Entrevista a Vicenç Ivorra, jefe de la Comisión de Gas y Calefacción de Ferca
24 de noviembre de 2010
Para un instalador, ¿cuáles son los principales riesgos laborales de su día a día?
Los trabajos de instalación engloban un sinfín de actividades —electricidad, fontanería, gas, calefacción climatización, instalación, mantenimiento, etc.— y por ende una gran variedad de situaciones que pueden generar riesgos o daños para la salud. En numerosas ocasiones el sector de la instalación está muy próximo al entorno constructivo, que actualmente sigue siendo una de las áreas de actividad que aglutina el mayor número de accidentes en nuestro país. Los ‘servicios’, encabezan la lista en número de accidentes mortales hasta la fecha, seguidos de la construcción, a pesar de la notable bajada que hemos experimentado este año. Lamentablemente Cataluña se encuentra en el tercer lugar de esta lista (por lo que respecta a los accidentes mortales) precedida de Galicia y la Comunidad Valenciana. Con ello queremos decir que el sector de los instaladores tiene todos los riesgos y todos, absolutamente todos, son ‘principales’; no debemos bajar la guardia.
Y en el caso de las instalaciones, ¿cuáles son los riesgos que más les pueden afectar?
En muchas ocasiones el riesgo se encuentra en el propio entorno, así como en la concurrencia de actividades por parte de múltiples empresas en un mismo espacio físico de trabajo. Este hecho modifica o altera muchas de las situaciones habituales para el instalador, creando un efecto aditivo sobre los posibles riesgos. El intrusismo profesional, así como la excesiva subcontratación, también encuentra su reflejo en los índices de siniestralidad actuales.
¿Cómo ha evolucionado la prevención de riesgos entre los profesionales en los últimos años?
La percepción sobre la evolución de la prevención de riesgos laborales en el sector es buena, pero excesivamente lenta. Hemos asistido a un cambio de mentalidad progresivo, pero aún queda un largo camino por recorrer. Hoy en día todos los instaladores conocen la necesidad de disponer de un sistema de prevención de riesgos laborales. El sector empieza a estar muy concienciado. Nosotros contamos con la ayuda de empresas especializadas (servicios de prevención) que nos asesoran en este campo.
El tema de la seguridad en las instalaciones ¿lo perciben del mismo modo los autónomos o pymes que las grandes empresas?
No solo se trata de percepción, también entran en juego los recursos. La normativa española en materia de prevención de riesgos laborales marca idénticas obligaciones para las pymes y grandes empresas, y desde nuestro punto de vista es un error. Como es lógico, los recursos son muy diferentes en ambos casos. El trabajador autónomo, como en otros ámbitos legislativos, ha sido el gran olvidado. La normativa no ha sabido tener en cuenta sus peculiaridades en particular y sus limitados recursos.
En general, ¿el profesional de la instalación está bien formado en cuanto a riesgos laborales?
La puesta en marcha de la Ley de Prevención de riesgos laborales supuso el paso inicial en la reglamentación de la formación preventiva. Actualmente se está impulsando este aspecto, concretándose y desarrollándose poco a poco. Los centros de formación reglada mediante sus ciclos formativos están realizando una gran labor con los futuros profesionales, inculcando la prevención de riesgos como un aspecto imprescindible en el trabajo. Paralelamente a la negación colectiva, se está desarrollando de forma particular la formación continuada necesaria en cada sector.
¿Se cometen todavía negligencias en este campo?
Sí, por desgracia se producen negligencias e imprudencias, que acaban ocasionando accidentes, con el consiguiente daño a la persona y su entorno. España abandera la lista de países con más accidentalidad de Europa. Debemos cambiar el ‘chip’: se trata de poder llegar a considerar el trabajo bien hecho como una suma de calidad, respecto con el medio ambiente y prevención de riesgos laborales.
Desde Ferca, ¿qué iniciativas se llevan a cabo sobre este punto?
Las asociaciones que forman parte de la Federación (Ferca) están absolutamente concienciadas de la necesidad en cuanto a que sus empresas miembros apliquen al 100% la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Para ello pone a su disposición, de forma continuada, la formación necesaria y obligatoria para sus trabajadores.
¿Y desde la Administración?
Nos consta que la Administración, a nivel estatal y autonómico, está trabajando de forma permanente. A pesar de ello, debemos ser críticos con este trabajo. Son muchas las situaciones en las que la Administración limita su actuación a un mero control de las condiciones de trabajo, que acaba teniendo un resultado poco constructivo. Consideramos que sería necesario promover la prevención desde un punto de vista más didáctico, estimulando y concienciando a las empresas, teniendo en cuenta las dificultades que supone en muchos casos los cambios. Pensamos que debería incentivarse y promoverse la cultura preventiva a través de políticas estimulantes, menos punitivas.
En cuanto a prevención, conocimientos sobre seguridad... ¿en qué posición se encuentran los profesionales en España respecto otros países europeos?
Es obvio que vamos con algo de retraso, especialmente por lo que respecta a países nórdicos: Suecia, Alemania, Reino Unido. La Ley de Prevención de Riesgos Laborales llegó de forma tardía a nuestro país, ya que entró en vigor en 1996 mientras la directiva comunitaria es de 1989. Nuestros vecinos de Europa nos llevan unos años de ventaja.
Para finalizar, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales lleva 15 años de vigencia. ¿Es necesaria una revisión?
Toda la normativa requiere revisión. Necesitamos una ley que se ajuste a una realidad más actual, que sea coherente con los procesos productivos existentes, con las necesidades del mercado, que sea capaz de dimensionar exigencias para pequeñas y medianas empresas, que no deje de banda a los trabajadores autónomos. La normativa ha sufrido modificaciones, pero se requiere una revisión en profundidad.