Congreso Internacional de Nutrición y Salud
Conxemar, en colaboración con la FAO, celebra la novena edición de su congreso poniendo el foco en el papel del pescado en la nutrición y los sistemas alimentarios. El evento, que tendrá lugar el 4 de octubre de 2021 en el Mar de Vigo Pazo de Congresos Auditorio, reunirá a expertos de primer nivel mundial, entre los que estarán máximos representantes de la FAO e instituciones científicas y académicas.
Como es habitual, el día antes del inicio de la celebración de la XXII edición de la Feria Internacional de Productos del Mar Congelados (Conxemar) tendrá lugar en Vigo el congreso internacional organizado en colaboración con la FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura. Con el fin de adaptarse a las medidas de seguridad y prevención contra la COVID-19, el Congreso abandona su ubicación habitual y se traslada al Auditorio Mar de Vigo.
En esta ocasión, el evento girará entorno a la nutrición y la salud, poniendo el foco en la importancia de los productos del mar en el desarrollo humano y analizando el vínculo entre la pesca y la salud. El Congreso estará dividido en cuatro bloques: Nutrición y sistemas alimentarios; Dieta y salud; Alimentos acuáticos nutritivos, asequibles y sostenibles de los mercados locales; y Políticas de apoyo a la nutrición.
Una buena nutrición es vital para la salud y el desarrollo. Una nutrición adecuada contribuye al desarrollo cognitivo de los bebés y los niños, mejora los resultados del aprendizaje de los niños y adolescentes y promueve la productividad a lo largo de la vida, creando oportunidades para romper los ciclos de pobreza y hambre.
Las estrategias del sistema alimentario, incluidos el pescado y los productos acuáticos, pueden desempeñar un papel importante a la hora de abordar la triple carga de la malnutrición. El pescado se considera un elemento clave de una dieta saludable, rico en ácidos grasos omega-3, vitaminas y minerales esenciales y proteína animal. Los beneficios de su consumo incluyen: riesgo reducido de enfermedades crónicas como las enfermedades cardiovasculares; mejora de la salud materna durante el embarazo y la lactancia; mejor desarrollo físico y cognitivo durante la primera infancia; y mitigación de los riesgos para la salud asociados con la anemia, el retraso del crecimiento y la ceguera infantil.