propias para la fabricación de anillas paralelas de diferentes luces de paso: 20 µm de color verde, 50 µm de color azul, 100 µm de color naranja 130 µm de color amarillo, 190 µm de color rojo y 250 µm de color marrón. La anilla de 190 µm es la que se suministra de serie.

En agricultura se suelen utilizar luces de paso de 100 a 190 µm, suficientes para que, en la mayoría de los casos, no se lleve a cabo la obstrucción de los goteros.

En industria se manejan todos los rangos de luces de paso, dependiendo de qué tipo de separación de quiera llevar a cabo. Desde un desbaste con anillas de 250 µm hasta 20 µm, para filtración previa a una microfiltración.

Como casi todos los dispositivos de filtración, estos equipos tienen un ingreso de agua bruta y una salida de agua limpia. El proceso comienza con el agua sucia traspasando los canales de las anillas, pasando después al interior de la torre de filtración. La filtración en anillas se produce haciendo circular el agua desde fuera de la torre hacia adentro, quedando las partículas de suciedad en la misma, siempre que sean de mayor tamaño que la luz de paso de la anilla seleccionada. El proceso finaliza con el agua perfectamente filtrada.

Las partículas en suspensión que se van depositando poco a poco en las anillas, lo que produce una retención al paso del agua debido a que los orificios de los canales de las anillas se van obstruyendo, lo que se traduce una pérdida de carga que podríamos ver en los manómetros de entrada y salida. Si la instalación consta de un sistema de limpieza automático, tendrá un presostato o sensores que detecten esta diferencia de presión y estos iniciarán el proceso de limpieza.

La limpieza se realiza invirtiendo el flujo de agua dentro del filtro. El agua cambia de sentido y únicamente saldría agua a través de los orificios que tiene la torre de anillas distribuidos a lo largo de la misma Estos orificios están diseñados para que, además de expulsar agua, sirvan para hacer girar las anillas y ayuden así a la separación de las partículas de suciedad de los canales de estas.

- En los filtros manuales, hay que proceder al desmontaje del cartucho de anillas filtrantes y hacer incidir sobre ellas un chorro de agua a presión, previamente descomprimidas y sueltas entre sí. Cuando existe una cantidad considerable de suciedad adherida en los canales de las anillas, es recomendable una limpieza a fondo en un baño de solución química, siempre llevado a cabo con escrupulosa precaución y siguiendo las recomendaciones del fabricante.

- Si hemos optado por filtros automáticos, la limpieza del cartucho de anillas se produce en sentido inverso al de filtración, con separación de las anillas y giro de estas a alta velocidad. La combinación de ambos efectos hace que se consiga el desprendimiento de la suciedad, apoyado por la incidencia de unos chorros tangenciales a presión sobre toda la superficie de las anillas filtrantes. El lavado se lleva a cabo con muy poco volumen de agua. En el retrolavado automático no se interrumpe la fase de filtración de agua. En este caos, el equipo está formado por varios filtros, mientras uno limpia el otro sigue filtrando. Siempre es recomendado utilizar estos sistemas para que la limpieza se realice con agua depurada del filtro auxiliar.

Por otro lado, la limpieza automática también se puede hacer con agua filtrada del resto de filtros de anillas; con el aporte de agua externa o incluso con el apoyo de aire a presión.

La filtración física por anillas se caracteriza por una filtración en superficie con una ligera profundidad. Las anillas son adecuadas en aguas con alta salinidad o corrosivas al metal. Obtendremos punto de corte definido por la anilla.

Debemos tener en cuenta si el agua a filtrar contiene sustancias o partículas que puedan evitar la separación de las anillas durante la limpieza. Esto podría provocar la obstrucción permanente del equipo y producir una limpieza continua del mismo y, por consiguiente, un mal uso del agua.

Las ventajas de estos equipos son:

- Permiten filtrar un gran caudal necesitando un espacio menor en comparación a otros sistemas de filtración.

- Si la anilla del fabricante ofrece realmente una luz de paso como la que indica el mismo, las partículas de mayor tamaño que el orificio de la anilla que usemos no atravesarán la misma.

- En el caso del cierre de Lama, el mantenimiento es muy sencillo. Para el El desmontaje de la campana, solo es necesario medio giro. A diferencia de otros sistemas, este es de seguridad, ya que mientras haya presión, no se podrá abrir.

Por otro lado, normalmente los filtros de anillas se suelen clasificar según el material de fabricación los filtros se clasifican en:

- Filtros plásticos-> normalmente fabricados en poliamida reforzada con fibra de vidrio. Este material está indicado para aguas muy corrosivas o aguas salobres.

- Aceros, tanto al carbono como inoxidable-> hay que recordar que las torres de acero al carbono deben ir protegidas por con conjunto de técnicas que hagan que su durabilidad sea muy prolongada, como es el caso del tratamiento superficial de nanotecnología Lama.