"Impulse la productividad de su nave con una brisa de aire fresco"
27 de marzo de 2008
El calor en las industrias, no sólo afecta al mayor o menor confort del personal empleado; afectan directamente a la línea de resultados: afecta a la productividad y la eficiencia. Es evidente que no es posible obtener el mismo rendimiento de una persona desarrollando su actividad a 20 ºC que realizar la misma acción de forma continuada a 34 ºC. Todos estos parámetros quedan científicamente analizados en el informe de la NASA (CR-1205-1).
La Ley de Prevención
De igual forma, la legislación actual de prevención de riesgos laborales recoge en su ANEXO III, los límites de las condiciones ambientales en las que se deben realizar los trabajos según sea su grado de actividad. Estas condiciones de fácil cumplimiento en oficinas, por disponer habitualmente de un sistema de aire acondicionado, no lo son tanto en zonas de producción a nivel industrial, dado el desconocimiento de soluciones alternativas. En ciertos sectores como la inyección de plásticos, cerámicas, hilaturas, fundiciones, etc., el trabajo en condiciones límites de temperatura, especialmente durante el verano, se asume y se sufre como condición del puesto. En muchos casos alcanzamos niveles de estrés térmico y sólo entonces se valora la necesidad de una solución. Sin embargo, industrias de diversos sectores han puesto ya solución y disfrutan del beneficio de tener unas condiciones de confort en los puestos de trabajos de producción.
Soluciones
Los medios adoptados para solventar el exceso de calor en las industrias hasta la fecha han sido varios: la extracción del calor generado mediante salidas en la cumbrera de la cubierta; la instalación de dobles techos que apantallen la radiación generada por la chapa o uralita y la pintura reflectante del calor sobre las cubiertas. Ninguno de éstos métodos permite tener una temperatura interior inferior a la exterior y no es suficiente en días donde la temperatura exterior es superior a los 30 ºC.
La instalación de sistemas tradicionales de aire acondicionado en las naves no es viable por varios motivos fácilmente entendibles:
- la potencia que debemos instalar es relevante y costosa.
- el espacio es difícil cuando no imposible de mantener cerrado y el aire que se contamina en el interior se recircularía generando mala calidad del aire inhalado.
Descartando esta opción, sólo nos queda el enfriamiento del aire con un sistema alternativo que sea realmente eficaz: los innovadores equipos adiabáticos de Breezair.
Breezair bioclimatización
Con las nuevas técnicas de ‘climatización adiabática’, las naves industriales consiguen enfriar el aire de forma ecológica y económica. Generando auténtica calidad de aire y garantizando un confort térmico; ya que existe ventilación constante en los espacios: puesto que el aire no se recicla, si no que se renueva continuamente.
El enfriamiento adiabático Breezair no es más que la reproducción de lo que la naturaleza nos ofrece con lo que se denomina ‘brisa de aire fresco’. El aire que viene del mar es más fresco porque durante su contacto con el agua ha cedido temperatura al evaporar el agua y obtener mayor grado de humedad. Mediante este sistema podemos obtener aire hasta 12ºC más fresco con el único coste eléctrico de un ventilador y una bomba de agua. Debido a su principio de funcionamiento natural, recientemente se les denomina ‘bioclimatizadores’.
De este modo, se consigue enfriar el aire que se introduce a la zona a climatizar con el sencillo proceso de conducir el aire exterior a través de unos paneles previamente humectados, que al evaporar el agua, enfrían todo el caudal de aire con muy poco coste energético.
Los bioclimatizadores Breezair son perfectos para climatizar grandes superficies industriales que por su gran volumen requerirían un gran consumo energético y resultan imposibles de climatizar con sistemas convencionales. Además, son los únicos viables para áreas abiertas, ya que al climatizar a renovación total de aire impiden la entrada de aire caliente del exterior, a la vez que renuevan y limpian el aire interior, generando aire nuevo, fresco y filtrado y expulsando humos, olores, polvo y otros elementos contaminantes de la propia fabricación.
La gama industrial 2008 de Breezair, la Serie TBA, incorpora en su control digital programable IWC, una sonda de humedad relativa y temperatura remota que permite controlar los parámetros de temperatura y humedad. De esta manera, el equipo se adaptará en cada momento a las necesidades puntuales de climatización ambiental y producción optimizando el consumo de energía en un 83 por ciento respecto a los equipos convencionales. Al mismo tiempo, éste control permite la posibilidad de monitorizar varios equipos en serie, así como admite la posibilidad de controlar el sistema de climatización a través de un ordenador externo ó un PLC.
Todo ello contribuye a mejorar las condiciones de confort de los trabajadores, que repercute de forma muy directa en un incremento de producción y seguridad laboral, a la vez que se produce un ahorro energético, de costes y se minimizan las partículas contaminantes del área climatizada.
Los bioclimatizadores se instalan sobre las cubiertas o fachadas de las naves. Tomando el aire del exterior e impulsando aire fresco y filtrado en el interior de la nave, desplazando el calor y aire viciado de su interior hacia el exterior. De este modo el bioclimatizador BREEZAIR ventila y renueva el aire del interior de la nave, substituyéndolo por aire fresco del exterior.
Durante el proceso permite generar una sobrepresión interior que impide la entrada de polvo -siempre y cuando se desarrolle en el volumen global de la nave-, además de aportar un nivel de humedad constante y la consecuente reducción de electricidad estática.
Bioclimatización Breezair de toda el área o zona
Esta solución permite dos formas de plantear el diseño de climatización: de toda el área o zona. El diseño de toda el área se aplica cuando queremos actuar sobre el total del volumen de la nave. Esta opción es adecuada cuando tenemos mucho personal afectado y distribuido homogéneamente o cuando la reducción de temperatura y mejora de la humedad beneficia al producto y al proceso productivo como hilaturas, fabricación de films y bolsas de plástico, etc. El diseño zonal es aplicable cuando los puestos de trabajos están localizados en un área concreta y el número de personas es bajo en el global de la superficie de la nave.
Reducir el estrés térmico
Aplicando la bioclimatización Breezair en la nave, el estrés térmico se elimina completamente y se generan unas condiciones de trabajo acordes a la normativa laboral que rige la Ley de Prevención y Riesgos Laborales Vigentes. En estas condiciones la exigencia de un nivel adecuado de competitividad a través de la productividad es exigible y fácil de conseguir.
La bioclimatización en las naves industriales es la solución sostenible y razonable para aportar soluciones al incremento paulatino de calor al que nos enfrentamos debido al popularizado Cambio Climático.