La refrigeración evaporativa contribuye a la recuperación económica
La recesión económica generada como consecuencia del COVID-19 está afectando a numerosos sectores, desde el turismo, pasando por el comercio, hasta numerosas industrias. En todos estos segmentos de negocio, el consumo energético es elevado, en buena parte por las necesidades de refrigeración de todos ellos. En este contexto, la refrigeración evaporativa, principio aplicado en las torres de enfriamiento y en los condensadores evaporativos, se constituye como una de las alternativas más eficaces, capaz de favorecer la eficiencia energética y el consecuente ahorro económico tan necesario en estos momentos.
Las grandes superficies comerciales son importantes consumidores de energía, siendo la refrigeración uno de los capítulos más destacados, en la medida que la climatización es el elemento con mayor impacto en el gasto energético. Sin embargo, son pocos los centros en España que cuentan con datos suficientes sobre su consumo energético o que hayan puesto en marcha un plan de eficiencia energética. Diferentes estudios al respecto sitúan el ahorro potencial de consumo energético anual de estas superficies entre un 20 y un 35% y estiman que una eficiente gestión energética podría conseguir elevados ahorros.
En este contexto, la capacidad de ahorro energético de los sistemas de enfriamiento evaporativo supera ampliamente a la ofrecida por soluciones alternativas, como es el caso de los aero-refrigeradores que se han venido utilizando ampliamente en grandes superficies. Asimismo, según un estudio realizado por el Icaen (Instituto Català de Energía), la evolución de las curvas de rendimiento energético indican que, en cualquier potencia, los sistemas energéticamente más eficientes son los húmedos.
En el tejido industrial y empresarial, la utilización de los equipos de refrigeración evaporativa resulta prioritaria de cara a reducir el gasto asociado tanto al uso generalizado del aire acondicionado como la elevada demanda de frío requerida en los procesos industriales, los principales responsables del alto gasto energética existente en la actualidad. En este contexto, la demanda de las grandes y pequeñas empresas representa un peso específico: alrededor del 30% del total frente al 13% que supone aproximadamente el sector servicios. Por otra parte, la metalurgia, la industria química, la producción de productos minerales no metálicos, la fabricación de vehículos de motor o la industria de la alimentación son algunas de las industrias que generan mayor consumo.
En los últimos sectores mencionados el frío interviene en los procesos de fabricación, y la producción de este frío requiere, a su vez, energía eléctrica. Los equipos de refrigeración evaporativa ofrecen en todo momento una combinación idónea de uso de energía y coste de instalación, que deriva en una óptima relación inversión/rendimiento frente a soluciones similares.
Por último, el ahorro energético resulta prioritario en un sector como el turismo, donde la demanda energética es elevada, tanto en materia de climatización como en la refrigeración de alimentos requerida en los bares y restaurantes de los complejos hoteleros. En este contexto, la refrigeración evaporativa constituye una alternativa altamente eficaz energéticamente debido al uso de transferencia de calor latente de evaporación, sostenible y segura.